lunes, 8 de diciembre de 2014

WOLF: Devil Seed (2014- Century Media). Suecia.


By Diego Rodríguez Liébanas.

Hablar de WOLF es hablar de Niklas Stalvind, cantante, guitarrista y único miembro que permanece en la banda desde su fundación allá por 1995. Es, además, compositor de las letras y la música de todos los temas del disco con la ayuda puntual del guitarra Simon Johansson y el bajista Anders Modd. A esto hay que añadir que la voz de Niklas es uno de los elementos más destacados y característicos de la banda. 

Existe una diferencia clara entre WOLF y la mayoría de las bandas cercanas a ellos por estilo y es que WOLF han conseguido sonar a ellos mismos. Cuando pones un disco de WOLF en el reproductor no suena a estos o a estos otros, suena a WOLF y eso es algo a tener en cuenta en un sendero tan trillado como el del Heavy Metal. ¿Cuáles son los ingredientes de ese sonido propio? La ya mencionada voz de Niklas y su facilidad para componer y cantar partes memorables, la manera de construir los temas que, sin ser enrevesada, huye de lo convencional y el sonido de la banda, potente, moderno y actual sin ningún tipo de reminiscencia ochentera. 


Conozco a esta banda desde la publicación del magnífico The Black Flame de 2006 y nuestra relación se confirmó por enamoramiento con el excelso Ravenous de 2009. WOLF se convirtió en una de mis bandas de cabecera y ahí iba yo por los garitos pidiendo Whiskey Psycho Hellions o Speed On a voz en grito. Posteriormente publicaron un inferior Legions Of Bastards en 2011 y aquí nos encontramos ahora en 2014 con el alumbramiento de este Devil Seed.

han conseguido sonar a ellos mismos

Las canciones que componen este Devil Seed se pueden vertebrar en torno a tres ejes diferenciados. Por un lado están las rápidas y afiladas como la iniciales Overture in C Shark y Shark Attack o Back From The Grave,  por otro las rifferas y cadenciosas como Surgeons Of Lobotomy, The Dark Passenger, Frozen o Skeleton Woman y a medio camino entre ambas opciones temas como My Demon, I am Pain, River Everlost o Killing Floor. No se trata de un álbum en el que predomine el exceso de velocidad sino más bien los medios tiempos, los temas crujientes, ese punto oscuro no excesivo pero palpable y un trabajo excelente tanto de guitarras rítmicas como solistas. 


Devil Seed es un trabajo consistente y maduro propio de una banda con casi 20 años de trayectoria, que tiene muy clara su parcela de trabajo. No llega al nivel de joyas como The Black Flame y, sobre todo, Ravenous pero si supera claramente a su anterior Legions of Bastards. Esperemos que sirva para empezar a situar a la banda en el lugar que merece por música y por trayectoria.

© Diario de un Metalhead 2014.

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