jueves, 31 de octubre de 2019

Martes que parecen sábados. AIRBOURNE + SUPERSUCKERS. Bilbao, 22.10.2019. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Sergio Blanco.

Fue a coincidir de martes. En otros sitios habría sido una ruina, en Bilbao no. La Santana27 una vez más hasta la bandera para recibir a Airbourne.

Sí, porque con ellos en esta gira venían Supersuckers, pero me dio la sensación de que pocos iban a ver a la autoproclamada “the best rock n’ roll band del mundo”. Con un sonido más guarro aún que en disco, el trío que fusiona el sonido ramoniano con el de Motörhead cumplió en el papel de telonero. Atacaron en principio con cuatro de los temas de su último “Suck It” para echar luego un vistazo al pasado, habiendo tiempo por el camino para homenajear a Michael Monroe con el cover de “Dead, Jail or Rock'n'roll” en el 30 aniversario de aquel fantástico e histórico “Not Fakin' It”.


Airbourne se presentó con una escenografía más que clásica. La batería en medio de dos muros de Marshall casi tapaba por completo la lona con el logo de la banda. Simple, pero efectiva, brutalmente visual y totalmente añeja, con solera, como la inmensa mayoría del público asistente.

“Boneshaker” es su nuevo disco, pero cuando escribimos este texto aún no está a la venta y el combo australiano se presentó en Bilbao por tanto sin él. Me temía que pudieran presentar muchos temas del álbum, pero al final apenas se quedaron en dos, la que da título al álbum y que ya conocíamos del clip de adelanto y otra más, “Burnout The Nitro”, totalmente nueva. Cuando se publique este texto el disco llevará ya unos días en la calle y sabrás de qué te hablo. 

Algunos les comparan a día de hoy aún con AC/DC. Evidentemente mantienen toda la esencia del sonido australiano de los young y de Rose Tattoo, pero Airbourne son más jóvenes y más duros, y es innegable que han mamado también de algunos grupos clásicos del heavy metal. Que llevan a Accept en el ADN es innegable, y eso por decir un nombre. Si fueran AC/DC le gustarían a la pija de tu vecina y sabes que jamás será así como nunca te verás rodeado en sus conciertos de sus amigos si no más bien de auténticos metalheads sudorosos.


El cuarteto conecta desde el primer minuto con la audiencia. La energía que desprenden desde el escenario enseguida se contagia y convierten en menos que canta un gallo un martes en sábado haciendo olvidar al telonero en tema y medio. “Raise the Flag” para abrir y “Too Much, Too Young, Too Fast” detrás para ir arrancando, dejar de bostezar y empezar a pensar que la paliza de carretera ha merecido la pena.

“Burnout the Nitro” nos deja un poco parados y “Back in the Game” no logra devolvernos a la euforia. Necesitábamos algo más duro y no tarda en llegar. “Girls in Black” pone la sala patas arriba con un Joel O’Keeffe que abandona el escenario a hombros de un asistente para colocarse en el centro de la pista y montar el show con la cerveza. 

“Bottom of the Well” con esa esencia The Cult crea una atmósfera mágica sobre el escenario que se acompaña de luces azules. En ese momento ya piensas que en sala no tienen rival y puede que así sea. “It's All for Rock 'n' Roll” va en memoria de Motörhead y el líder O’Jeeffe se prepara unas copas de Jack Daniels con coca cola, ese brebaje que empieza a llamarse Lemmy en muchas partes en honor de la leyenda fallecida en 2015. Si algún día nos acusan de alcohólicos la culpa es de este australiano loco que nos incita.


Tras “Boneshaker” suena una sirena de ataque aéreo. El rítmica “Harry” se encarga de la performance dándole a la manivela. Se viene “Live It Up” y con ella un buen agitado de cabezas además de una lluvia de cervezas procedente del escenario en vasos de plástico cuyo contenido acaba casi siempre duchando a la gente. 

El concierto estaba siendo fantástico y poco le faltaba al cuarteto para meterse de lleno a la audiencia en el bolsillo para siempre. “Stand Up for Rock 'n' Roll” fue presentada como "Stand Up Basque Country" y ya fue la locura. 

En los bises llegaron “Ready to Rock” con sus “oooooo” y “Running Wild” para completar una actuación memorable y que al día siguiente tuviésemos que tirar duro de cafeína para cumplir en el trabajo. 

Mereció mucho la pena. Con ellos el esfuerzo siempre lo merece. Enormes.

© Diario de un Metalhead 2019.


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