Normalmente, cuando nos vamos de vacaciones, nuestras aspiraciones rockeras no van mas allá de ver a algún amigo tocar versiones en un buen bar donde se pueda disfrutar de buena cerveza, algún licor y aire acondicionado. Pero un caramelo que se pone a tiro no se puede rechazar no jamás.
Como he expresado aquí y en radio en más de una ocasión, lejos está Benidorm de ser una ciudad de ancianos. Cierto es que hay muchos paseando por sus calles, sobre todo en invierno, pero si miramos porcentajes, seguro que Oviedo o Gijón la superan con creces. Además, en verano, la población joven abarrota los buenos lugares, muchos con música en vivo, algo que soñamos en otros sitios de España. Los músicos se ganan la vida corriendo de un bar a otro para soltar su repertorio. Algunos llegan a meterse hasta cuatro bolos en una sola jornada si es necesario. Son auténticos obreros del rock, y los encontrarás cada tarde y cada noche, a veces incluso a mediodía, en sitios como el Heartbreak, Daytona, RockStar, Western Sallon, Jail Rock, etc. Por fortuna, la lista es enorme y la variedad de estilos amplísima. Pero en esta ocasión íbamos a tener la oportunidad de salirnos de la "rutina’ y ver a un artista cuya gira se pasaba por la ciudad. Adamb Bomb estaba anunciado en la puerta de la RockStar con su tour "Don't try this at home Spain Tour 2022" y no íbamos a desaprovechar la ocasión de volver a ver al de Seattle en directo.
La actuación estaba fijada para el sábado a la noche y el domingo a la tarde. Optamos por la primera oportunidad y acudimos al sótano de la RockStar, también conocido como Sala Insomnio. La entrada era libre y aunque llegamos algo tarde, lo hicimos justo cuando el show daba comienzo.
Once discos de estudio tiene este hombre, la mayoría de los cuales estaban a la venta sobre la mesa de su puesto de merchan. Para la ocasión le acompañaban Diego Prieto (Travesía) al bajo, que ya había girado con él años atrás, y esta vez en la batería Laura García, de la banda tributo a AC/DC Rosie’s in Hell, de la que me ha llegado un rumor, probablemente incierto, de que podría ser la próxima baterista de Cobra Spell.
Con una sala medio vacía, era de esperar ante la inexistente promoción de esta gira, saltó el trío a escena. Empezaron cañeros, como con ganas, pero tras sólo cuatro temas hicieron un parón, algo que nos pilló por sorpresa, obviamente. Eso sí, me dejó con buen sabor tras haber soltado ya el "I Want My Heavy Metal".
A la vuelta, un buen montón de versiones una tras otra. Abrió con el "Eruption" de Eddie Van Halen que fue continuado por el "You Really Got Me". Entre otros hits sonaron el "Detroit Rock City" de Kiss, "Whole Lotta Rosie", "Let the be Rock", el "Smoking in the boys room" de Mötley Crüe, "Pretty Woman" y por supuesto su habitual "Siete Vidas" de Antonio Flores en su chapurreado español.
No fue un grandísimo concierto, no hubo efectos especiales ni nada por el estilo, pero al menos estuvo entretenido. Y siempre está bien irse de concierto y más si es gratis. Así que, sin queja. Lo pasamos bien con el rock salvaje de este entrañable personaje, otro obrero del rock, un artista que morirá en el escenario o en un camerino. Un animal del directo.
Antes de concluir, decir que la Sala Insomnio tiene los techos muy bajos y no creo que sea un lugar fácil para hacer sonar bien a una banda. En ese sentido, mi más sincera felicitación al chaval responsable de la tarea. Si bien al principio todo sonaba bastante empastado, con el paso de los minutos pareció ir a mejor y acabó sonando bastante bien.
© Diario de un Metalhead 2022.
No hay comentarios:
Publicar un comentario