lunes, 24 de agosto de 2015

Diario de un Metalhead. Capítulo XXVII: The Wickerman.


By Larry Runner.

Primavera de 2000. Llegaba el buen tiempo, el calor, los festivales, las ganas de salir, poner el chaleco y a gozar. Como siempre, tras el invierno, deseaba que llegase el tiempo del sol y quitar la ropa de abrigo, pero aquella primavera de 2000 era aún más deseada que otras. Había una muy buena razón por la que esperar casi con ansiedad que llegase el mes de abril. Apenas un año antes Bruce Dickinson y Adrian Smith habían regresado a IRON MAIDEN y sus fans vivíamos pendientes de escuchar el nuevo álbum, porque algo nos decía que "The Irons" no nos iban a decepcionar. Y así fue, no nos fallaron. Un mes antes de que el nuevo álbum saliese a la venta, nos llegaba el single, The Wickerman

Fue una increíble sensación. No podía parar de escucharlo, e imagino que a todos los fans de IRON MAIDEN que lo son tanto o más que yo, les pasó lo mismo. Fue una alegría inmensa. Como un volver a la vida tras tantos años de bandazos y de pasar una época oscura que rodeó a la banda y que casi la lleva a desaparecer, pues no fueron pocos los que le dieron la espalda tras la huida de la pareja Dickinson/Smith.


Y venga, y vuelta, y venga cantar el estribillo y el "uoooooo, uooooo, uooooooo, uooo ooo". Y otra vez a hacer air guitar disfrutando del solo de Adrian Smith. Lo mejor de nuestros héroes estaba en la canción, que venía firmada por Dickinson, Smith y Harris, casi nada. Aún hoy en día soy incapaz cuando la pincho de ponérmela sólo una vez.

EMI publicó ediciones de lo más variado, en cd, en vinilo, con póster, sin póster, con unos temas en la cara b, con otros distintos y qué se yo cuantas más. Ni siquiera hoy en día tengo claro cuantas editaron, yo cuento con seis en mi colección, las que aparecen en las fotos. Daba igual, la casa por la ventana. Nunca un dinero había sido tan bien gastado. 

The Wickerman estaba aquí, IRON MAIDEN, ahora sí, estaban de verdad de vuelta. Un mes más tarde saldría Brave New World y lo compraría en CD, Doble Picture de Vinilo y Cassette y sí, todo volvía a ser como antes. IRON MAIDEN volvían a ser los nº1 y ser heavy volvía a ser motivo de orgullo. Nunca un single de IRON MAIDEN significó tanto, nunca otro ha sido capaz de igualar aquella ilusión. Comenzaba un nuevo siglo y IRON MAIDEN iban a seguir mostrándonos el camino acertado.


Up The Irons!

Larry Runner, socio del Iron Maiden F.C. nº 22987.

© Diario de un Metalhead 2015.

1 comentario:

Orlando dijo...

Es como si el parentesis que se tomaron Bruce y Adrian con el grupo , les hubiera venido bien , bueno , y al grupo, despues aquellos dos discos que , por otro lado no estuvieron mal del todo, se le dio una caña al bueno de Bayley , que parece que tuvo que haber pedido perdon por haber sido vocalista de La Doncella , caña que no llevó Di'anno , a pesar de que le tuvieron que echar .