jueves, 28 de julio de 2016

HYDE ABBEY: The Devils Spokeman (2016- Blood Fire Death)


By Larry Runner.

En este país en el que todo mundo va de tolerante en la teoría, pero que en la práctica se acaba comportando como un nazi en según que sentido, no faltan los que hoy en día han defenestrado y se pasan el día criticando al deathcore y faltando al respeto a los músicos del género. Quizá en parte tengan una disculpa, y es que en los últimos años la saturación de bandas de este estilo ha llevado a lo que pasa siempre, a que aparezcan un millón de mediocres y al final se meta a todos en el mismo saco, algo que no merecen para nada HYDE ABBEY, y mucho menos aún ahora con la edición de este The Devil Spokesman.

Y es que creo que puede haber un antes y un después tras este tercer disco de la banda, y eso que sus dos primeros ya tenían un buen nivel. No sé si es la inspiración nueva, la madurez alcanzada tras los tres años desde su anterior Ooparts, o que quizás las nuevas incorporaciones han aportado lo suyo. El caso es que a mí, personalmente, me suenan más gordos y alguno se meterá conmigo por esto, pero ahora me gustan mucho. De verdad.

Sí, tienen todo lo típico del género, con cambios en la voz, de gutural a chillona, que nunca limpia. En ese sentido, habría que felicitar a Presta (ex-Bellako) por su enorme trabajo, evidentemente muy bien tratado por la producción realizada con mimo de Edgar Beltri (ex- The Eyes y actualmente guitarrista de la banda) y Mario Patiño.


El álbum transpira intensidad por todas partes, pero a diferencia de otros muchos discos de estilo similar que nos llegan un día sí y otro también, este The Devil Spokesman está lleno de melodía. No tienes la percepción de esa caña sin sustancia que suele rellenar discos y discos hoy en día. Esa melodía, que en temas como Bake Kujira consigue que llegues a corear el tema sin sonar a pastel, te acerca definitivamente a la música del grupo. La intensidad, aunque siempre está presente, no te llega a abrumar, no aburre. Hay potencia, pero con control, que si no ya sabemos que no sirve de nada y el disco va al cajón del olvido.


Riffs asesinos, partes que invitan cabecear o a mover hombros los más pelicortos y melodías brillantes. Lástima no hayan metido algunos solos por ahí esparcidos para marcar la definitiva diferencia, aunque fuese un poco “traicionar” al estilo jajajaja.

Buenos temas con temazos a destacar como la citada Bake Kujira, la maravilla instrumental de The Devil o la fantástica Black Death, buenas melodías y una muy buena producción. Más no se le puede pedir a un disco de deathcore. Sobresaliente.

Como bien dice Pau Navarra: "a la papelera con los prejuicios". Amén.

Un último apunte antes de concluir, Face Blindness, el tema del video, es el peor del disco.







© Diario de un Metalhead 2016.

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