lunes, 22 de abril de 2019

AQUELARRE: Suevia (2019, Autoeditado)


Por Jorge López Novales.

Los gallegos Aquelarre nos presentan Suevia, título que alude a la Gallaecia Sueva (Siglo V) al que recurren a través de la poesía de Ramón Cabanillas. 

Lo primero que uno se encuentra, cuando se enfrenta por primera vez a "Suevia", es un digipack en formato A5. Una portada con una llamativa vidriera con dos criaturas mitológicas bajo el símbolo del grupo que debería bastar para llamar la atención en cualquier tienda de discos. Una vez tienes el libreto tus manos te encuentras con un trabajo muy cuidado, diseño y maquetación de Anita Alonso. Cada tema del grupo vigués cuenta con una imagen que ilustra cada una de las letras. Unas letras con tanto peso que tendrán en todo momento la música a su servicio, recreando lo que quieren transmitir con gran nitidez.

Hablamos de un planteamiento profesional que quiere ofrecer algo nuevo en el panorama estatal; planteamiento profesional o como llaman ellos a la seriedad “perder horas de sueño y meter dinero”. Este tercer disco tenía que ser el gran salto de Aquelarre. ¿Lo ha conseguido? Yo entiendo que sí.


En algún momento hemos escuchado bandas que toman algunos elementos históricos, popularmente conocidos (caso de Avalanch con "Pelayo") o de referencias universales (como Tierra Santa con ejemplos como "Nerón" o "Juana de Arco"). Dedicar un disco exclusivamente a elementos representativos de tu propia tierra es más complicado de encontrar, más aún cuando recurren en dos de los temas a su propia lengua (hablamos siempre de bandas que se mueven en el circuito más “comercial” del ámbito estatal). Aquelarre enriquece su sonido con elementos musicales característicos, que hacen único el lugar dónde viven, y que en “Suevia” se presentan y perciben con naturalidad. Esta peculiaridad la encontramos claramente en temas como el homónimo “Suevia”, que, tras una introducción muy contundente presenta una “orquestación” con rasgos folk que da paso, ya a mitad del tema, a un pasaje en el que se abandona la electrificación dejando sólo la música e instrumentos tradicionales. Folk que se vuelve a ver en “Tu gitana”, un tema popular de José (Zeca) Alfonso, del que Luar Na Lubre había realizado en 2009 un arreglo, que es sobre el que trabaja Aquelarre.


La evolución temática del grupo es clara y se evidencia en este trabajo. En 2012 presentaban “Requiescat in Pace”, enmarcado en un contexto Power, en el que podemos encontrar cortes como “Felurian”. En este tema hablaban de la historia de una criatura legendaria, un personaje de los libros “Crónica del asesino de Reyes” de Patrick Rothfuss, la encarnación de la lujuria, que mantiene con Kvothe, el protagonista, una tórrida aventura en un reino de ensueño. 

En Suevia, por el contrario, abandonan la fantasía. Así en “Galicia 19” se sumerge de la Guerra Civil; es la conversación entre dos hermanos que luchan en dos bandos enfrentados y uno acaba matando al otro. “Galicia 19” te cuenta esta historia en diez minutos. Bien, podrían haber cerrado el disco con este tema, que se sitúa como segundo corte, tras “Himno do Antego Reino”, himno instrumental de Galicia, que actúa como introducción. No encontramos en “Galicia 19” complejos pasajes instrumentales con constantes cambios. Las guitarras y el teclado no se solapan en ningún momento (si me pongo a contar cuantos grupos tienen esta “alineación” no me salen muchos). Se van alternando solos, mientras va en crescendo la “pesadez” instrumental y la agresividad en la voz de Icko Viqueira y la tensión que se transmite. Estamos en una guerra. Con esto Aquelarre nos dice que no estamos ante algo convencional, predecible. 

Se recupera el carácter bélico en “Aurora”, donde se habla de esta heroína que tuvo un papel destacado en la reconquista de Vigo (1809), ocupada entonces por el ejército francés.


El octavo corte es “Jacobsland (Sigridur)” Jacobland es como llamaban a Galicia los vikingos. La consideraban una tierra sagrada llena de riquezas. Este tema invita al Power Metal de doble bombo. Aquelarre tampoco olvida sus propias raíces musicales.

En “Romasanta”, su carta de presentación y videoclip, demuestra hasta dónde puede llegar la evolución de su sonido. La canción empieza con unas guitarras y voz impregnadas de dureza, más propia del género extremo (se ve también en el comienzo de “Aurora”) y continua con un desarrollo más Power Metal con un estribillo muy coreable. Se está hablando de un asesino en serie con un monstruo en su interior y por unos minutos sientes su oscuridad. Todo lo contrario a la melancolía que desprenden temas como “Aunque duela recordar”, un tema sobre la inmigración, en que el teclado de Christian Marco cobra protagonismo o la triste balada “Hijo del Mar”.

Tampoco encontramos una historia bonita en “Heroína” tema con el que cierran el disco “La justicia no calmará el llanto de mil voces exigiendo sus cabezas”, se oye en mitad del tema. Una frase que se acaba convirtiendo en un grito de denuncia, antes de empezar con la parte más rápida de la canción.

"Suevia", de Aquelarre, es uno de esos discos que despiertan tu curiosidad y que adquieren una nueva lectura una vez te sumerges en él. Te engancha, te trasmite emociones. Un trabajo muy cuidado que no debería pasar inadvertido. 

La "Suevia" de Aquelarre ofrece una fuente inagotable de temas y sonidos que explorar en un futuro cercano.








© Diario de un Metalhead 2019.