miércoles, 8 de marzo de 2017

GRAPESHOT: All About End (2017 - Autoedición)


Por Larry Runner.

Segundo álbum de una de las mejores bandas que haya surgido de la capital de España en los últimos 10 años, algo que probablemente valoremos más fuera de allí. 

Esa es la sensación que yo percibo, aunque quizás no sea cierta, no lo sé, sólo sé que sacando discos como “All About End”, si se les sigue dando la espalda, se demostrará que este es un país de atontaos que merece seguir jugando en la 2ªB del metal europeo, con escasos reconocimientos fuera como cuando en el fútbol dan el sorpresón el Mirandés o el Alcorcón de turno.

Me había gustado “The Scene”, a pesar de todo lo extraño que era. Evidentemente estos locos madrileños no están aquí para ofrecer más de lo mismo, y ahí está lo complicado de su tarea. Pero es que hay que estar medio sordo para no reconocer que “All About End” es un discazo de principio a fin.

Los que pensábamos que  “The Scene” era un buen disco, tenemos que admitir que este “All About End” es infinitamente superior. Tanto que en dos temas ya se merienda al anterior. Tal cual. No exagero. Ponle la etiqueta que te de la puta gana, me da igual. Suenan a muchas cosas y a la vez ninguna en concreto, suenan a Grapeshot, y con este álbum tienen que subir un escalón y si no es que es verdad que somos un país de taraos musicales.


A su agresividad y su rasgado de guitarras con ese adn setentero mezclado con auténtico metal, a esos riffs agresivos, le han dado en este nuevo disco un plus a base de trabajar las melodías a un nivel muy superior. En contra de lo que se pudiera esperar, ese acercamiento a sonidos más agradables al oído no les ha hecho perder ni un gramo de dureza

Sí, toda la caña de antaño está ahí, pero ahora con buenos estribillos y partes coreables, cantables, canciones que se te quedan por que son eso, canciones, en un álbum que se va a los casi 45’ para que te quepa en una TDK-90, que diríamos hace 30 años.

Me encanta que el bajo se escuche, que las guitarras tengan tantísimo cuerpo, que manden, pero sin duda alguna lo que hace que me quite el sombrero, que no gorra, es el trabajo del cabronazo del cantante. Señor Esteban Muñoz, es usted el putísimo amo. Es increíble la personalidad que imprime a los temas, con esa garganta cascada que no le impide cantar, gritar, subir, bajar y hacer todas las putas historias locas que se le vengan a la cabeza. Capaz de sacar a relucir el espíritu del mejor Anselmo o hacer que nos acordemos de SOAD en algún momento. Viajando desde el heavy metal al grind sin problemas. Sobresaliente absoluto.

Lo mejor: las Canciones, así con mayúscula. Sobresalientes en la composición.

Lo peor: no me acaba de convencer el sonido de la batería. Alguna pega hay que sacar, no voy a darle la máxima puntuación como si fuera el “Ride the Lightning”. ¿No?

Enhorabuena tíos. Desde ya uno de mis discos de este 2017. El que venga detrás se lo va a tener que trabajar mucho.







© Diario de un Metalhead 2017.

Más sobre GRAPESHOT aquí.