martes, 25 de junio de 2019

ORIGIN: Abiogenesis: A coming into existente (2019, Agonía Records) USA.


Por Simón García López.

La nueva edición de Origin es la recopilación de sus trabajos antes de la edición de su primer disco homónimo hace ya casi 20 años. 

Está dividida en dos partes como el propio título indica. La primera contiene 8 temas regrabados de la época pre-Origin, composiciones aparecidas bajo los grupos Necrotomy (temas del 1 y del 4 al 7), y Thee abomination (temas 2, 3 y 8) y una segunda parte que es la realmente interesante a mi modo de ver compuesta por el primer trabajo de la banda, un EP de 4 temas que anticipaba lo que esta sería esta enorme fuerza de la naturaleza. 

Cuando hablamos de Origin hablamos de una de las bandas más importantes a la hora de revolucionar el panorama musical extremo en todos los sentidos, la primera banda absolutamente revolucionaria del nuevo siglo. Culpa tiene el EP que presentan aquí reeditado, pero la pieza fundamental de esta historia fue la aparición de su primer disco. 

De la mano de Relapse Records, discográfica de culto, siempre referente de nuevas y revolucionarias bandas extremas desde la última década del siglo pasado hasta nuestros días, aunque hace tiempo que se haya volcado hacia ámbitos musicales más digamos rentables, descubrieron y dieron salida a una nueva banda con un potencial alejado de todos los cánones establecidos hasta ese momento. 


El 16 de junio del año 2000 aparecía el primer disco de Origin. El nuevo siglo habría con ellos un mundo inexplorado de posibilidades dentro de un panorama hasta cierto punto estancado. En EE.UU junto con Nile, Dying fetus, Skinless y Hate eternal se convirtieron en la referencia ineludible de todos los nuevos fans de la música más extrema. Una nueva e innovadora generación de bandas que se convertirían en referencia incuestionable. 

Aprovecho para insistir en una cuestión que alguna que otra vez he mencionado. Nunca la música ha sido tan extrema como en aquella época. Nunca los grupos han desarrollado sin miramientos un concepto musical tan brutal como en aquella época. Los niveles de violencia sónica eran extremos y llegaban de todas partes del mundo. Por citar a unos cuantos, Morbid Angel lo habían anticipado en 1997 con “Formulas fatal to the flesh”, Malevolent Creation con su desatado “In cold blood”, Sinister con su “Aggressive Measures”, Immolation con su “Close o a world below”, la escuela polaca encabezada por el “Litany” de Vader y continuada por el “Nihility” de Decapitated, el “Genocide” de Yattering o el “Chaostream” de Lost soul. Nunca la música fue tan extrema como en la época que fue de 1997 al 2002. Después llegaron las producciones plastiqueras y todo se estropeó, porque la esencia de la brutalidad se consigue a través de la verdad y todos aquellos discos eran de verdad. 

“Origin” era un disco preciso, denso, monótono y aplastante. Una auténtica tormenta llena de cambios de tiempo, riffs inhumanos sin tregua ni espacio para el color ni la misericordia, voces que son escupidas más que cantadas, a modo de un instrumento más dentro de la falta de cromatismo del disco y un batería que no era de este mundo con un estilo nunca antes visto y que significaba la auténtica y verdadera innovación de la banda. John Longstreth era la diferencia real en Origin. Todo lo era, pero él era la más destacable sin duda. Cuando dejó la banda y James King (Unmerciful) lo sustituyó para grabar “Echoes of decimation”, a pesar del esfuerzo por mantener el estilo, Origin se convirtieron en un producto más predecible. 

Longstreth tocaba y toca como si en vez de 4 extremidades tuviese 6 u 8. Era un batería extremo de técnica refinada. Llenaba todos los espacios, cambiaba continuamente de ritmo, incluso dentro de un mismo riff, jugaba a una velocidad endiablada con todas las posibilidades que los platos le daban, el doble bombo era un arma incansable de destrucción masiva, todo el rato haciendo breaks de batería, matizando los toques de caja, añadiendo los gravitys como forma de ritmo, apenas utilizando técnicas clásicas de batería extrema o cuando lo hacía siempre era innovándolas. Incluso cerraba el chaston y jugaba con él en vez de dejarlo siempre abierto y atizarlo sin piedad. Un revolucionario.


Origin avisaron al mundo con su primer disco de lo que se avecinaba y con su segundo “Informis, infinitas, inhumanitas” lo asombraron y se convirtieron definitivamente en una referencia para todos. 
Cada uno tiene sus gustos y criterio, pero para mí, este disco es el más extremo que haya escuchado nunca e “Inhuman” la canción más extrema dentro de lo extremo. Es una experiencia absolutamente indescriptible y emocionante, para mí, claro está. Debería de ponerse en los colegios a los niños y no estoy en broma. Y además debería de ponerse así, de primeras y sin avisar. Habría que decirles: “Mirad niños y niñas. Lo más lejos que ha llegado el hombre en toda su existencia es a la Luna y lo más lejos que ha llegado creando música, la vez que más lejos ha llegado violando (mejor rompiendo) los límites musicales de lo extremo es con el “Informis, infinitas, inhumanitas” de Origin.” 

No entenderían nada, pero lo escucharían y seguramente con toda su atención captada entenderían que podemos llegar lejos, muy muy lejos y que nuestras posibilidades como seres humanos para crear son ilimitadas. Si de paso consigues despertar el gusanillo en alguno, pues fenomenal. 

Esta edición de Origin tiene un carácter recopilatorio, para coleccionistas y amantes del grupo, pero sobre todo el valor de contener el primer EP, valioso EP de un grupo legendario. Para reseñar no da para mucho, pero como habéis visto sí para hacer historia y entender de dónde venimos y las posibilidades que tenemos como creadores, porque en el fondo, nadie ha pasado a la historia por copiar a los que son historia. 








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