Con muchas ganas de conciertos pero respetando todas las medidas anti-covid. Así tuvimos que acudir al concierto del pasado 19 de junio en la Sala The One de San Vicente del Raspeig.
Muchas ganas, sentados, con mascarilla y gel. De momento es lo que hay. También un tercio de aforo para una sala que podría acoger a casi mil personas pero que se queda en 300. Al menos hubo lleno.
Noche al lado de Lèpoka y de Daeria. Los primeros presentes en forma de doble pase. Los de Barcelona actuando sólo en el segundo.
Y es que por la tarde los folkies se marcaron un concierto en acústico, dejando para la noche el eléctrico, que fue al que nosotros tuvimos la suerte de acudir y en el que se acompañaban de Daeria, que abrieron la velada nocturna.
Unos Daeria que se mostraron muy activos, no parando de moverse de uno a otro lado y haciendo buen uso de las plataformas. Con un correctísimo Ángel a la voz nos presentaron su último "Alter" (On Fire Records, 2020) con temas como "Miedo" o "Bailarina". Evidentemente no dejaron de repasar temas de su disco debut "Fénix" (On Fire Records, 2018). Sobre las tablas Óscar Cortés al bajo, el sustituto de Laura Moral en el instrumento. Nos hicieron vibrar, canciones como la genial "Reina de Corazones" no son para menos. Nos dejaron muy buen sabor de boca.
Tras el parón obligado para el cambio de equipo y con un público que se mostraba impaciente pro la espera, hicieron su aparición Lèpoka: Dio, Popez, Zaph, Dani, Zarach y Jaume. Pero algo no iba bien. Enseguida nos damos cuenta que al salir su cantante Dani empiezan los problemas con los micrófonos inalámbricos, por lo que tienen que hacer una parada aproximada de unos 25 minutos para solucionarlo. Difícil de sobrellevar.
Vuelven sonando "Eternia". Recordemos que están presentando su nuevo y flamante disco "El Baile de los Caídos"( On Fire Records, 2021). El humo soltado desde el escenario invadió la sala y dificultó la tarea de obtener buenas fotos. Dicha circunstancia y el parón me hicieron despistarme. Puede que también me dejara llevar por la fiesta, por supuesto. El caso es que con los bailoteos y la algarabía, pocas notas tomé para contar con detalle todo lo que fueron ofreciendo. Me lo pasé bien y lo que está claro es que ni todos los problemas del mundo habrían impedido que el público lo disfrutara a lo grande. Algunos no podían estarse quietos en la silla y en más de una ocasión los responsables de la sala tuvieron que llamar la atención a algún descarriado. Está claro que Lèpoka vuelve loco a su público. Canciones como "Yo Controlo" levantan a cualquiera de la silla.
Al final el problema del parón pasó un poco factura en forma de tiempo, que se les echó encima y no les dio para el bis que el público demandaba. Aún así, buena actuación en lo que sin duda fue una gran noche. Genial la banda que no se vino a abajo a pesar de las circunstancias. Si tienes oportunidad de verles, no lo dudes ni por un momento. No te arrepentirás.
Desde aquí agradecer tanto a Tomás de On Fire como al personal de la Sala The One sus facilidades para poder realizar mi trabajo a pesar de las especiales circunstancias.
© Diario de un Metalhead 2021.
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