sábado, 14 de octubre de 2017

ELDER: Reflections Of A Floating World (2017, Stickman Records) USA.


Por Diego Rodríguez Liébanas.

Parece que fue ayer cuando el nombre de Elder comenzó a sonar gracias a la repercusión que tuvo su primer álbum. Fue en 2008 y casi diez años después podemos decir sin miedo a equivocarnos que la banda estadounidense no sólo está asentadísima en el panorama Stoner Doom actual sino que protagoniza una trayectoria ascendente que parecía haber tocado techo con la publicación de su anterior “Lore”, obra difícil de igualar.

“Lore” fue el fruto de cuatro de años de trabajo en los que la banda encontró su camino hasta tal punto que consiguieron “apropiarse” de cierto tipo de riffs, bucles, giros, desarrollos y estructuras logrando un sonido completamente propio. Por eso, lo que parecía la cristalización definitiva de sus posibilidades como banda, al final sólo fue un paso más en su evolución musical ya que este “Reflections Of A Floating World”, por mucho que me sorprenda lo que voy a decir, supera la exhibición que nos ofrecieron en su trabajo anterior.



¿Doom? Si, ese es uno de los aspectos que pueden ser debatidos tranquilamente. ¿Existen momentos Doom? Sí, pero pocos y muy difuminados lo que supone que quizá los más puristas con las etiquetas no la consideren acertada en este caso. El sonido de Elder, crudo y abrupto en su momento, ha ido cambiando con el paso de los años hasta encontrarnos en este momento con su trabajo más melódico. Además de la melodía también han ganado terreno los elementos progresivos y los psicodélicos. ¿Stoner Metal o Stoner Rock? He ahí la cuestión, ya que precisamente el constante paso de uno a otro de forma sutil y paulatina es uno de los aspectos más reseñables. El mismo riff se puede presentar rocoso, áspero y distorsionado para ir poco a poco mutando y convirtiéndose en algo que mantiene algunas notas en común pero cuyo grosor varía y su velocidad y cadencia también. Se añaden, se quitan notas o se repiten hasta la saciedad hasta hacerte entrar en trance culminando en un clímax perfectamente organizado pero resuelto de forma muy natural. Matices, matices y matices. Repetición de estructuras hasta que esas pequeñas variaciones, que son perfectamente identificables y muy disfrutables, convierten, casi sin que te enteres, lo que había en otra cosa.

Además del trabajo inmenso de seguir escudriñando la senda musical trazada en “Lore” hay varios aspectos novedosos. Los momentos vocales, por ejemplo, son incluso de menor duración que en discos anteriores pero la producción de los mismos tiene más volumen, mayor nitidez y tanto su trascendencia en el tema como su influencia en el desarrollo del mismo son mayores. En otros trabajos las voces parecían un apósito, algo completamente intrascendente e incluso escondido, como una obligación que debía cumplirse. Sin embargo, en “Reflections…” aunque ya digo que no se amplía la temporalidad, cuando Nick DiSalvo canta su voz es más refinada, es protagonista y las melodías vocales están mucho más trabajadas. Otra novedad es la inclusión del teclado que no predomina pero que logra hacer suyos de diferentes maneras variados y cuantiosos pasajes a lo largo del disco.


“Reflejos de un mundo flotante” ni más ni menos. Acertadísimo título. Como si de la banda sonora de una obra pictórica expresionista se tratase nos trasmite colorido, vitalidad, dinamismo, movimiento… Es impresionante cómo está evolucionando el Stoner en los últimos tiempos. De aquella celebración de todo lo que fuera considerado Sabbáthico y el homenaje continuo al riff repetitivo se ha llegado a rozar el jazz por momentos como en este disco de Elder, que junto al anterior, pasan de ser trabajos interesantes a convertirse en obras maestras únicas y paradigmáticas. Vanguardia musical alcance de todos los oídos.






© Diario de un Metalhead 2017.

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