sábado, 2 de julio de 2016

GODDAMN: More human than us (2016- Necromance Records)



By Sonia M.

Un palazo en la cara. Eso es GODDAMN. Sin remilgos. Estos chicos de Jaén nos presentan este More Human Than Us, su obra más ambiciosa hasta el momento y con la cual les conozco. Ocho cortes más dos bonus tracks de no respirar y donde a base de insistir se meten hasta la cocina.

La base es pura demencia de riffs graves a más no poder con una labor a la batería de Francisco Llévenes que es para enmarcar. Así transcurren los temas a base de groove ultrapesado a más no poder y algún ramalazo deathcore (H.U.M.A.N a tope con el break rompe vértebras).

Todo ello me deja súper saturada hasta ya que de repente me pasa algo curioso al sobrepasar el cuarto tema. Y es que creo que como ya con los anteriores me han sorbido el cerebro y me lo han dejado trizas, acabo degustando los siguientes con sumo placer. La intro suave de Collateral también me parece otro de los aciertos del disco. Un tema súper refrescante en comparación con los machetazos anteriores al comenzar, y la manera de subir progresivamente muy GOJIRA. Un pepinazo de sobresaliente.


Esa batería es la ostia, de verdad. Que elegancia, que ritmo... Flipo con Collateral y State of Mind. Este último me parece otra joya del redondo. Qué pasada de guitarras, embrujan sin compasión. En general el disco desde Collateral me tiene flipando, sin desmerecer para nada los cinco anteriores donde para una servidora Blackened es de las mejores junto a H.U.M.A.N.

La maquinaria está súper engrasada. El grueso de guitarras Ismael y Juan junto al bajo de Juan (sí, hay tres "juanes" en la banda, yo también me he quedado toda loca) se acopla a la perfección con Francisco a los parches, aunque comienzo a sospechar que podría ser al revés. Este tío lleva un ritmazo que me recuerda al gran Franky Constanza de DAGOBA o a Duplantier de GOJIRA sin exagerar.


Reconozco que con las sucesivas escuchas me he adaptado al sonido GODDAMN pero para mí los aspectos a pulir serían quizás los comentados. No caer en la repetición excesiva, ni pecar de "cansinos" en algunos ritmos, y variar el registro vocal donde meter la onda de Paradoxical Truth no me parece nada descabellado. Por lo demás me parece un trabajo muy meritorio y todo un pepinazo que en pequeñas dosis puede ser letal. En directo, miedo me da. Muy gordo todo esto.







© Diario de un Metalhead 2016.

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