viernes, 1 de diciembre de 2017

SAN JORGE: Myth (2017, Autoeditado)


Por Larry Runner.

Le vi por vez primera hace unos años en la hoy convertida en lugar de pijerío La Calleja de Oviedo. Venía acompañando a Pacho Brea y aquel chavalín a las seis cuerdas me impactó no solo a mi, si no a todos los que acudimos aquella noche a la cita.

Volvió no hace demasiado de nuevo con Pacho Brea a la ciudad, compartiendo escenario con Talesien. Pacho estaba completamente enfermo, pero logró defender los temas, aunque el bolo de verdad fue salvado por el guitarrista. Diego Sanjorge, así, todo junto, se llama nuestro joven héroe.


Poco a poco pasa el tiempo y el niño orensano se nos hace mayor, pero no en edad -apenas tiene 22 años- si no en lo musical. Ya no vale con estar a la sombra de Pacho, quiere más, y he aquí que nos envía su trabajo en solitario a lo guitar-hero de antaño.

“Myth” se titula este disco instrumental en el que aparece el nombre de SAN JORGE (separado). Cágate lorito con el debut. Diez cortes instrumentales componen este álbum en el que Sanjorge da rienda suelta a todos sus instintos, su saber hacer y su creatividad en un disco que va de menos a más, porque si bien todo él raya a un buen nivel, creo que es hacia el final cuando llega lo mejor.

Tras un corto preludio se arranca con “Wyvern's Lair”, un tema rápido, adecuado para abrir boca. “The Betrayer” viene también contundente, aunque con una parte que me recuerda mucho al Vai de los 90. Personalmente encuentro a estos primeros cortes como los más flojos del disco. “Holy Quest” cuenta con un fantástico riff y una melodía infinitamente mejor. Con ella el disco va a más, aunque lo mejor está aún por llegar.

Llegados a este punto, un corto interludio divide el disco. “Deus Vult” (Dios lo Quiere) entra justo detrás con la única pieza en la que se oyen voces en forma de coros. Fuerza y aumento de velocidad en un tema que de repente pasa a ser lo mejor del disco hasta el momento. Sanjorge se sigue luciendo. Detrás viene “Broken Chalice”. Aquí ya me quito el sombrero. Un duro riff al principio, un cambio y de repente viene el mejor momento del disco. Melodía de 10. El tema entra en la primera, lo tarareas y al acabar necesitas volver a pincharlo. El bajo de José Rubio se hace patente en este corte como en ningún otro. Sí, José Rubio (ex–Warcry, Nova Era, Jose Andrea & Uroboros, Megara…) , el cordobés, el culo de mal asiento que se ha sumado a este trabajo aportando además del bajo la producción y la masterización en sus estudios Meiga Sound. Apuesto a que ha echado un cable en la canción, porque esta es una canción aunque no tenga letra. Temazo y sin duda mi favorita. “Inner Strife” tiene en alguna de sus partes un cierto sabor a Metallica. Una vez más complejidad y melodía se dan la mano, como en todo el disco.


Otro interludio y nos vamos a la final “Raven Feathers”. Piano y orquestaciones (obra de Celso Grande) se dan la mano para que luego entre la guitarra de Diego y todo ello junto ofrezca un final realmente fantástico. No se me ocurre que ningún otro tema sirviera para el cometido. A mi mente viene Gary Moore, pero como siempre serán cosas mías. Sea como fuere es ideal.

En definitiva nos encontramos ante un excelente debut de este jovencísimo guitarra, donde el virtuosismo no impide que la melodía sea la protagonista, lo cual se agradece y convierte la música en amena, no en un tostón, que es lo habitual en este tipo de trabajos. Seguro que será el primero de muchos más, porque talento hay de sobra para dar y tomar. Lástima que no haya una batería de verdad, pero al menos no figura el nombre de ninguno sin estar, cosa que desgraciadamente pasa a menudo. La cantidad de discos que nos llegan sonando exactamente igual la batería que en este álbum cuando se presume que ha sido grabada. Luego alguno se ofende si lo decimos.

La portada es obra de Bernat Masias y hace referencia,  al mito de San Jorge y su batalla con el dragón. Muy apropiado para este disco que guardaré en el coche para que me acompañe en esos viajes que a veces no parecen tener fin. Con él a mi lado todo será más llevadero.








© Diario de un Metalhead 2017.