Por Larry Runner.
Planteo aquí una pregunta y pretenderé con esta reflexión ser lo más objetivo posible. Cada uno tendrá una respuesta, una opinión más o menos respetable a la cuestión que planteo, más o menos razonada y más o menos radical. Algunos estarán de acuerdo con mi pensamiento y otros no. Desde luego que todo tipo de opinión puede ser más o menos respetable y a buen seguro que ni yo ni nadie tendremos la respuesta definitiva, absoluta e irrevocable.
Corren tiempos revueltos en la “querida España” que cantaba la malograda Cecilia. Malos y atragantados momentos que se ven reflejados por todas partes, televisiones, redes sociales y hasta en las ventanas. Guerras de banderas y hostias como panes, algunas rozando el esperpento, con incluso gente de la misma ideología zurrándose de lo lindo y no te cuento nada lo que se puede leer en las redes sociales, sobre todo en facebook, la Red Social con mayúsculas, pues es la que cuenta con mayor número de usuarios probablemente por su facilidad de manejo, lo que hace que cualquier imbécil sea capaz de crear una cuenta, hasta el más analfabeto.
Toda esta historia, toda esta guerra que han montado con profundo desacierto los políticos que vemos a todas horas en televisión, afecta a todos los colectivos sociales, y evidentemente el mundo del metal no se ha quedado al margen.
He visto en las últimas semanas a gente enfrentarse directamente en las redes. Gente que se tenía como “amiga” en facebook insultándose. Personas que comparten aficiones, pasiones, a veces incluso su forma de vida, faltándose al respeto y hasta bloqueándose.
No he podido mantenerme al margen de todo ello, creo que nadie debiera. Todos somos ciudadanos del mundo y tenemos la obligación de mojarnos en mayor o menor medida si queremos luego tener al menos derecho al pataleo. Yo apenas he tenido que borrar a un individuo como “amigo” de facebook y la verdad que no le echo en falta. No es amigo y ni siquiera comparte pasión musical conmigo, era un ex-compañero del colegio y aún no tengo claro si le borré de mi vista por sus frases del 39 o por no soportar ver escrito algo como “ahi que matar a ostias a todos los catalanes”. Tal cual, dándole esa patada al idioma español, algo que debería ser delito en alguien que presume de patriota.
Pero a lo que íbamos, que se me va la pinza contando historias paralelas. ¿Se puede ser heavy y de derechas?
Estos días ha quedado claro que sí. Todos hemos visto alguna que otra perla de “heavy de derechas”. Obviamente, para serlo hay que hacer gala de un grado mayúsculo de hipocresía. Ser de derechas, apoyar al gobierno que encabeza Rajoy, hablar de legalidad y a la vez cantar a voz en grito o simplemente escuchar y disfrutar de las letras de “Breaking the law”, “Antisocial” o “Resistiré” no pega ni con cola. Todos mostramos a diario nuestro mayor o menor grado de hipocresía en la vida. A veces por trabajo, obligaciones familiares y mil y un menesteres. Pues bien, hay gente que por la música lo hace también.
Sí, hay heavies de derechas, capaces de ser homófobos y adorar a Halford, presumir de respetar la no siempre justa legalidad y flipar con Rage Against the Machine. Es como lo de esos partidos republicanos que aplauden al rey o lo de Sabina que va del mismo palo y lleva a Felipe y Letizia a cenar. Como los de derechas que siempre se han manifestado contra todo tipo de avances pero luego se divorcian, abortan y se casan entre gays como el resto de los mortales. Exactamente igual. Es hipocresía pura y con ello hay que vivir. No seré yo el que se lo tenga en cuenta, les seguiré respetando, pidiendo a la vez que también ellos lo hagan. Algunos son amigos, pero por lo menos ... que no nos lo nieguen. ¿Verdad? Y la próxima vez que canten “Breaking the Law”, que antes se lo piensen. Y no te cuento nada cuando canten lo de “pero alguien debe tirar de gatillo”.
Sí, ser heavy y de derechas es ser un poco hipócrita. Pero todos lo somos alguna vez. El que esté libre de pecado ...
© Diario de un Metalhead 2017.
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