lunes, 25 de julio de 2016

FULL SUMMER PARTY. 23.07.2016. Oviedo. OTERO SUMMER PARTY. Crónica y fotos.




By Larry Runner.

Amplia era la oferta de ocio para el pasado sábado 23 destacando entre otras el 20 aniversario del Derrame Rock en Gijón, la cita que la música extrema se brindaba en El Berrón, el Motor Beach y la fiesta de la Otero Crew. No quedaba más remedio que escoger, y lo hicimos por la última de estas cuatro, la OTERO SUMMER PARTY, entre otras cosas porque brindaba algo más -tenías la opción de espicha incluida-  su carácter altruista.


Y es que hace unos meses se celebró el OTERO BRUTAL FEST, del cual la Otero Crew -la asociación que lleva adelante el proyecto- salió mal parada por confiar en los políticos de turno. Es tal el cariño que la gente le ha tomado a la asociación, que algunas bandas no dudaron en ofrecerse de forma abnegada y actuar en directo con el fin de recaudar fondos que intentasen paliar -al menos en parte- la debacle económica de un festival que ofreció uno de los carteles más importantes del metal de los últimos años en Asturias, con permiso de aquel VAQUES FEST que acabó también en desgracia.

Tenías dos opciones, o bien acudir por la tarde como si de un concierto normal se tratase pagando una entrada de 8€, o bien llegar a mediodía y participar también de una comida en plan espicha por  20€. El lugar escogido fue La Casona de la Montaña, en el Parque de Invierno de Oviedo, un sitio acogedor, con encanto y lo suficientemente cercano a la ciudad como para acudir caminando, pero a la vez también lo bastante alejado como para no molestar a nadie por mucho follón que se monte.


En nuestro caso, nos decidimos por la opción "cara", y es que a nadie le amarga una buena espicha en la mejor de las compañías. A mediodía ya compartíamos cañas en el patio donde el verano pasado actuaran Ratos de Porao con sobresaliente éxito de público.

La espicha se convirtió en toda una comida de hermanamiento entre buena parte de lo mejor del metal asturiano y también del hardcore. Sidra, cervezas, empanadas, costillas, tortillas, chorizos y frixuelos duraron poco en manos de las “fieras”; todo ello acompañado de muchas risas a la sombra de la panera que servía como refugio ante el sol, que apretó con fuerza hasta casi el anochecer. Muchos aprovecharon para llevarse a sus pequeños, convirtiéndose el OTERO SUMMER PARTY en un evento como nunca habíamos visto en la región. Casi me atrevería a decir que vivimos algo único, pues público y músicos compartimos mesa y mantel. Algo parecido al Full Metal Cruise pero sin barco y a mucha menor escala, obviamente.


A última hora fallaron por problemas personales dos de las seis bandas que conformaban el cartel inicial. No se notó demasiado, pues para cubrir los tiempos, las cuatro restantes alargaron un poco sus repertorios y la fiesta acabó según lo previsto, al filo de la medianoche. El cartel final quedó conformado por POSESSION, LEGACY OF BRUTALITY, SOLDIER y HATE IN VEINS. Suficientemente atractivo. El ganador de W:O:A Metal Battle Spain 2016, dos semifinalistas y unos POSESSION que regresaban tras un año fuera de los escenarios.

El orden de actuación fue organizado teniendo en cuenta los compromisos laborales de algunos músicos que desgraciadamente no podían disfrutar de libertad durante todo el sábado. Así las cosas, pasadas las seis de la tarde, el ruido empezaba con LEGACY OF BRUTALITY.


Los de Puerto de Vega tuvieron que saltar a las tablas sin probar. De hecho el festival comenzó cuando Borja, su guitarra solista, logró llegar y enchufar su guitarra. Your Kingdom Come fue el tema de arranque de un show del que no pudimos disfrutar en plenitud, pues el sonido no fue bueno en ningún momento y la banda arriba también sufrió de montones de problemas con los monitores, tocando casi de memoria, sin escucharse en condiciones. Aun así hubo, como siempre con ellos, buenos momentos para el desmelene, quedando para el final lo mejor de su show, en el que tocaron los veinte minutos que interpretarán en apenas unos días en Wacken. La gente empezaba a calentarse.


HATE IN VEINS fueron los segundos en actuar. Sólo vimos a Héctor -su vocalista- sobre las tablas, ya que llegó justito para subir a cantar y se despidió del público diciendo “me vuelvo al curro”. Una pena  que, al igual que Borja de LOB, no pudiera quedarse a la fiesta, que con el paso de las horas se calentaba a base de sidra, cerveza y calimotxo a precios populares. Con HATE IN VEINS el sonido fue de menos a más. Empezó en los dos primeros temas bastante regulero, pero a partir de ahí, todo fue mejorando y nos ofrecieron un auténtico bolazo.


Todo el mundo les colocaría la etiqueta de hardcore, pero la verdad es que su show tiene más de metal que de hardcore. Quizás los ritmos y las formas sean las del hardcore, pero puestos a escuchar, suenan muy mucho a metal. Y es que temazos como Don’t sell Your Soul, Mind Control o Far From Reality, en vivo suenan muchísimo más atronadoras que en su disco. A mi memoria vino hasta Pantera, y no estoy exagerando. Menuda cera reparten. Lo dicho, un bolazo.


SOLDIER fueron los terceros. Venían de triunfar en el RESURRECTION FEST, donde actuaron y triunfaron en el Main Stage, casi nada. Evidentemente el show ofrecido allí poco tuvo que ver con el del Summer Party, donde anduvieron menos finos que en las últimas ocasiones en las que les he visto. Algunos esperaban por “el cura” de su video, pero creo que el calor no era lo más aconsejable para tirar de abrigo de cuero y careta, aunque estando ya allí, creo que la ocasión bien lo merecía.

Con ellos se lió guapa en el pit, volaron algunos vasos, hubo bastantes pogos y círculos y más de uno y de una dio con su piel en el suelo. No faltó el wall of death. ¿El repertorio? Pues ya sabéis, la consabida lista contra todo aquello que apesta. Warbourne, The Great Western Oligarchy, Christoholic, Axis of Evil, Revolt... No quedó títere con cabeza y hubo recuerdo para el concejal de cultura, “que no vino para la foto”. Sin ser su mejor concierto, bien.


Llegaba la noche y con ella la salida de POSESSION a escena. A excepción de Titi Muñoz, su vocalista, el resto de la banda llegó avanzada ya la tarde, Pablo incluso con toda la familia, lo cual hizo que pudiéramos ver a su pequeño saltar a escena para convertirse en el improvisado quinto miembro de la banda. Y es que como contaba al principio, fue un evento muy distinto al que estamos acostumbrados a vivir cada fin de semana, con muchos padres y sus pequeños, algunos de los cuales ya rozaban la adolescencia, disfrutaban cerca del escenario de un espectáculo que durante el invierno no pueden por la prohibición de la entrada de menores en las salas.


POSESSION volvían tras un año apartados de los escenario. Eran toda una incógnita, pero sinceramente creo que dieron el mejor concierto de la noche. No se notó nada la falta de actividad. Quizás la notaran ellos arriba, pero abajo, en ningún momento. He perdido la cuenta de las veces que les he visto en directo, pero de verdad creo que nunca me habían gustado tanto como esta vez. Conciertazo con mucho del material “nuevo” de ese Spiritual Sirius que tuvimos el honor de estrenar en su día en Diario de un Metalhead.


Sonaron mejor que nadie, y las luces, que les estaban achicharrando, aportaron una atmósfera que nos dejó algunos como hipnotizados, sin movernos ante la avalancha sónica, mientras otros se azotaban en el pit en ocasiones con una actitud quizás hasta peligrosa, teniendo en cuenta lo respabaladizo del suelo, ya que no fueron pocas las cervezas caídas entre los empujones. Gigante, Nanco, El Último Día, parecen haberse convertido en himnos, aunque sin duda La Sonrisa del Diablo es ya mi favorita y una de las que mejor funciona en vivo. BOLAZO, y sin duda alguna,  una de las mejores bandas de este país, aunque hay pocos que se hayan enterado, sobre todo muchos que presumen de “entendidos en el extremo”. Que sigan mirándose al ombligo, ya lo disfrutamos nosotros por ellos. Apabullantes.


Al límite de la medianoche escapamos. La comida mañanera quedaba lejos y tocaba reponer fuerzas antes de la retirada. Nos fuimos realmente felices tras vivir una de las mejores jornadas metaleras que recordamos en nuestra vida. Distinta, especial, en una jornada en la que palabras como hermandad, familia, solidaridad y altruismo recobraron su verdadero sentido. Lástima que algunos que sólo saben sacar mierda de sus bocas las puedan utilizar también y no se queden mudos en su amargada existencia. Antes de terminar, queremos destacar el buen rollo vivido durante todo el día entre músicos -no fueron pocos los que tocaron con la camiseta o la gorra de otra banda- y público, algunos incluso llegados desde fuera de la región. 

Gracias OTERO CREW y sobre todo gracias a LEGACY OF BRUTALITY, HATE IN VEIS, SOLDIER y POSESSION por todo lo que nos dan encima y debajo del escenario. Por gente así merece la pena estar aquí. 

© Diario de un Metalhead 2016.

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