By Sonia M.
¿Sabéis cuando veis un video de una banda que os gusta mucho en directo y los odiáis casi al instante sobre todo por lo mal que lo hace el o la cantante? Básicamente porque no suena ni la mitad de lo que sonaba en disco. Pues bien, en esta ocasión ha sido un poco de casualidad que haya descubierto a estos chicos de Belgrado. Viendo vídeos de diversas actuaciones en directo de bandas que me gustan pero que nunca he podido ver en vivo, descubrí a esta formación. Menuda sorpresa. Sonaban estupendos. Así que no dudé en informarme y conocer más de estos DESTINY POTATO, que además por el nombre me dejaron torcida. Y sí también me sorprendieron por la voz femenina. Angelical, limpia. Y en directo muy bien.
Así que me encuentro con el debut desde Belgrado nada más y nada menos de DESTINY POTATO, bautizado como Lun. Lo primero que me sorprendió del grupo fue la mezcla de la base, como a su rollo y la voz de Aleksandra, a otro. Una base muy del metal progresivo más moderno, en la onda más djent si así me entendéis mejor. Mucha influencia de PERIPHERY, pero con varios matices. También el registro de Aleksandra lo hace todo muy curioso. Tiene una voz muy similar a la de Hayley Williams de PARAMORE. Lo que os digo, una mezcla explosiva. Rasga la voz en contadas ocasiones, pero cuando lo hace es brutal.
La base instrumental, como os decía, es perfecta. Los que se meten a hacer este tipo de historias se lian bastante la manta a la cabeza, pero hay que saber transmitir algo, y DESTINY POTATO , para mi personalmente lo han conseguido. También hay que decir que sin esa voz acompañando quizás habrían pasado por otra banda más del rollo. ¿Qué metemos un rollo con acordeón en un tema? Pues claro, y con dos narices, ahí tenéis Lunatic. O un toque a THE HAARP MACHINE en el corte que cierra el disco, Addict.
Os va a gustar si os molan estas mezclas, es más os aseguro que os va a flipar tanto como a mi. ¿Quieres algo diferente? ¿Quieres experimentar más allá de lo que conoces? Pues aventúrate con el destino de la patata, que por otra parte vaya nombre. Toda una experiencia, de verdad.
© Diario de un Metalhead 2015.
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