sábado, 10 de enero de 2015

MEMEST: Bastards and Liars (2014- Discos Macarras). Catalunya.



Desde Barcelona y de la mano de Discos Macarras, nos llega una propuesta cargada de mala leche y sobre todo de puro hard rock añejo, con toques sobre todo de Motörhead, pero sin olvidarnos de puntazos más stoner, otros más Black Sabbath y dejes de los primerizos AC/DC. MEMEST nos presentan su Bastards and Liars, el cual personalmente divido en dos partes.

Una primer más directa, más Motörhead, más mala leche. Hard rock sucio hasta el corte quinto, y una segunda parte más oscura y tenebrosa desde My Friends hasta The Man Who Never Cries, con toques stoner, muy Black Sabbath por momentos, doom, pesado, persistente, que pega totalmente con las letras oscuras y depresivas en algunos momentos, donde la esperanza ya se ha perdido.


La primer parte comentada está cargada de energía, a saco. Su propósito claro es el de engancharte desde el primer corte Bastards and Liars, para que no puedas soltarte con facilidad. Un tema directo y que se te pega a la primera. Carlos "Kilmister" (guiño-guiño) nos presenta ese registro de taberna, de voz cascada que pega tan bien con estos ritmos sucios pero sin perder un ápice de elegancia. Hills and Abysses mantiene la tensión del primer corte, aunque con un ritmo más juguetón mientras que Black Wings comienza tímido, como si no quisieran arrancar las guitarras hasta que explota en una amalgama pesada de riffs y batería a las revoluciones más bajas que se pueda, acercándose a esa tónica que reinará en la segunda parte del disco.

Y cierra esta primera parte We Love Rats donde la masacre sonora no tiene piedad alguna, donde sucumbirás a los coros y al ritmo frenético que le mete Daniel a los parches con unos enloquecidos Jaume y Carlos a las guitarras. Mi favorita del disco sin pestañear.


En la segunda parte encontramos One God My Friends , las dos bastante stoner/doom y ésta última con una letra bastante triste quizás: "¿Dónde están mis amigos? Están borrachos, están muertos. El teléfono está silencioso una noche más, la lámpara me asusta, sueño sobre hoy, pero ayer soñaba lo mismo, repetí el circulo del dolor". La más alegre de estas cuatro es la que cierra el disco, al menos instrumentalmente The Man Who Never Cries y Poor People que le imprime un poco de velocidad al asunto. (Oh, gente pobre emborrachándose...)

Y si, me gusta más la primera parte del disco, es que ese gamberrismo sonoro me apasiona. El cuerpo sufre espasmos que necesitan liberarse.

Impecable el trabajo de los cuatro. De Carlos a la voz y guitarra, de Jaume a la otra guitarra, de Anselm al bajo y de Daniel a la batería.

En definitiva, todos somos unos "bastardos y mentirosos".






© Diario de un Metalhead 2015

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