miércoles, 2 de octubre de 2019

SOTO: Origami (2019, Inside Out) USA.


Por Larry Runner.

Abre el disco con “HyperManía”, un tema de corte bailón, con elementos ajenos al metal. Moderno, quizás demasiado para los que estamos acostumbrados al heavy metal. Ni de coña puede gustar a nadie que vaya de true. En ese sentido yo no le hago ascos, escucho todo tipo de géneros metaleros y ya estoy acostumbrado a estas licencias que algunos que se permiten. A pesar de todo el rollo de sintetizadores el tema es pasable sobre todo gracias al solo de Salán.

“Origami” ya va en una línea distinta, como todo el disco, aunque bien es verdad que los efectos propios del techno están por ahí repartidos de fondo, un corte maquinero que acaba un poco por saturar y hasta despistar.

No sé si es que han querido meter mucho y la historia no daba para tanto. El caso es que con tanto retoque y tanta historia el álbum acaba sonando demasiado perfecto, demasiado a ordenador. La producción está sobrecargada y “Origami” pierde totalmente el feeling del rock n’ roll. 


Sí, es una obra demasiado tecnológica, muy poco natural. Todo va demasiado cuadrado, todo suena como disparado y artificial. Parece música hecha por robots. Luego están por ahí incluidos los solos de Salán, que no siempre entran de forma natural. A veces parecen metidos con calzador, como forzados. Como los hubiesen soltado sobre las canciones y hala, a ver donde caen.

Y para rematarlo, la pobre labor vocal para el que es uno de los mejores cantantes del planeta. Soto canta esto sin despeinarse. No hay un solo tema que le haga esforzarse del todo. Todas las canciones van como cantadas a medio gas, quizás porque tampoco pidan más. El tono progresivo de la obra hace que así sea en un álbum en el que tendrás que escarbar para decir qué tema es tu favorito. Pues ninguno es redondo del todo. Quizás salvaría “Afterglow”, con sus sonidos de viento, pero es que lo demás me ha dejado completamente frío. "BeLie" quizás, pero es que el solo me la destroza.


Decepcionante. Quizás porque esperaba mucho más de una banda con un line-up tan genial. Estaría muy bien para unos principiantes, pero no para ellos. Aprobado raspado. Si alguien lo pone de sobresaliente es porque no se acuerda de lo que es el rock n’ roll. O que busca algo a cambio. Porque esto es un simulacro de Sons of Apollo. Muy flojo para alguien tan grande.








© Diario de un Metalhead 2019.

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