viernes, 5 de diciembre de 2014

GRAPHESHOT: The Scene (2014- Autoproducido). Madrid.


By Larry Runner.

¿Conocías a GRAPESHOT? ¿No te gustaban? Quizás si escuchas este nuevo The Scene cambies de opinión. Todo lo que hayas podido oir hasta ahora de estos chiflados madrileños queda en “puta mierda” en comparación con de The Scene, un discazo de principio a fin que vuela por encima de modas y que lleva a la banda “a la suya”.


A base de buenísimos riffs, solos precisos y no forzados, integrados al servicio de la canción y un muy buen trabajo vocal The Scene se va a colocar en mi Top-10 del año. ¡Madre mía que disco han sacado estos fulanos!

Se nota que hay mucho trabajo detrás, mucho amor, mucha dedicación y una gran labor de composición para que The Scene no sea una colección de cortes, si no que sea un disco con canciones. Sí, canciones, algo que no está al alcance de muchos.


La voz es rasgada, que no gutural. No es más de lo mismo, y Esteban Muñoz ha sabido darle un rollo muy personal. Detrás brillan y mucho, las guitarras. Batería y bajo cumplen con su papel sin demasiadas complicaciones. Lo que sí es digno de resaltar es que todo suena en su sitio.

Sólo por la inicial The Scene ya merecería la pena comprarse el disco, que dicho sea de paso casi regalan a través de su facebook. Tiene fuerza, rabia, tiene velocidad, tiene melodía y tiene estribillo. Temazo ya para abrir el álbum. Zombies la siguiente no es nada mala, pero queda atrapada entre la inicial y la tercera No Flowers y es difícil que pienses que pueda ser tan grande como las otras dos. Y es que No Flowers lleva tintes progresivos y unas rítmicas en la base machacones que la hacen muy especial. Todo ello unido a un fino punteo.

The Scene debería cambiar el estatus de la banda

How Many Times va en onda de death melódico, con una voz más rabiosa y está a años luz de la muy sorprendente You Wouldn’t Let Me Go. Ésta es muy noventas, muy Alice in Chains y si eres de los que disfrutabas o disfrutas del metal fabricado en aquella década vas a disfrutar muchísimo. A medio tiempo, con ese aire Rage Against The Machine es más que brillante. Es especial.


Sólo con lo citado ya merecería la pena de sobra este The Scene, pero aún hay más. Godless Angels nace rápida y así se conserva discurriendo sobre un contundente riff y un doble bombo, obsequiando con el estribillo. Casi de cantar puño en alto. Con las ya citadas y con ésta, hubiesen ganado la W:O:A Metal Battle cuando se plantaron en la final de 2013.

Fornicage es muy black metal y probablemente eso le convierta para algunos es su tema favorito, que no es mi caso. Una cerveza y un erupto sirven para abrir el tema que da cierre al álbum, Blinding Moon, quizás el único flojo del disco porque me suena a mucho de lo que se mueve hoy en día en la escena de la española y a diferencia del resto del disco es “más de lo mismo”.

En definitiva, The Scene debería cambiar el estatus de la banda, meterla en mejores carteles y darles el pasaporte para valorarles mucho más de lo que se les ha hecho hasta ahora. Magnífico disco.







© Diario de un Metalhead 2014.