Por Larry Runner.
CROWORD es una maravillosa banda de Melodic Death que acabo de conocer. Me hicieron llegar éste su nuevo disco, “Crimson Gaze”, un EP de cuatro temas que me cautivó a la primera y tengo que decir que con las sucesivas escuchas se han ganado un fan por aquí. La banda procede de Austria y nació de la mano del bajista Lukas Rappistsch, líder y compositor principal.
“Crimson Gaze” sale a la venta el próximo 3 de septiembre vía NRT Records (Alemania) y viene con un código QR en su interior para descargarse contenido adicional, toda una live session a la que han titulado “Live Is More Than Just”, un regalazo a modo de bonus donde se podrá disfrutar del grupo sin trampa ni cartón y que en el momento de escribir esta review aún no está disponible para poder comentarlo, aunque sí que en esta misma reseña puedes ver un adelanto.
Pero vamos primero con el EP que nos concierne. Como os decía al principio, el sonido de CROWORD es puro Melodic Death del bueno. La verdad es que hacía mucho tiempo que no me enganchaba un disco de este estilo. Un género que como en su día me ocurriese con el Power Metal, de tanto escucharlo llegó un momento que me saturó. A día de hoy tiene que ser muy buena la banda para que llegue a llamarme la atención y es difícil que un disco del estilo llegue a atraparme de verdad. Pero eso es lo que me ha pasado con este “Crimson Gaze”.
Me cuentan que las canciones están inspiradas en pintores como Egon Schiele y Arnold Böcklin, “que abordaron los abismos y cumbres de la naturaleza humana hace unos 100 años”. Sí, los textos están estupendamente trabajados. Cada canción ha salido de la inspiración llegada desde un cuadro. Dichos cuadros aparecen en el libreto al lado de la letra de cada canción, con lo cual podrás disfrutar el disco como hacíamos antes de que la música estuviera al alcance de un click. Mirando la imagen mientras sigues la letra libreto en mano con la música sonando a todo volumen. Magnífico trabajo de ilustración.
¿De qué van CROWORD? Su música es melódica a morir. La melodía está siempre presente u está claro que están fuertemente influenciados por la onda del Death Melódico sueco. La sección rítmica que conforman Lukas Rappitsch y el batería Johannes Eder es una auténtica maravilla. Ellos marcan el tiempo sonando con mucho cuerpo gracias a la excelente producción. La batería es auténtica, no es el maquinillo de mierda que escuchamos una y otra vez en muchos de los discos que me llegan y que hacen que todo suene igual. El sonido por ahí es sumamente honesto, y eso ayuda a que el disco se haga más atractivo.
Seguiremos hablando de las guitarras. Son las madres de este sonido. Son melódicas en todo momento. El trabajo de Dino Sulic y Julian Schattovits es totalmente alucinante. Su sentido de la melodía, su forma de trabajar la armonía, me ha dejado impactado. Hacía mucho tiempo que no escuchaba algo tan bueno. Nada tienen que envidiar a la mejor versión de bandas como In Flames o Arch Enemy, aunque quizás ellos estén en una onda más sofisticada, un tanto más oscura, más Dark Tranquillity.
Estos chavales tocan muchísimo, lo hacen con muy buen gusto, y se muestran como unos excelentes instrumentistas tanto cuando van de la mano como cuando se ponen a lucirse en los solos. Hay partes que bien podrían venir inspiradas del progresivo, de la música clásica o incluso del jazz, con complejidades presentes que hacen crecer a las canciones de una forma soberbia, pero siempre, siempre, haciendo preservar la melodía. Se valen para ello incluso de algunas guitarras acústicas, que entran como por ejemplo en “Isle of Death” con una naturalidad que asusta.
Adrian Schattovits pone la voz rugosa a esta maravilla. Sin llegar a ser un gutural profundo, me parece el complemento ideal para la música de la banda.
“Crimson Gaze” da título al disco y abre este EP. Alterna partes rápidas con otras más pausadas, contando con unos cambios de ritmo gloriosos que me vuelven loco. El solo es increíble, como todo el trabajo de guitarras en este disco, mostrando un lucimiento digno del mismísimo Malmsteeen. Cuando se ponen a doblar guitarras ya es sublime, aunque debo decir que no abusan de ese recurso. El estribillo es corto y efectivo. Temazo para abrir.
“Isle of Death”, es otro tema alucinante. Pasa también de largo de los cinco minutos, como sucediera con la anterior. Es el tema más Death del EP, con momentos muy intensos que se contrarrestan con algunas partes más complejas que casi te llevan al progresivo. Todo ello sucede con una naturalidad absoluta, llegando a colar hasta una guitarra acústica sin que en ningún momento te parezca que hay una ruptura brusca ni mucho menos. Buenísima.
“Death And The Maiden” es pura poesía. Entra suave ya va subiendo en intensidad y velocidad con el paso de los compases. Llegados a este punto ya te das cuenta del nivel del disco, pues todo lo que has escuchado es deslumbrante. El solo es apabullante y la parte de guitarras dobladas deslumbra.
“Secession (Where All The Reasons Are Lost)” cierra el disco tirando de riff heavy y de una melodía y una forma de hacérnosla llegar típica Goteborg Sound que me vuelve loco, pues aunque quizás sea más directa, menos innovadora, es realmente buena, con la intensidad justa para que la melodía siga siendo la triunfadora. El final tirando de acústicas, sublime.
¿Cómo es que una banda tan nueva puede hacerlo tan bien? La respuesta es sencilla. Empiezan a sonarnos ahora, pero llevan mucho tiempo ya. Se fundaron en 2012, tomándoselo con calma, practicando mucho, trabajando en el local, lo cual hizo que no debutaran hasta 2016 en modo Demo EP con “Manifest Of Mortal Sickness”. Su primer disco llegó justo un año después con el título de “The Great Beyond”. “Crimson Gaze” nos llega cuatro años después y es perfecto.
“Crimson Gaze” ha sido grabado en Kochplatte Studio y Elophos Hill Studios. Andreas Koch ha sido el responsable de la mezcla y la masterización es de Jens Bogren (Fascination Street Studios), nombre que a la fueza te ha de sonar por haber trabajado con bandas del nivel de Opeth, Amon Amarth y Arch Enemy.
El artwork viene firmado por Irrwisch Artdesign (Mudhoney, Sólstafir, Dool). Refleja el concepto de dos ojos brillantes mirando la profundidad del alma.
Como has podido comprobar, me he puesto con el disco del fondo una y otra vez y a escribir como un loco inspirado por su música. Sí, el EP me ha encantado y con un teclado en mano a veces se me va la cabeza. Siento la extensión de la reseña. No podía parar. El disco lo merece. La banda es muy grande.
Anuncian disco largo para 2022.
© Diario de un Metalhead 2021.
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