By Larry Runner.
Han pasado la friolera de 19 años para que AT THE GATES publicase un nuevo álbum, si exceptuamos la grabación de directo de 2010 que recogía su actuación exclusivísima en Wacken Open Air la cual tuve el inmenso placer de disfrutar. Mucho ha llovido desde Slaughter of the Soul, un disco fundamental en el sonido del metal actual.
El Altar Del Dios Desconocido es la intro de este At War with Reality. Una voz en castellano con acento latino suelta un buen montón de blasfemias antes de que arranque la rápida e histérica Death And The Labyrinth en la que Tomas Lindberg se muestra en perfecta forma. A pesar de la inmensa caña de las guitarras de Anders Björler y Martin Larsson, la melodía aparece como en todos los temas del disco, aunque en algunos como The Circular Ruins triunfa a lo grande sobre la cera, lo cual hace al álbum asequible a oídos poco proclives al sonido del death metal.
Tomas Lindberg abusa de su rasgada voz, sin cambiar de registro en ningún momento y apoyado en ocasiones por algunos coros y la música se sustenta en una batería que tira mucho de doble bombo. Temas realmente oscuros como Heroes And Tombs se hacen asequibles gracias a la gran cantidad de melodía que el duo guitarrero le imprime a los temas.
Riffs contudentes se alternan con partes en las que las guitarras suenan limpias. Guitarras que son las dueñas y señoras del disco, y en el que algunos solos son realmente brillantes, aunque sin abusar en ningún momento del recurso. Precisamente Heroes And Tombs es un buen ejemplo de ello. También citaría a The Conspiracy Of The Blind.
Riffs contudentes se alternan con partes en las que las guitarras suenan limpias. Guitarras que son las dueñas y señoras del disco, y en el que algunos solos son realmente brillantes, aunque sin abusar en ningún momento del recurso. Precisamente Heroes And Tombs es un buen ejemplo de ello. También citaría a The Conspiracy Of The Blind.
Velocidad, melodía y mala uva vienen a darse la mano en un álbum que no es flojo para nada, pero del que a lo mejor, tras tantos años, podíamos esperar algo más. Aún así uno de los discos del 2014.
© Diario de un Metalhead 2015.
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