lunes, 8 de abril de 2019

RAVENBLOOD: Essentia (2018, Autoeditado)


Por Larry Runner.

Ravenblood tienen nuevo disco y aunque esta reseña debería haber salido mucho antes, nunca es tarde si la dicha es buena, ya sabéis. Y esta, lo es.

Y es que la banda puede estar contenta con “Essentia”, que así se llama la nueva obra. Feliz y orgullosa, porque sin duda esto es lo mejor que han parido hasta ahora. La evolución es a mejor, el grupo va a más y y la línea que presenta este disco, sencillamente, me encanta.

Y es que han simplificado, eliminado aditivos, suenan algo más crudos y a pesar del rebajado de pistas no han perdido ni un gramo de epicidad. Sí, adiós a los sonidos folk y a los recargados acompañamientos. Guitarra, bajo, batería, voz y algún apoyo de teclados de fondo unas veces, pequeñas orquestaciones en otras, es todo cuanto muestra este “Essentia”. Eso y el piano, que cuando aparece le da un plus.

Todo es mucho más exportable al directo, no hay pomposidad, la música se muestra más natural, nada recargada, y si bien en un principio extraña el cambio, con el paso de las escuchas, personalmente, ha acabado por gustarme mucho más que todo lo anterior. El simplificado es para bien. En este caso menos es más.

Me gusta cuando el bajo se muestra fuerte como en “Out of the Universe”, con ese feeling tan a lo Harris. Me encanta el trabajo de las guitarras, cargadas de melodía sin perder nunca fuerza, sin ser por ello una pastelada. Y sobre todo me gusta que la voz sea gutural pero tan creíble, porque si hay un tipo en este país que se lo sepa hacer bien con los guturales ese es Daniel C. Pérez, que hasta le imprime personalidad propia. Sin duda mi favorito haciendo el bestia con la voz.


La evolución ha sido evidente. El grupo mejora en lo importante, en composición y en ejecución y simplifica en lo que menos importaba, en los sonidos folk y en los aditivos artificiales. Ganan en naturalidad y no pierden nada de la épica de su música, algo indispensable para entenderles. 

Ya para terminar el rollo, destacar algunos títulos. La citada “Out of the Universe” me parece fundamental. “Purgue” que había sido adelanto del álbum sigue siendo una de las grandes canciones del disco, con un buen estribillo y su acelerado ritmo. Y por último, quisiera destacar “Chasing Dreams”, el maravilloso corte que cierra el álbum y que viene cargado de armonías y de detalles que la hacen más que especial. Mi favorita. 

Melodía y contundencia a partes iguales. Equilibrio total. Parece fácil pero no todos lo consiguen. Ravenblood sí.

El pero se lo pongo al libreto. No sé la razón por la cual no vienen todas las letras, solo aparecen siete de las canciones, algo raro ha pasado. Por contra personalmente lo compensan con creces. Diario de un Metalhead aparece en los créditos del álbum, algo que siempre nos hace ilusión. Sentirnos formar parte de algo así es muy de agradecer.

Un buen disco del que sentirse orgulloso. Comentaba Daniel C. Pérez que para el siguiente volverían a los orígenes. Que hagan lo que les dicte el corazón, pero, sinceramente, por mí que no lo hagan.








© Diario de un Metalhead 2019.