By Iñaki Albuerne.
Tenemos como ya es costumbre con CANNIBAL CORPSE, otro álbum nuevo. Ocurre cada dos o tres años. La banda originaria de Buffalo (New York) edita otro trabajo en la línea a la que nos tienen acostumbrados a toda la gente que los seguimos hace mucho tiempo, a nivel personal hace casi veinte años.
Os vais a encontrar con uno de los álbumes de CANNIBAL CORPSE en los que la energía corre más libremente, sobre todo si lo comparamos con sus dos trabajos anteriores Torture y Evisceration Plague. Aquí desde el principio y quien sea más o menos seguidor de la banda se dará cuenta, las guitarras suenan bastante más gruesas que sus anteriores trabajos nombrados.
Puede también que sea uno de sus trabajos más variados, hay algo para cada uno de los fans de CANNIBAL CORPSE, sus partes rápidas a la velocidad de la luz, medios tiempos, canciones que suenan limpias y maravillosamente bien, y en el lado opuesto, canciones que suenan realmente sucias y podres. Todo dentro del perfecto sonido, está claro.
Hablando de la producción, debo nombrar que es una de las mejores de la historia de la banda, sonando en conjunto potentes, brutales, enérgicos, rabiosos, contundentes, cosas que no siempre conseguían a la vez en discos anteriores. En A Skeletal Domain está todo en su lugar y es absolutamente implacable, las guitarras suenan muy gruesas, el bajo es totalmente audible, se diferencia muy bien del resto de los instrumentos, la batería suena exactamente como tiene que hacerlo, contundente y sin piedad y la voz de su cantante CorpseGrinder suena jodidamente demencia. Alta y clara, para lo que puede ser su guturalidad, y nunca se pone por encima o tapa al resto de la música.
lleno de una esencia thrasher de principio a fin
También escuchando unas cuantas veces este trabajo, uno se da cuenta que está lleno de una esencia thrasher de principio a fin. Vale, no es algo raro en la banda, que dentro de su Death Metal brutal este impregnado de esa esencia, tanto en las guitarras con en algunos de sus ritmos, pero aquí suben ese toque Thrash. En cierto modo, por ese carácter puede recordar a su primer trabajo Eaten Back to Life, pero claro está que aquí todo mucho más profesional, sonido perfecto y composiciones magistrales.
Posiblemente éste sea su disco más sólido desde aquel Kill del 2006, ya que como en aquel álbum, en su musicalidad todo brilla, las guitarras son más memorables, así como la composición de cada ritmo que aquí se escucha.
No podría destacar un tema en sí, ya que cada uno tiene su encanto y destaca por algo. En otros trabajos a veces algunos temas pecaban de parecerse entre sí, en este nuevo disco, cada uno tiene vida propia. Así que da igual que diga temas como Kill or Become, The Murderer Pact o Icepick Lobotomy por nombrar algunos como ejemplo al azar, que cada uno es un tema sublime en sí. Unos puramente Death Metal con tecnicismo, otros puro Death Metal pero con una sobredosis Thrasher y otros más pausados y a medio tempo pero con el aura de malignidad que a veces impregna CANNIBAL CORPSE a sus temas más gruesos y pesados.
En definitiva, si te gusta el Death Metal con letras mayúsculas deberías conseguir este álbum A Skeletal Domain. Quedaron ya muy lejos sus clásicos como Tomb of the Mutilated, The Bleeding o Vile, pero en estos tiempos en los que algunas bandas de Deathcore se lo está cargando todo dentro del Metal Extremo, este álbum te puede hacer memoria de lo que significaba brutalidad y CANNIBAL CORPSE. Y que la vieja escuela aún puede patear cráneos y culos como lo hacían antes.