jueves, 9 de marzo de 2017

LEATHER BOYS: Decade Of Decadence (2017- Autoedición)


Por Larry Runner.

Diez años llevan en esto de la música que tiempo atrás se podía llamar “mojabragas” y a la que hoy se le ha tenido que dejar de llamar así en público para no herir sensibilidades y para que algunos se refieran a ello como hair metal, como si el resto de estilos fuesen para calvos. Son LEATHER BOYS y guste más o menos, ahí están, a su rollo cumpliendo una década de dedicación en la que han tenido altibajos que les han hecho más fuertes. Años en los que han visto a otros muchos ir quedándose en el camino fruto del desánimo y en los que ellos no han arrojado la toalla, pues nunca han hecho esto por modas o por ser los más guais del barrio.

Siguen tocando lo que les sale de los cojones, van por libre, y es evidente que les tenemos que etiquetar de hardrockeros, sleazy y todo ese rollo que implica salir con pañuelos colgados en los micros y que tanto gustaba en los 80 y que hoy en día tanto desprecian algunos.

“Decade of Decadence” es un ep, pero cuidado, de más de media hora. Más que algunos discos a los que se considera como lp's. Se abre con la canción que da título al álbum, un tema animado, coreable, ideal para abrir sus conciertos.


Detrás viene “Titi Bar”, que como la anterior, lleva ese palo angelino que tanto nos gusta, que te hace mover el culo. Tras las primeras escuchas se convirtió en mi favorita como confesé cuando visitaron Radio Ujo para presentar el álbum. Coros made in USA, ritmo bailón y la conversión en su imaginación de un bar de desayunos en un auténtico club de diversión. Realmente genial.

La portada podría ser tachada de plagio, así como el título del disco, puestos a pensar mal, pues hala, a darles estopa. Por ello les preguntamos en su visita a la radio y, evidentemente, nada más lejos. Es todo lo contrario, con ella han querido rendir tributo a una de sus bandas favoritas, Mötley Crüe, ese grupo que al que esto escribe dejó enamorado para siempre tras verles en vivo, pues me pareció como a ellos, una de las bandas más grandes de la tierra.

Estas dos primeras canciones y la siguiente, “Lost in the city of sin” son temas totalmente nuevos, mientras que los tres del final pertenecen a las sesiones de grabación de su anterior “Back In The Streets”. Esta última es quizás algo más floja que las anteriores, aunque mantiene unos muy buenos coros. ¿Que es típica? ¿Que no han inventado nada? Ni falta que hace. Es lo que se espera de una banda así.

Detrás viene “Eyes of the storm”, y ... con el paso de las semanas, se ha convertido en mi favorita, y no de ahora, de siempre. En mi humilde opinión, es lo mejor que han compuesto jamás. Un temazo de putísima madre que se ha hecho una fija en mi lista de favoritos gracias a ese rollo de canción maldita y ese aire a lo Skid Row que me ha hecho recordar tiempos pasados, que no mejores. Nostalgia, vete a tomar por culo.


Tras el mágico momento vivido, llega “Rock for freedom”. Evidentemente con ese título, poco hay que contar sobre la canción. Seguimos con los tópicos y le vuelvo a dar al “me gusta”. Guitarras rasgadas y un Luismi que se lo sabe hacer una vez más apoyado por los fantásticos coros.

Cierra “Sun City”, otra buena canción a la que han aliñado con salsa de The Cult, tanto como que si te la pinchan y te dicen que son ellos, seguro que tardas en darte cuenta de que no son los que van a tocar en el próximo Azkena. Un enorme final.

Lo mejor que han hecho hasta ahora. De largo.







© Diario de un Metalhead 2017.

Más entradas sobre LEATHER BOYS aquí.