miércoles, 19 de febrero de 2020

La rutina puede matar hasta a Warcry.


Por Larry Runner.

El pasado 15 de febrero y dentro del marco del Escena Rock Festival de Madrid, decía adiós Warcry. De forma totalmente incomprensible para la mayoría, la banda, que ofreció en Madrid uno de los mejores conciertos de su historia, decía adiós sin asegurar un futuro retorno.

Son muchas y muchos los que lloran esta decisión y muy pocos los que la entienden. A mí no es que me maraville precisamente. Lo pasé fatal esa noche del 15 de febrero y el que ofreciesen un concierto a tan alto nivel solo sirvió para que mi disgusto fuera aún mayor. Siendo egoísta, habría sido preferible verles dar una mierda de bolo y marcharse de Madrid diciendo “menos mal que lo dejan”. Pero no.

¿Es razonable este parón sin fecha de retorno? Creo que sí. Es el propio líder de la banda el que provoca esta situación y salvo que se hubiese vuelto loco, que no es así, es difícil de entender que tire piedras contra su propio tejado cuando la música es lo que le da de comer.

¿Qué puede haberle llevado a tomar una decisión tan drástica? Pues personalmente, creo que el aburrimiento.

La música es arte y aunque vivas de ella y seas todo un profesional, lo que no puede ser es que se convierta en algo rutinario. Está bien que sea tu modo de vida, pero un artista necesita de constantes cambios para encontrar la inspiración. Componer canciones no es encerrarse en un cuarto con una guitarra y empezar a escribir. Necesitas que las musas vengan a tí, que la estimulación te venga sin forzar. 

El último álbum de Warcry se publicó en mayo de 2017. Estamos ya en 2020. Eso quiere decir que han pasado tres años y en todo este tiempo Warcry ha editado algunos trabajos discográficos, pero canciones nuevas, apenas una balada que no estaba a la altura de lo que se podría esperar. 

Víctor García necesita nuevas vivencias, nuevos retos, quizás nuevas caras a su alrededor. Los ensayos y las obligaciones con Warcry no pueden ser como otro día en la oficina.

Otro de nuestros grandes, Alberto Rionda, ha pasado también por lo que está pasando Víctor García en más de una ocasión. Todos conocemos los bruscos giros en su carrera. Cambios repentinos de músicos, diferentes proyectos que van desde cantar para niños o hacer un disco de versiones pop, hasta montar otra banda paralela como Alquimia. Cambios y más cambios que hacen que no caiga en el aburrimiento, en la rutina, en la desidia. Con Víctor García nunca había pasado nada así, pero como de todo artista,  siempre se podía esperar que ocurriera. Pues ya ha sucedido.

¿Significa un adiós definitivo a Warcry? La respuesta te la daría cualquier gallego: puede que sí o puede que no. El tiempo lo dirá. Dependerá de lo que le venga a la cabeza a Víctor García en los próximos meses, a qué se dedique, cómo disfrute de su ahora abundante tiempo libre. 

¿Será bueno lo que nos llegue por su parte? Estoy seguro de que sí que lo será. No tengo duda. Será bueno y a la fuerza ha de ser distinto, pues no tendría sentido de otro modo.

Dejemos la nostalgia que nada bueno ha de traer. Demos un voto de confianza a uno de los nuestros como lo es Víctor García y como lo hicimos antes con otros.

El tiempo ha de traer vientos nuevos, experiencias frescas, renovadas emociones. Adiós a la rutina.

No nos va a fallar. 



© Diario de un Metalhead.

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