Por Larry Runner.
Llevan más de media vida en este puteado mundo de la industria musical española. Tuvieron su momento de gloria, en el que llegaron a triunfar no sólo aquí, si no incluso en países como Alemania -aunque parecía ir con hierro a Bilbao- y todo lo conseguido siempre fue a base de trabajo, honestidad y modestia. Jamás le hemos visto un mal gesto, una mala palabra, siempre han sido constantes y fruto de ese trabajo y esa forma de ser, se han ganado con el paso de los años el respecto de todos y la admiración de muchos.
Esto que os cuento del respeto pensaba que era cosa mía, pero no, es algo que comprobé la última vez que los vi en directo. La gente les tiene una profunda cortesía. Quizás por eso sigan aquí aunque el estilo no viva su mejor momento. Eso sí, poco tienen que ver los TIERRA SANTA de hoy en día con los de sus comienzos y su época dorada donde lo suyo era el Power Metal y no el tono hard rock tranquilo de ahora.
He perdido la cuenta de los discos que llevan ya. “Quinto Elemento” viene a cubrir una necesidad de la propia banda, porque realmente si vas a verles en directo tienen repertorio de sobra para hacerte vibrar y no necesitarían de más temas nuevos que añadir a su set-list.
“Quinto Elemento” no es ni de lejos el mejor álbum que ha parido la banda. No me ha aportado nada del otro mundo a pesar de haberle dado un montón de vueltas antes de echarme al teclado a describir mis sensaciones. Tirando casi siempre de medio tiempo, el disco navega en un mar tranquilo, sin sobresaltos, sin oleajes que sorprendan, sonando ligero con temas que no llegan a emocionar del todo. Esta es la sensación que percibo hasta el tema octavo. Sólo ahí cambia mi sentir.
Los últimos tres cortes son los que de verdad me han gustado, me han hecho percibir buenas vibraciones. Son las canciones con las que me quedo y creo que se han concentrado lo mejor ahí en el final del álbum a excepción de "Caín".
“Entre el bien y el mal” casi me transporta a los mejores tiempos del grupo, como quizás también lo haga el single "Cain" canciones que tienen la esencia de entonces, ese cabalgar que nos enganchó en su momento y nos dio horas y horas de disfrute escuchándolos a todo volumen. La purpleliana “Fuego en el Paraíso” se ha convertido en mi favorita. Por último, “De la calle al cielo”, es una preciosa balada de dura letra que llega al alma. El resto del álbum me suena bastante uniforme y casi diría que un tanto plano.
“Quinto Elemento” es un disco que aprueba, no es un mal álbum, pero está lejos de aquellos discos de principios de siglo a los que tantas y tantas horas dedicamos en su momento. Esperaba mucho más de este retorno con Dan Díez en el line-up, por eso me he quedado un tanto así. Quizás sea sólo cosa mía. Quizás.