sábado, 17 de mayo de 2014

GUS G.: I am The Fire (2014 - Century Media). Grecia.



By Larry Runner.

No soy amante de los discos de "guitar-heros". Hace mucho que dejaron de impresionarme los masturbadores de mástiles de las seis cuerdas, muchísimo. Más que nada porque la mayoría de ellos jamás han sido capaces de crear una triste canción. Son pocos los que aprovechando el éxito de estar en una gran banda luego han sacado un digno trabajo en solitario. Quizás sí algún que otro corte brillante, pero un disco entero era algo sólo reservado para algunos elegidos, y normalmente nos metían instrumentales que eran una puta brasa que no servía ni para dormir.


Así que cuando recibo un álbum de uno de estos virtuosos, siempre lo hago con desconfianza, esperando un aburrido disco de castigo. Afortunadamente I Am the Fire, el álbum de debut en solitario de GUS G. recién publicado por Century Media no es uno de esos trabajos. Sí que hay virtuosismo, pero también temazos que hacen que le des al rewind una y otra vez para volver a escucharlos.

Para dar vida a éstas maravillosas canciones se ha hecho acompañar de grandes figuras, pero que lo son más por calidad que por nombre. En la mayoría de los casos vocalistas errantes, mercenarios del metal a los que nunca nadie ha reconocido en realidad toda la calidad que atesoran.

hay virtuosismo,
pero también temazos

De esta manera el disco se abre con dos canciones de impresión My Will Be Done y sobre todo Blame it On Me. Dos grandes temas con maravillosos riffs y solos espectaculares, sobre todo en la segunda, donde el momento John Norum/Kee Marcello hasta me emociona. Ambas tienen como protagonista invitado a Mats Levén, uno de esos vocalistas errantes que decía antes. Una de las mejores voces de Escandinavia al servicio del figura griego. Una voz que a pesar de los años de trayectoria a través de la banda de MALMSTEEN, de THERION, etc, sigue sonando fresca. Dos cañonazos impresionantes para abrir, que no cansa uno de escuchar. Sólo por ellas ya el disco merecería nota. Brutales si te gustan los temas más rudos de la onda EUROPE o similares. Alucinantes. Heavy Metal.

El tercer corte es el que da título al disco: I Am the Fire. Otro temazo, con un riff más duro pero sin una pérdida de melodía y porqué no decirlo, de comercialidad. Blake Allison, vocalista de DEVOUR THE DAY es el que pone el cincuenta por ciento del tema con su gran trabajo. Otra gran canción.


Vengeance, la primera de las dos instrumentales del disco, es más lo que se espera del álbum de un guitarrista. Demostración virtuosista llevada a su máxima expresión con gran presencia en el sonido del bajo, que para eso lo ha aportado Dave Ellefson de MEGADETH.

Detrás viene Long Way Down, con la aportación de Alexia Rodríguez de EYES SET TO KILL. Una canción que bien podría haber ido en el nuevo disco de EVANESCENCE, de WITHIN TEMPTATION o de cualquier banda que lleve ese rollo gótico que tan bien suena cuando te la ponen por la radio tras aguantar la puta mierda habitual que abarrota las emisoras del país. Temazo y personalmente un descubrimiento alucinante el de Alexia Rodríguez. Gran voz.

Otra voz poco conocida, la de Jacob Bunton, aporta buen hacer en Just Can't Let Go. Más tranquila, tirando de acústicas incluso, lleva un rollo distinto, muy hard rockero americano, ochentero pero con sonido actual. Una auténtica maravilla, que bien podría haber cantado Jeff Scott Soto. Para éste ha quedado Summer Days, que en poco más de tres minutos te emociona, te embriaga como sólo saben hacer las grandes estrellas cuando aportan lo mejor de sí mismos como es en este caso. Una maravilla de canción.

Terrified es la otra instrumental del álbum, con gran presencia del sonido de bajo, que en esta ocasión viene de mano de … atención … Billy Sheehan. Quizás sea la más típica de todas en plan guitar-hero. Es un gran corte, pero no una canción. Si todo el álbum fuese como Terrified, probablemente el disco a estas horas sería un bonito posavasos, aunque el corte no deje de ser alucinante.

Mats Levén regresa en Eyes Wide Open, con un riff muy Rage Against the Machine al principio, pero con el vozarrón de Levén, que luego deriva en un rollo Sabbath, que puede que te enganche si eres más amante de sonidos más lentos.

Redemption es brillante. Aquí la voz la aporta Michael Starr, que lo hace incluso mejor que en los discos de sus STEEL PANTHER. Lleva una línea muy hard rock que le viene como anillo al dedo a Starr, que a veces puede recordarte al mismísimo David Lee Roth. 


Tom S. Englund de EVERGREY es el invitado en la balada del año, Dreamkeeper. Sí, la balada del año. Difícil que alguien vaya a superar la sensibilidad de una canción como ésta. Gran voz, que acompañada de guitarras tanto acústicas como eléctricas se me figura insuperable. Ojito al corte, porque según tu estado anímico puede hacer brotar tus lágrimas. Pura vida que dirían en Sudamérica. Una de esas canciones que hacen el mundo mejor. Gracias Gus G. por componer algo así de bueno, por esa sensibilidad con tu instrumento, por ser tan bueno. Por ese sólo a lo sueco. Gracias de corazón.

Cierra End of the Line, con Mats Levén una vez más a la voz. Una canción que bien podría haber sido cantada por David Coverdale, pues en esa línea va y así la interpreta Levén, como si del mismísimo vocalista de WHITESNAKE se tratase. Odio repetirme en los adjetivos pero ... temazo para cerrar.

Gran sonido el conseguido por Jay Ruston en las mezclas [Anthrax, Stone Sour, Steel Panther] y producido por el mismísimo Gus G., grabado a caballo entre Los Angeles y Grecia. Es lo que tiene ser el guitarrista de alguien como Ozzy Osbourne. Te conviertes en ciudadano del mundo.

Enhorabuena Gus G. por I Am The Fire. En definitiva, uno de los discos de heavy metal del año.



© Diario de un Metalhead 2014. Si nos vas a copiar, al menos cita la fuente.