viernes, 12 de agosto de 2022

Scream for me, Portugal! IRON MAIDEN, Lisboa, 31.07.2022. Crónica.

Por Larry  Runner.

Quién nos iba a decir a los fans de Iron Maiden en noviembre de 2019, cuando salieron las entradas a la venta, que cuando quisiéramos hacer uso de ellas habrían pasado casi tres años enteros. Era inimaginable.


Por suerte, la pandemia respetó a la banda, cuyas edades les incluían entre la población de  riesgo. Y es que los de Harris acumulan años, aunque en vivo no muestran pérdida alguna de energía. El mismo Steve Harris deleitaba a sus más acérrimos el día antes del show, actuando en un club de la ciudad con British Lion, doblete que había llevado a cabo también en Barcelona. Los fans de toda la vida de la doncella ya no estamos para tanto esfuerzo como el bueno de Steve.

Todos lloraron por los aplazamientos de esta segunda fase europea del tour, pero en mi caso el paso del tiempo la ha hecho más atractiva. Cuando se anunció esta gira Legacy of The Beast no tenía claro si interesaba ir a verla. Olvidé la opción del Estadio Metropolitano de Madrid enseguida. Y es que era una gira en la que la banda no iba a mostrar nada nuevo. Soy fan desde crío, y la gozo cuando el repertorio muestra alguna novedad, pero jamás he sido amigo de los conciertos de grandes éxitos, siempre me han parecido poco atractivos y quizás suene a sobrado, pero también un poco bodrio. Fue muy bueno la primera vez, y en la vuelta del 99, pero cuando empiezas a perder la cuenta de las veces que les has visto, es un tostón. Te lo dice alguien que luce varias versiones de Eddie en la piel y que tras escuchar “Killers” por vez primera cambió para siempre y con el tiempo hizo del Heavy Metal una religión y todo un modo de vida. Casi dos millares de referencias de la doncella inundan la casa.

Por suerte Iron Maiden ha regresado al directo con un nuevo disco bajo el brazo, que si bien se trata de un álbum quizás demasiado sesudo y por momentos un tanto aburrido, bien es verdad que posee algunos temas buenos que me apetecía muchísimo escuchar en directo. Así las cosas el arranque del bolo de Lisboa fue maravilloso, con los tres primeros cortes de “Senjutsu” sonando seguidos y de tirón, sin falta de presentación. “Senjutsu”, “Stratego” y la coreada “The Writing on the Wall” venían acorde a la nueva decoración del escenario, que nos trasladaba al Japón antiguo. El comienzo sirvió para ver por vez primera a Eddie sobre las tablas luciendo katana mientras la música de los teclados sonaba bien fuerte como base a la banda, con los guitarristas respetando los solos al detalle, algo que no hicieron demasiado en los grandes éxitos, me imagino que aburridos ellos mismos de tocar una y otra vez las mismas canciones. 

Bruce Dickinson se mostró a lo largo de todo el concierto bien teatral, como nos gusta. A estas alturas a más de uno le apetecerá colocarse el pelo en el modo samurai que lució el inglés, que estuvo impecable a la voz. Enorme mérito el suyo, más aún teniendo en cuenta lo que tuvo que padecer con el cáncer que casi nos lo tumba. Siempre he sido de Dianno, es mi debilidad, la alegría fue grande cuando supe que Bruce estaba fuera de peligro y no pude reprimir la lagrimilla cuando le vi de nuevo desde cerca en tan buena forma.

“Revelations” fue la primera de las antiguas. Siempre ha sido una de mis favoritas del grupo, así que fue mágico. El tema llegó acompañado de un cambio en el escenario, desapareciendo todo resquicio relacionado con “Senjutsu” para mostrar las vidrieras típicas que llevan años luciendo en esta gira sin fin. Dicen que es uno de los decorados más caros que ha tenido la banda, así que me imagino que pretendan amortizarlo a tope. Luego los fondos fueron cambiando casi con cada canción. Lo habitual en ellos. Otros pondrían una pantalla detrás y ya estaría, ellos siguen haciendo las cosas como siempre. Eso sí, a los dos lados del escenario, dos buenos videoworld para que los que estaban en la grada no perdieran detalle. 

Llega el momento de lanzar el primer speech de la noche, agradeciendo la presencia y contando lo especial de la jornada, la última de esta gira europea que, sin ir mal, no ha conseguido agotar billetes de continuo como ha sucedido con otras giras anteriores. Quizás sea por lo de la pandemia, pero puede también que fuese poco atractiva por lo que os contaba que yo sentía, demasiado repetirse con tanta vieja canción. Aplaudimos a Bruce y su discurso familiar, porque nadie tuvo allí en cuenta en su anuncio de “Blood Brothers”, que estuviera a favor del Brexit. Mucho hablar de hermandad, pero de Europa la pasta y los aplausos. Que no me pidan nada. ¿Eh, Bruce? Ya, ya sé que has reconocido haberte equivocado. No te lo vamos a tener en cuenta, no somos rencorosos con aquellos a quién amamos.

Turno para otro gran tema recuperado, “Sign of the Cross”, que ha sido fija en este Legacy of the Beast Tour, pero que no tocaban desde principios de siglo. El espíritu de Blaze Bayley andaba rondando y yo lo celebraba cantando a grito pelado mientras Dickinson se paseaba ataviado con una capa negra y portando una gran cruz. Una vez más, los teclados sonaron fuertes, quizás esté siendo en esta gira donde más han hecho uso del escondido recurso.

“Flight of Icarus” me recuerda porqué “Piece of Mind” ha estado en mi top-5 de la banda desde siempre. Desde aquí en adelante ya todo eran temas obligados. “Fear of the Dark” la han tocado en todas y cada una de las giras desde que se publicara el disco al que da título. Evidentemente es uno de los temas que más han tocado, como las siguientes, “Hallowed Be Thy Name”, “The Number of the Beast” y el himno “Iron Maiden”, canción que si no han tocado tres mil veces, puede que cerca esté y que, evidentemente vino con el plus de la aparición de la cabeza del Eddie más diabólico al fondo. Iron Maiden es una máquina engrasada que funciona a la perfección, pero que a cambio muestra quizás una falta de espontaneidad y el factor sorpresa que también sería de agradecer. De todas formas fue bestial meterse en las primeras filas y dejarse llevar por la marea de cuerpos con mis amigos Jan y David Cimmerio. Hace nada pensaba que nunca más nos íbamos a ver en una desmadrada así. 

Con los bis, un poco más de lo mismo, siendo el mejor momento el de “The Clansman”, otra recuperada para este tour y que no formaba parte del repertorio desde 2003. Sabía que aquello se estaba acabando y empezaba a llegar el bajonazo. "Aces High" con avión incluido fue el punto final.

Un muy buen concierto, un clima fantástico acorde a la ciudad que albergaba el evento y una organización a la altura. Sonidazo, con buen volumen, como tiene que ser. Si vas a un concierto y los oídos no te pitan al llegar a la cama, malo. Como complemento, un público que se las sabe todas y que les adora y apoya como a ninguna otra banda por encima de todo. Porque saben que si hay unos tíos de verdad en esto del Heavy Metal, son y han sido ellos.

En definitiva, una noche más de gloria de la mejor banda de la historia del Heavy Metal. Un grupo que transpira honestidad y que lo es y lo ha sido todo sin falta de escándalos, andar con strippers, mearse encima, drogarse, destrozar habitaciones y todas esas estúpidas noticias dignas de revistilla amarilla. Esas que tanto les gustan a algunos que se dicen periodistas del metal y que no son más que cotillas alabadores de los grupos de moda o mejor dicho, de los que les pagan.

Gracias Iron Maiden y gracias sobre todo a esa novia que tanto nos quiere y que siempre nos recibe tan bien, nuestra amada Lisboa. Volveremos a verte, porque te queremos a ti, a tu clima y a tus gentes. Y gracias a los metalheads portugueses, que son encantadores, en un país donde eso el postureo llega del otro lado de la frontera.

No dejaré de citar que antes actuaron Airbourne y Within Temptation. Ambos muy bien los dos. Los primeros porque no hay fallo con ellos, serán unos de nuestros héroes de la próxima década. Los segundos porque aunque no les sigas tienen un repertorio lleno de grandísimos éxitos, lo cual les hizo gustar aunque no fuese quizás la banda más apropiada para actuar antes de Iron Maiden.

Scream for me Portugal. Up the Irons.

Set-list:
01. Senjutsu
02. Stratego
03. The Writing on the Wall
04. Revelations
05. Blood Brothers
06. Sign of the Cross
07. Flight of Icarus
08. Fear of the Dark 
09. Hallowed Be Thy Name 
10. The Number of the Beast
11. Iron Maiden
Bis 1: 
12. The Trooper
13. The Clansman 
14. Run to the Hills 
Bis 2: 
15. Aces High 

Un abrazo enorme desde aquí a mi amigo Jan, que me acompañó en el viaje y con el que me lo pasé en grande. Un tío que te activa. Otro también para el Cimmerio. Tenemos que organizarnos mejor, somos un desastre. También un abrazo grandísimo para Kike (y familia, claro), para Kim y todos los amigos portugueses y españoles con los que compartimos cervezas y abrazos.

© Diario de un Metalhead 2022.

No hay comentarios: