miércoles, 22 de marzo de 2017

La Carne de Gallina. 18.03.2017. Düsseldorf. HORISONT + '77 + BLACK MIRRORS. Crónica y fotos.


Por Larry Runner.

Los sentimientos son difíciles de transmitir con palabras. Es realmente engorroso querer expresar las emociones, los sensaciones con unas simples letras cuando algo conmueve. Lo vivido en Düsseldorf gracias a los ‘77 fue más que especial. Trataré de contarlo.

Por temas de trabajo, del que da de comer, no el de plumillas del metal, me tuve que venir a vivir dos semanas a Düsseldorf. Intensidad y poco descanso. Vida dura durante quince días y partiendo de la premisa de que no iba a librar ni un sólo día. Luego, ya en terreno teutón me dijeron que el sábado sí que lo tenía libre, aunque el domingo tocaba pringar como si fuera un día normal. Ok. Sábado libre. ¿Qué hacer en Düsseldorf? Pues bien, la noche del viernes tocó salir de copas y visitar un par de garitos. El sábado turismo y compras por la mañana y por la tarde ... concierto.

LG de '77

A tres paradas de metro de mi hotel, en el Pitcher, un pequeño local en el barrio de Friedichstadt, actuaban los suecos Horisont, los belgas Black Mirrors y los barceloneses ‘77. Sí, ‘77 estaban en Düsseldorf, yo con el día libre y la sala sold-out. Había que moverse deprisa.

Así que bien temprano escribí a la banda a través del perfil de fb a ver si había suerte y lo podían ver, pues estaban en la carretera, ya que la noche anterior habían tocado en Siegen, cerca de Colonia. ¿Sonaría la flauta? Sold-out, a ver cómo hacía para colarme en el garito. Hubo suerte, Armand contestó enseguida y me pasé a las 3 de la tarde a verles, que era su hora de descarga. Fue genial charlar con ellos tan lejos de casa. ¿Qué hicieron? Hablaron con el tour manager y no es que me consiguieran una entrada (yo contaba con pagar), es que me pusieron en la lista de invitados. Así que media hora antes de que subieran al pequeño escenario los Black Mirrors ya estaba allí y con una birra en la mano. 3,20€ el vaso de 40cl. Del caño salía Warsteiner. Ni tan mal. Otro poco de charla con la banda y a ver a los belgas que, al igual que ‘77 contaban con sólo media hora. A las 10 se tenía que terminar el concierto, me imagino que por rollos legales.

Black Mirrors

BLACK MIRRORS son un cuarteto de Bruselas. Recientemente han debutado con Napalm Records a través de un ep titulado “Funky Queen” que pronto reseñaré, pues me lo traje firmado. Evidentemente no conocía sus temas, salvo la versión del “Kick out the jams” de los MC5. ¿Me gustaron? Sí, mucho, ya me lo había dicho Andy, batería de ‘77 que estaban muy bien. Los vi desde casi la mitad de la sala y disfruté del bolo. Marcella Di Troia, su vocalista, es la que marca la diferencia. No te deja indiferente y no porque sea una chica explosiva como sucede en muchos casos, si no porque se lo sabe hacer sobre el escenario y se mete a la peña en el bolsillo. A los que llegaron para verles, claro, pues para entonces el Pitcher estaba sólo mediado. Su rollo grunjero de tintes Alice in Chains me gustó e hizo que me comprara el ep. Para el recuerdo queda firmado por la mismísima Marcella y por su guitarrista Pierre. 

Armand de '77

Con ‘77 la sala ya casi estaba llena. En el cambio me colé hasta la primera fila para poder disfrutar desde cerca de la banda más vintage de España. Abrieron con “We´re 77″ y desde luego que se propusieron a darlo todo y poner aquello patas arriba. Ya llovió desde aquella visita al Tronar de Mieres. Son una banda muy distinta, tanto en componentes como en estilo. Adiós a las comparaciones con AC/DC, nada queda de aquello. Tienen personalidad propia y a cada instante muestran que el rock corre por sus venas, con ese sabor añejo a 70's al que le impregnan una energía propia de tiempos más modernos. Consiguieron calentar la sala, que las chupas sobrasen y se metieron a la gente en el bolsillo con un LG que no paraba de ametrallar a todos con su guitarra y un Guillem al bajo que disfrutaba de su adquisición mañanera, un Fender que deslumbraba.

Guillem de '77

El sudor aparecía en sus rostros y yo me contagiaba en primera fila de lo que se desencadenaba en el escenario con temas como “Tightrope”, donde Andy se pudo lucir a la batería -que era la de Horisont como bien indicaba el logo en uno de los bombos y el escudo del IFK Göteborg en el otro-  con unos minutos de solo. “Down and Dirty” puso la sala completamente patas arriba. Tanto es así que LG no fue capaz de quedarse en sobre las tablas y se bajó para recorrer el Pitcher hasta el fondo y volver. El público de Düsseldorf estaba ganado. Así quedó demostrado cuando al término de “We Want More Rock And Roll” las caras eran de ¿ya se acabó?

Emocionante.

LG de '77

Cerraron HORISONT. Apenas un par de días antes habíamos publicado aquí la review que Diego dedicó a su “About Time”, el álbum que presentan en esta gira y que recientemente ha publicado Century Media. Tiene narices que hayan estado dos veces en Asturias gracias a Promouters Gijón y yo no haya podido ir a verles para que al final los vaya a ver tan lejos de casa. Energía a raudales, contundencia por toneladas pero ... la gente muy parada. Sí, salen y son como una apisonadora. La sala estaba abarrotada, pero todo el mundo en posición estática. A mi me pasó lo mismo. Tras la energía desprendida por ‘77, el contraste de Horisont hizo apalancar a la parroquia. Hora y veinte de classic rock. ¿Temazos? Sí, claro. Canciones como “Electrical” o “About Time” son tan buenas que incluso te llevan a otra época, la que a ellos les hubiese gustado vivir, como a los ‘77 y que a buen seguro de haber sido así les habría hecho millonarios. Genial que haya bandas hoy en día como estas, para poder disfrutar de un sonido que de otra forma sólo podríamos escuchar en discos de grupos ya desaparecidos. Agradecidos debemos estar.

Horisont

Salí de la sala luciendo orgulloso una preciosa camiseta de ‘77. Feliz de haber disfrutado de muy buena música y de poder charlar con una gente tan fabulosa como son los cuatro de Barcelona. Tras una semana dura sin poder hablar en ningún momento en tu idioma, poder charlar con buena gente y acabar despidiéndote con un abrazo es sensacional. ‘77 estarán para siempre en mi corazón. Camino hacia el tranvía se me ponía la carne de gallina pensado en el momento vivido y de la oportunidad disfrutada. Ver a una banda de casa triunfando tan lejos es más que especial. Lo que decía al principio, no hay palabras para definir la emoción.

Gracias ‘77.

Andy de '77


© Diario de un Metalhead 2017.