viernes, 13 de abril de 2018

Que no sea la última. JOE LYNN TURNER + REGRESIÓN. Gijón 31.03.18. Crónica y fotos.


Texto: José A. Ruiz.
Fotos: Sergio Blanco.

De rebote. Así fue como asistí al concierto de Joe Lynn Turner en Gijón. Había leído su gira, pero no le presté mucha atención al no tener parada en Barcelona, hasta que, por un tema personal, me presenté en Asturias ese fin de semana y me dije... ¡Coño! ¡Si hay concierto! Y para allá nos fuimos.

Es curioso, era la primera vez que iba a ver a Turner y la primera vez que iba a ver a Regresión. Que tiene huevos el asunto siendo del pueblo de al lado como quien dice y siendo amiguetes.Un poco tarde la apertura de puertas, pero bastante puntuales los de Barcelona. Tuve la oportunidad de verles la prueba de sonido y ya tuve la sensación de que iba a ser buena noche. 


Para quien no los conozca, Regresión llevan muchos años peleándose con todo y con todos en este negocio. 5 discos en el mercado (sí, 5 discos) y a mi me da la sensación de que esta industria aún le debe unas cuantas alegrías. Sus dos últimos trabajos son los mas maduros que tienen y creo que van a más. Esta gira es una de las muchas oportunidades que merecen. Y es que suenan fenomenal. Poco tiempo de set, pero desgranaron la mayoría de sus mejores temas (me faltó “Santa Decadencia”). Sonaron temas como “5 de Noviembre”, “Puño de Hierro” (homenaje al gran Lemmy) o su mayor éxito “Estrella del Rock”. Ojalá pueda tener la oportunidad (que la tendré) para verles con más tiempo, porque tanto a mí como a la gente que tenía alrededor les gustó mucho su directo. Actitud, buena base rítmica, un Toni sobresaliente a la guitarra y un Pedro rallando a una gran altura. Sex, Drugs and Rock 'n Roll!


Antes de la gran figura de la noche, salía Jorge Salan, acompañado de los mismos músicos de JLT a tocar unas cuantas piezas blueseras. Ya llovió desde la última vez que le había visto, en Bilbao acompañando a Cinderella en una de las últimas visitas de éstos a la Península. Claro que aquel concierto fue distinto. Esta vez era un bolo tranquilo y clásico. Quizás aburrido para algunos, pero una gozada para los virtuosos. Y es que a Jorge Salan, le da igual 8 que 80. Hard rock, heavy metal, power metal, blues... Todo, todo lo hace bien. Y es que tantos grandes artistas que cuentan con sus servicios no pueden estar equivocados.


¡Y por fin me desvirgaba de Turner! Que mal suena ¿verdad? Llegué a ser muy fan de este señor, ya no solo por su pasado en Rainbow, que también (“Bent Out of Shape” es mi disco favorito de la banda), si no que fui un gran amante de Hughes Turner Project, de sus discos con Yngwie o más recientemente de Sunstorm. 


Sonrisa en la cara saltaba al escenario y tras comenzar con “Dead Valley Driver”, llegaba el primer clásico de la noche. ¿Alguien en la sala no conoce “I Surrender”? Supongo que no, suena fresca, nítida, perfecta. El feeling que le da Salan es tremendo y el bueno de Joe esta a un gran nivel. No se descentro tras soltarse el micro y quedarse "mudo", tras una peineta a monitores rápidamente cogió el micro de Jorge para continuar. Sabía de la importancia de ese tema y lo libró bien. “Stone Cold” fue otro de los grandes momentos de la noche, escuchar a todo el Albéniz, cantar al unísono el estribillo, con la buena acústica que tiene la sala es una pasada. Aún se me ponen los pelos de punta. Y es que había una gran conexión con el público, se mostraba cercano a la gente y eso se agradece.


Le metió ritmo a la noche con “Spotlight Kid”, tras ella “Street of Dreams”. Parecía que estábamos en una pequeña montaña rusa. “Drinking with the Devil”, “Can't Happen Here” y para mí el momentazo de la noche: “Can't Let You Go” que me parece uno de los mejores temas de la historia de Rainbow. Mi favorita podríamos decir. La composición del tema, la letra, la estructura y sobre todo, ÉL. Qué sentimiento, qué desgarro en la parte final. Qué maravilla joder. Quién me iba a decir a mí que la iba a disfrutar en directo algún día cantada por Joe Lynn Turner. Un regalazo.


El final fue de traca. Tres clasicazos que hicieron temblar los cimientos. “Stranded”, “Rising Force” y “Long Live Rock and Roll”, casi nada. Mención especial a la banda en “Rising Force”, sin lugar a dudas la pieza mas difícil instrumentalmente hablando de la noche. ¡Qué maravilla Salán! Sobre “Long Live Rock and Roll”, poco se puede decir, fue la culminación a una gran noche.


Pues así, sin comerlo ni beberlo (bueno esto último, quizás un poco), pasamos una gran noche de rock en Gijón. El público respondió bastante bien, y según tengo entendido en todas las fechas fue igual, así que me alegro por todas las partes. Dar las gracias a los promotores por traer una leyenda viva del rock una vez más a Asturias y a toda la Península y gracias también a las bandas, que al fin y al cabo son las que salen ahí a partirse los cuernos por nosotros. ¡Que no sea la última!

© Diario de un Metalhead 2018.

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