sábado, 2 de diciembre de 2017

BULLET-PROOF: Forsaken One (2017, Sleaszy Rider Records) Italia.


Por Diego Rodríguez Liébanas.

A través de la discográfica griega Sleaszy Rider Records nos llega este trabajo de los italianos Bullet-Proof. Y digo italianos porque ahí es donde viven, en Bolzano, ciudad situada en plenos Alpes. Pero la mitad del grupo, los hermanos Richard Hupka, cantante y guitarrista, y Lukas Hupka, batería, procede de Eslovenia. Completan cuarteto el bajista Federico Fontanari y Max Pinkle, también a las seis cuerdas de los prometedores en su momento pero ahora desaparecidos Sign Of The Jackal.

De la mano de un buen debut como fue “De-Generation”, además de captar la atención del sello griego, vinieron un gran número de fechas en directo tanto en su país como en el extranjero. Teloneros de Testament, gira por Europa con Holocaust, presencia en el festival Rock Im Ring… son algunos de los logros de una banda que pretende seguir creciendo con este “Forsaken One”.


En cuanto al estilo, ellos definen su música como Heavy Thrash Metal aunque yo no estoy tan de acuerdo con esto último. Sin duda es una banda con influencias procedentes del Heavy Metal clásico y por eso doy el okey a la primera parte de la etiqueta pero… ¿Thrash? No sé… A cuentagotas. Sí, generalmente sus canciones son potentes, agresivas y rápidas pero a mi entender no de la manera thrashera sino más bien a lo Megadeth o Annihilator en la actualidad que se mueven a medio el Heavy Metal y un Power Metal que no es sucio a lo USA ni tampoco melódico a la europea pero tiene solos de guitarra y rítmicas cojonudas sin parar. Desde luego, sus canciones, a pesar de lo dicho anteriormente no llegan a agredir ni tampoco tienen ese componente ácido y corrosivo tan reconocible en el Thrash de Kreator, Overkill o Slayer, bandas icónicas del estilo que se mantienen dentro de él, o de Warbringer, Angelus Apatrida, Havok o Crisix por decir algunas más actuales.

Dos aspectos destacan sobre manera: Las guitarras y la batería. Con respecto a las seis cuerdas debe quedar claro que no me sorprende en absoluto la labor de Max Pinkle ya que tuve la oportunidad de ver un par de sus actuaciones en directo con Sign Of The Jackal y… ¡Madre mía! ¡¡Cómo toca el tío!! Se le podría aplicar directamente esa frase tan manida en la actualidad que es “si estuviéramos en los ochenta este tío sería millonario”. Así es. Solos de todos los tipos y colores siempre con una inspiración y frescura destacables de manera que aunque algún tema sea un poco más flojo, como “Portrait Of A Faceless King”, siempre queda el momento del solo para rescatarte del tedio. Por otro lado, la producción viene de la mano de Federico Pennazzato, batería durante ocho años de los progresivos Secret Sphere, lo cual seguro que tiene que ver en que la batería sea uno de los elementos más destacados del disco con un sonido muy conseguido.


¿Y la voz? Uhmm…Correcta. En ocasiones me recuerda a la de Robb Flynn, pero en general no aporta ese plus de carisma o dramatismo que hace que los temas crezcan. Es agresiva e intensa pero no engancha ni sorprende y acaba siendo un elemento menor cuando se analizan las canciones y eso no es buena noticia a mi modo de ver. Para próximos trabajos es indudable que si quieren plantear una mejora deben cuidar este aspecto. Los temas que más me han gustado han sido la inicial “Might Makes Right”, con sus partes desenfadadas a lo Anthrax, “Forsaken One”, con ese rollo a medio camino entre el Heavy Metal clásico y el Power Metal, “No One Ever”, elegido para un video clip que no les ha quedado nada mal, o las rápidas “Revolution” con esas rítmicas tan curradas y “Little Boy”. Por otro lado nos encontramos temas sencillos pero efectivos como “Lust” o “I Was Wrong” en los que, como dije anteriormente, siempre te podrás echar a la boca un trabajo excepcional a las guitarras. Se trata de un buen disco pero creo que tienen potencial para hacerlo mejor.







© Diario de un Metalhead 2017.

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