lunes, 6 de marzo de 2017

DURÍSIMOS. 04.03.2017. Oviedo. LEO JIMÉNEZ + SHIRAZ LANE + LEATHER BOYS. Crónica y fotos.


Por Larry Runner.

LEO JIMÉNEZ se plantó en Oviedo para presentar -ya era hora- en Asturias “La factoría del contraste”. Por fin se pudo disfrutar de la mejor versión del de Fuenlabrada en la región. La cita, en la Sir Laurens de Oviedo, que recibió una muy buena entrada de gente, ya que Doc Producciones prefirió unir la contratación del madrileño a la de la gira de SHIRAZ LANE.


Ya habíamos comprobado el pasado verano, que LEO JIMÉNEZ se encontraba en un fenomenal momento. Abandonados sus problemas de años atrás, provocados como el mismo nos contaba en la entrevista de hace una semana por el piercing de su lengua, el cantante está pletórico de voz y ese bienestar físico le supone saltar la escenario confiado de sus posibilidades, atreviéndose a jugar con verdaderas locuras con su voz -tirando hasta de guturales- sin parecer forzar en ningún momento. Su actuación fue sobresaliente y sus músicos, por bien que lo hagan, jamás podrán robarle ni un momento de protagonismo, aunque él intente que así sea en más de una ocasión.

Cualquiera que sea fan de nuestra música estatal lo habrá visto ya alguna vez más. Siempre intenta sorprender con el repertorio, y si bien hay temas que evidentemente están presentes en cada concierto, las variaciones en el orden dan juego para que nunca veas dos bolos iguales. 

Vino dispuesto a dar mucha caña, y aunque hubo tiempo para baladas y lo que alguno tacha de cursiladas, en general sus conciertos son una muestra de intensidad importante. Así fue en Oviedo desde el primer momento, comenzando con “Desde Niño”, una canción enérgica que además invita a cantar. “Esto acaba de empezar” reza la canción que fue continuada por una de mis favoritas de siempre y que iba en aquel “Títere con cabeza”: “Condenado”. Tras pedir a la gente que por favor no fumara (creo que en ese sentido la gente es bastante respetuosa) atacó con “Misantropía”, del “Animal Solitario”. Por variedad y repaso a todos sus discos estaba claro que no iba a ser.


A pesar de que la banda cumplía con creces sin exportar sus problemas sobre el escenario como advirtió el cantante en un par de ocasiones, y de que el vocalista estaba pletórico, parecía que algo no iba bien. Y es que una vez más el público de Oviedo permanecía frío, salvo en el caso de unos pocos, casi todo mujeres, en las primeras filas que sí se entregaban. El resto de la audiencia tardó en arrancar. Siempre lo decimos, el público de Oviedo es bastante pasivo, difícil y no son pocas las bandas de fuera que así nos lo hacen saber.

Leo permaneció con la guitarra colgada durante siete canciones, justo hasta “Soy Libertad” donde hizo su aparición por vez primera Toni Mero de Cuernos de Chivo, que desde ese momento fue habitual sobre el escenario, entrando mucho en juego y contando con protagonismo en temas en los que yo no le esperaba, dotando al show de más fiereza aún y poniéndose “punkis” como bien decía el cantante, pues también hubo tiempo para la crítica social. Temas como la religión o el autobús fascista de Madrid salieron a relucir en el speech.

La bruta “No hay más canciones para ti”, durísima, vino seguida de un solo de batería de Carlos Expósito, ese estupendo mercenario que a la chita callando se ha hecho un fijo al lado de Jiménez al que ya acompañaba en los tiempos de aquellos Stravaganzza que por cierto parece ser que serán retomados a final de año.

Tras el solo de batería, Jiménez se cambió de camiseta y del negro de Testament que lucía al principio, se pasó al blanco, luciendo una de los valencianos Erotic Psycho. “Vientos de guerra” nos recordó sus comienzos -si no habéis su visto su interpretación de este tema en el video grabado en México DF no os lo perdáis- y detrás “Parte de mi” esa canción que afortunadamente ya puedo escuchar y cantar sin soltar la lágrima. El tiempo, afortunadamente, cicatriza hasta las heridas más profundas. “Resurrección” y la versión del “Hijo de la luna” cerraron un buen show a pesar de los ruidos que escupía el equipo y que en algunos momentos fueron bastante molestos.


Antes del show del madrileño, SHIRAZ LANE y los avilesinos LEATHER BOYS intentaron caldear el ambiente, obteniendo los primeros una mejor respuesta, hasta el punto de ser ellos los que centraron la atención de la parroquia al final de la noche con las ventas en su puesto de merchan. Evidentemente con sus hits, como preveíamos, se ganaron a la gente y no fueron pocos y pocas los que corrieron a inmortalizar el momento con los finlandeses a los que hace un par de años veíamos en el mismísimo Wacken Open Air. A día de hoy son mucho mejores y con “Crying Out Loud” han dando un puñetazo en la mesa del metal melódico para llamar la atención de Frontiers Music y de todos aquellos que se acercan a verles. A buen seguro que volverán a pasar tarde o temprano siempre que su caché no suba a precios infernales. Enormes.

© Diario de un Metalhead 2017.

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