martes, 25 de octubre de 2022

Una larga noche. TOIFELTHAL + OXIDE + MAMBA NEGRA. Oviedo, 22.10.2022. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales.

El sábado 22 de octubre el equipo de Diario de un Metalhead acudió a la Sala Gong en Oviedo. Teníamos un plan con tres bandas.


Se arrancó el concierto con una sala casi vacía. Pasaría tiempo antes de que alguien viniera y Gong ofreciera un mejor aspecto, muy lejos de lo que debería ser.

Sinceramente, quería ver en directo, más que nada, a Oxide. De los leoneses Mamba Negra tenía un agradable recuerdo en el homenaje que se dio a Lemmy en León con un puñado de buenas versiones de Motörhead. ¿Toifelthal? De los navarros no tenía referencias, más que algún videoclip que fue compartiendo Larry en el que transmitían buenas sensaciones.

Antes que nada, decir que el verdadero protagonista de esta noche fue Isaac Prieto, técnico de sonido de la sala, que obró milagros.

Arrancó Mamba Negra con un sonido macarra y actitud punk. Entran con todo con “Boom”. Tienen muy clara la idea que quieren ofrecer en el escenario. Todos llevan los chalecos con un logo de la banda a su espalda. Con estolas cubren sus micros y al pie, junto al setlist, plantan su “mamba negra” de plástico”.

Era su primera visita a Oviedo y tenía un sabor agridulce, ya que este iba a ser el último concierto de su batería Jesús Salvatierra. 

Tienen un disco “Mamba negra con diez temas (2020) y una maqueta (2018).

El estilo de Mamba Negra, no es algo que me diga mucho, pero con su actitud en el escenario pudieron salvar distancias entre mis prejuicios y ellos. Seth y Jared estuvieron luchando todo el concierto, incluso hubo tiempo para intercambiar alguna amistosa patada.

Presentaron un tema nuevo “Voy a cortar” de un siguiente trabajo y llegó el éxtasis, el desmadre, con “Mas puta”.

Llega el turno de Toifelthal. Presentan su disco “Queen of Darkness” del que Larry os hablará muy pronto aquí en www.diariodeunmetalhead.com, pues nos lo llevamos a casa como regalo. 

Imaginaros que por la imagen de una banda en un escenario pudierais saber a qué van a sonar. En ese momento, tenéis una banda conformada por músicos, cada uno, con una estética, y que asocias a un estilo musical, diferente. No sabes a qué atenerte. Toda esa mezcla de cosas, curiosamente, la iba a encontrar en su música.

Según arrancaron Mikel apareció con una chaqueta militar que le duró medio tema. El sonido terrible de primeras no permitió apreciar nada. Rápidamente Isaac consiguió encauzar todo aquello.

Mikel se mostró como un frontman inquieto y cercano.  La guitarra de Serhii Isaiev y los coros de Carlos, junto con su teclado, dan personalidad a su sonido. Fueron ganando entidad tema a tema.

Toda esa mezcla de estilos, (y es algo que normalmente valoro positivamente), todo ese contraste entre los temas, de Toifelthal, hizo que me costara un poco meterme en su concierto.

Hay temas como “Like a fool”, “Queen of Darkness” o “Rock is drug” (casualmente singles), con los que cerraron, que disfruté especialmente.

Vino un cambio lento de Oxide. ¿Tres bandas en sala son muchas? En condiciones ideales a lo mejor no. En este caso dos bandas no hubieran afectado a la asistencia y habría permitido llevar el horario previsto a rajatabla.

Oxide son muy buenos músicos. Se ve un mucho trabajo detrás.  

Hacía años que no coincidía con Mariano, su batería (“estudiamos” juntos… bueno, más bien él). Fue un reencuentro agradable. También volví a ver a Franky al bajo (ex Baja California).

Quizá los ritmos de Mariano no fueran los más complejos del mundo; lo suyo era funcionar con precisión, con mucho feeling” (y algunos detalles como emplear varios tipos de baqueta), y llevar a la banda adelante.

El guitarrista Iván tenía una amplia munición de solos. Lo más importante era que no sonaran repetitivos. Eso es algo complicado en un ámbito casi netamente rock, aunque en algunos momentos estuviéramos ante un estilo “hard rock”.

Fue un amplio repaso a su “Endless road”, algún tema que sacarán en su próximo disco y una versión de “The killers”, “Humans”.

Me gustaron mucho.

Lo único que diría como negativo es que vi una banda estática, sin apenas interacción entre sus miembros. Ver a David, su cantante y segundo guitarra ocasional, como si viniera de la playa, no ayuda en la imagen de la banda.

Fue un concierto bastante completo en el que dejaron la parte acústica para el final.

Nos retiramos poco antes de que terminara. La lluvia nos sorprendió.

© Diario de un Metalhead 2022.







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