Por Larry Runner.
“Entropía Cero” es el trabajo más personal de Óscar García. El protagonista de esta reseña formó y lleva formando parte de diversos combos de muy diferentes estilos desde el año 1993.
Comenzó su carrera por entonces en Arganda, formando parte de la banda Nostradamus. Más tarde con dos de los componentes de su primera banda montó Cerveceitor, una banda de punk rock con la que llegó a grabar “Barra Libre”, una demos de cuatro temas.
Tras disolverse Cerveceitor se pasa a Némesis, con los que llegó a grabar un mini-lp titulado “Breakthoveen”, aunque el disco no llegó a ver la luz porque antes la banda se disolvió. Años más tarde retoma su carrera con Dejavoo, un grupo en el que solo estuvo año y medio y que se lo hacía a base de pop rock.
En 2010 entra a formar parte de Ishtar, combo de rock progresivo del que os hablamos hace poco de su último “Pequeña Sinfonía Africana”. En su biografía encontramos el nombre de otras bandas como Zinkin Prim, Beggars Blade y también colaboró en los tres discos de José Luis Rodríguez “Morcuende”.
“Entropía Cero” es un álbum que recoge temas que el autor ha ido recopilando a lo largo de los años y que reflejan todo lo que ha sido su carrera musical hasta hoy. Es por ello que encontramos en el álbum un pequeño batiburrillo de sonidos y estilos que hacen que el álbum de la sensación de recopilatorio más que de un disco normal.
Y es que en este disco encontramos temas de corte heavy, punk-rock, pop y por supuesto rock urbanita, no habiendo una continuidad en el sonido y encontrando incluso algunas diferencias en la producción de los temas, sonando unos mejor y otros no tanto, incluso con alguna variación en el volumen de una a otra canción.
Se abre el disco con “Carrera Final”, un tema heavy como lo son también otras como “Debajo” y “Basta Ya”. “Lluvia de soledad” va en un tono pop-rock, con piano, acústico y voz femenina. “Entropía Cero” es una instrumental que pasa por diversas atmósferas y sonidos. “Ídolos de papel” va en tono urbano con efectos de directo y un solo que recuerda muy mucho al maestro Rosendo ... Lo dicho, mucha variedad que hace que el álbum sea eso, un recopilatorio, y que por tanto en ningún momento coja continuidad.
Son muchas las colaboraciones que aparecen en el disco, aunque desgraciadamente la información que aparece en el libreto es escasa, no especificando en qué canción colabora cada uno de los muchos nombres que aparecen en la lista. La lista es larga y en ella aparecen compañeros de Isthar, pero también músicos de Lyra Mortem, Sake Mate, Tritón, Geyser, Júpiter, Ñu ...
A nivel comercial sinceramente no creo que se vaya a comer nada, aunque seguro que al autor tampoco le preocupa demasiado. A estas alturas de la película soñar en este país con vivir de la música componiendo canciones heavies es de ilusos. Hacer lo que le gusta a uno es lo que le ha de llenar. Y eso lo sabe todo aquel que cada fin de semana se echa a la carretera. Me imagino que lo que pretendía Óscar García era simplemente recopilar un buen taco de canciones que por una u otra razón habían quedado en el olvido y que obviamente como autor quería ver plasmadas en un disco. Si es así, misión cumplida y mi más sincera enhorabuena por haberlo logrado.
© Diario de un Metalhead 2019.
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