viernes, 7 de febrero de 2020

RAVENBLOOD + OUTREACH + SYNESTHESIA + BRUTALFLY. Avilés, 25.01.2020. Crónica y fotos.


Por Larry Runner.

El pasado 25 de febrero fue uno de esos sábados con el calendario recargado a más no poder. En mi agenda hasta tres conciertos apetecibles. El compañero Jorge se fue a cubrir el Forged in Fire y yo me acerqué hasta la Sala Paseo Malecón de Avilés. Pristine, que actuaban en al Factoría Cultural de Avilés, se quedarán para otra ocasión. Su concierto fue un éxito y estamos seguros de que repetirán.

Alrededor del medio centenar en la Malecón. El público rockero y metalero en Asturias es escaso y si hay que repartirse...

Repartirse y que luego hay gente que ya, directamente, pasa de los bolos gariteros. Normalmente el sonido es flojo, como esta vez en Avilés, y no, no es cosa de los técnicos, es que, simplemente los locales no dan para más. La precariedad en esta región está en los curros de todos y la hostelería está igual. Locales donde hacer una foto medio decente está al alcance de pocos, con poca luz, mala acústica y poco acogedores. Con eso nos toca luchar y cada vez hay menos público dispuesto a pagar una entrada por un espectáculo así. Además está el tema de los horarios, algo que ya parece norma. Nunca se sabe a qué hora empiezan los conciertos y eso a algunos les pone de mala leche, a mí también a veces, la verdad. Otros ni siquiera van precisamente por eso. Si dependes de un transporte público o similar, la falta de seriedad en este aspecto te puede matar.

Esta vez la velada empezó con tres cuartos de hora de retraso y sin aparente motivo alguno. Simplemente había poca gente. Así que a esperar. Al final 45 minutos perdidos para que Brutalfly salieran a tocar para algo más de una decena de personas. Triste imagen que fue tomando color, afortunadamente, con el paso de las horas.

Brutalfly

Me encontré con unos Brutalfly totalmente renovados y en formato de trío. Sinceramente, no me gustó su propuesta. No digo que sean ni buenos ni malos, simplemente no me hicieron disfrutar ni lo más mínimo. No entendí en ningún momento qué estaban tocando. No sé describirlo ni etiquetarlo, pues parecía que cada uno iba por su lado. Sonó todo muy raro. Me dejaron muy frío y espero que en el futuro mis sensaciones con ellos mejoren. Pero lo del sábado no me transmitió absolutamente nada.

Synesthesia fueron los siguientes en salir y a nivel de público la historia no mejoró. Su propuesta está a medio camino entre la música dance y el metal, con mucho más de lo primero que de lo segundo. Guitarra, bajo y voz con un DJ detrás que acapara el 80% del show en cuanto a sonido. Pocos momentos para agitar la cabeza y muchos para ponerse a bailar. Evidentemente el público era el que era y lo segundo no era opción. Así que no fueron pocos los que desfilaron rumbo a la calle. Yo soy de los que dice que hay que intentar innovar y en eso está esta valiente banda, pero viendo a los presentes era difícil que les pudiera gustar algo que tiene más en común con el techno que con Saxon. Esta noche había entre el público hasta cuernos vikingos, dime a mí cómo iban a triunfar. Quizás en otra ocasión mejor. Además, a pesar de que la mayor parte de la música iba disparada, sonaron bastante mal pues el volumen era ensordecedor hasta el punto de que no se distinguía nada de la voz. Lo mejor es que son de casa y sé que habrá mejores ocasiones. 

A esas horas de la noche ya deseaba desesperadamente no regresar arrepentido de haberme perdido cualquiera del resto de opciones que había dejado pasar. Charlaba por wasap con el compañero Jorge que me comentaba el fracaso de gente en Lata de Zinc y lo triste que era porque los grupos estaban ofreciendo buenos conciertos. 

Outreach

Outreach fueron los terceros en pisar el escenario y los primeros en gustarme. El sonido fue horrible al principio, con bastantes acoples y con una Nines no demasiado fina. Pero fue simplemente al principio, luego los acoples desaparecieron y todo pareció ir a su sitio con las guitarras mandando y ellos intentando que el público se fuese acercando a la parte delantera aunque sin lograrlo del todo. “Delusion” fue la canción que por fin me conectó con la noche, con Rafa Howler bajando a darlo todo entre el público y una Nines excelente durante todo el show y que llegados a este punto ya se ganó al público por lo exigente del tema para su voz. Mención especial para Tony Liz a la guitarra, que gustó mucho.

Ravenblood regresaban a Asturias. Tercera visita a la Malecón y cuarta en total a mi tierra. Arrancaron con “King Among Slaves” y poco a poco fueron presentando su último disco “Essentia” combinándolo con algunos de los mejores temas de su discografía anterior. Hasta seis fueron las canciones nuevas ofrecidas durante el show, lo cual celebré, pues considero que “Essentia” es su mejor y más natural disco.

Me gustó mucho como sonó “Alone” y por supuesto “Purge”. La verdad que a pesar de las diferencias de estilo entre los temas nuevos y los antiguos, el show no perdió en continuidad nunca. Las paradas entre canciones nunca fueron demasiado largas, lo cual hizo que el concierto se me pasara volando. Eso y las constantes bromas de Daniel al micro, que una y otra vez logró sacarnos sonrisas y algunas carcajadas. Presentar “Cold wind” como viento fresco ya fue el colmo. La verdad es que uno se divierte con ellos. Me dedicaron “Hanging Over the River” y terminaron en plan épico con las bandas sonoras de Juego de Tronos y Piratas del Caribe. 

Ravenblood

Observé  a unos Ravenblood mejores que nunca y eso que les he visto al menos media docena de veces. Creo que al fin han logrado tener una formación estable y que suena realmente bien. Si hubo fallos pasaron desapercibidos. El momento de forma del grupo -con la reciente incorporación de Pau Bonet a la batería- es muy bueno, quizá el mejor sin menospreciar a ninguno de los componentes del pasado. La única pena fue verles en unas condiciones francamente mejorables. Aún así, muy bien.

Set-list:
King Among Slaves
Alone.
Purge.
Hanging Over the River
Out of the Universe.
Cold Wind.
Secret’s Mind.
Pathfinder
Chasing Dreams.
Wave Wings

Al final mereció la pena, pues en noches así también hay que valorar, las compañías, las risas y el ver a amigos a los que hace tiempo que no abrazas. En ese sentido, genial poder estar con Dani una vez más y el haber acudido a Avilés con el coche lleno, como sucede en las grandes ocasiones aunque esta vez el concierto era mucho más modesto. Por ello un saludo especial para Jorge Miranda, Jan y Tino que me acompañaron. Como decían en La Bola de Cristal, mejor con amigos.

© Diario de un Metalhead 2020.

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