Por Larry Runner.
¡GRACIAS! Una vez más, hay que decirlo, y ojalá no sea la última. La 3ª edición del Diario de un Metalhead Fest ya es historia. Fue un día intenso como pocos y tan agotador como para haber estado 18 horas seguidas al pie del cañón. Pero ... mereció la pena.
Al final, salió bien. No es fácil congregar en total a casi 300 personas frente a un escenario hoy en día. Desgraciadadamente, es algo extraordinario y es por ello que tenemos que dar las gracias a los que lo hicieron posible, porque esto no es trabajo de una sola persona.
En primer lugar a los que vinisteis a nuestra fiesta y que hicisteis que fuese fuese un éxito. Es increíble el cariño que nos disteis ayer. No creo que vaya a recibir nunca tantos abrazos y besos - hasta los tíos me los dieron ayer-. Vienen, pagan la entrada y dan las gracias, es lo más. Luego te enteras de que algunos se vinieron de Madrid, Euskadi, Cantabria, León ... un alucine. Sois lo mejor.
A Fon, por liármela y haberme metido en este berenjenal. ¡Vaya pasada, duru! A Pachi, porque sin él, seguro que no sale. Sigo sin entender que haya tanto hijo de puta en la ciudad boicoteando lo que pretende hacer por ella. Si le conocieran no le harían lo que le están haciendo y tendríamos una sala más programando buena música. A Sergio Saavedra de Siapro, el hombre tranquilo que llega el primero y se va el último y que es capaz, él sólo, de manejar todos los cables y botones que haga falta para que se pueda hacer un concierto sonando bien, sin falta de traer alemanes para esa labor.
A Vendaval y Arenia, que desde el primer momento se subieron al carro aportando lo mejor de sí sobre el escenario y un lado humano que desgraciadamente muy pocos tienen. Son geniales. A Freedom Call, porque con sus abrazos al irse ya nos lo dijeron todo. Gracias por hacernos happy la vida. Al personal de Sir Laurens, ya podemos cuidar a esta gente, porque como nos quedemos sin ellos, nos quedaremos sin conciertos. Vosotros mismos, pero yo, me tomaré las cervezas siempre dentro de la sala y no enfrente, donde no hay música.
A Dany G, que se pasó, pagó la entrada y si le dejamos se pone a trabajar porque sí; había carencias y las pasamos putas, aunque sabíamos que íbamos a salir adelante. Duru, verte allí fue pensar "ya nada puede salir mal". A Fanny, que estuvo en la taquilla porque el resto no servimos ni para dar bien el cambio. A los puntos de venta que estuvieron ahí apoyando sin pedir nada a cambio: Discos Eusebio, Pub Route 66 de Avilés, Allways Photography, El Lúpulo Feroz y Librería Paradiso. Hacen una labor encomiable y nunca valorada, son enormes. A las imprentas Noval de Pola de Siero y Cervantes de Mieres, que nos volvieron a ayudar, su poco es un mucho para nosotros. A Hueso Producciones, Jesús y Óscar, que desde la distancia estaban pendientes. Al final, salió bien, los tenéis muy gordos por fiaros de gente como nosotros. A los compañeros de prensa que se acercaron a inmortalizar el momento. Vuestra presencia, la de todos, me llegó al corazón. Y por último a mi inseparable compañera, a mi chica, a Maitane, que siempre está ahí, a la sombra y de forma incondicional. Sin ella, ni festis, ni radios, ni hostias.
A Fon, por liármela y haberme metido en este berenjenal. ¡Vaya pasada, duru! A Pachi, porque sin él, seguro que no sale. Sigo sin entender que haya tanto hijo de puta en la ciudad boicoteando lo que pretende hacer por ella. Si le conocieran no le harían lo que le están haciendo y tendríamos una sala más programando buena música. A Sergio Saavedra de Siapro, el hombre tranquilo que llega el primero y se va el último y que es capaz, él sólo, de manejar todos los cables y botones que haga falta para que se pueda hacer un concierto sonando bien, sin falta de traer alemanes para esa labor.
A Vendaval y Arenia, que desde el primer momento se subieron al carro aportando lo mejor de sí sobre el escenario y un lado humano que desgraciadamente muy pocos tienen. Son geniales. A Freedom Call, porque con sus abrazos al irse ya nos lo dijeron todo. Gracias por hacernos happy la vida. Al personal de Sir Laurens, ya podemos cuidar a esta gente, porque como nos quedemos sin ellos, nos quedaremos sin conciertos. Vosotros mismos, pero yo, me tomaré las cervezas siempre dentro de la sala y no enfrente, donde no hay música.
A Dany G, que se pasó, pagó la entrada y si le dejamos se pone a trabajar porque sí; había carencias y las pasamos putas, aunque sabíamos que íbamos a salir adelante. Duru, verte allí fue pensar "ya nada puede salir mal". A Fanny, que estuvo en la taquilla porque el resto no servimos ni para dar bien el cambio. A los puntos de venta que estuvieron ahí apoyando sin pedir nada a cambio: Discos Eusebio, Pub Route 66 de Avilés, Allways Photography, El Lúpulo Feroz y Librería Paradiso. Hacen una labor encomiable y nunca valorada, son enormes. A las imprentas Noval de Pola de Siero y Cervantes de Mieres, que nos volvieron a ayudar, su poco es un mucho para nosotros. A Hueso Producciones, Jesús y Óscar, que desde la distancia estaban pendientes. Al final, salió bien, los tenéis muy gordos por fiaros de gente como nosotros. A los compañeros de prensa que se acercaron a inmortalizar el momento. Vuestra presencia, la de todos, me llegó al corazón. Y por último a mi inseparable compañera, a mi chica, a Maitane, que siempre está ahí, a la sombra y de forma incondicional. Sin ella, ni festis, ni radios, ni hostias.
Nos vemos en 2018 con más cosas, se vienen dos alemanadas más y un fin de semana en marzo que pretendemos sea inolvidable también. Lo dicho: GRACIAS.
© Diario de un Metalhead 2018.