The Dark Matter significa la presentación, el debut discográfico de los euskaldunes EXTINCION, banda con músicos que no siendo viejos sí que son veteranos de la escena de su tierra y si miras en su pasado te encuentras nombres de bandas que han dado que hablar en el pasado del metal de este país como Legen Beltza, Phthisis o Clockwork por ejemplo.
La introducción Pioneers of the Deep Abyss te va preparando para esperes que aquí va a suceder algo muy gordo. Y pasa, vaya que si pasa. The Dark Matter es la primera canción del disco, además de la que le da título, y comienza con una rítmica que inmediatamente te hace mover la cabeza. La dupla bajo/batería es rompedora, como en todo el disco, con un trabajo a los tambores que me encanta, que es realmente bestial, aunque todo en The Dark Matter lo es.
Sobre esa base rítimica contundente formada por el batería Iván Hernández y el bajista Andoni Bassman, en la que a veces toma protagonismo destacado el bajo, las guitarras vienen limpias, lo cual choca con la voz, brutota, gutural, consiguiendo un thrash de tintes death que es una lucha de contraste constante a lo largo del todo disco entre melodía y brutalidad.
Además de esa antítesis de sonidos entre lo bruto y lo melódico, existe el juego de los cambios de velocidades constantes. Dentro de un mismo corte puedes descubrir una parte muy rápida que luego va seguida de un medio tiempo, siempre marcados por esa batería aporreada al límite.
Si The Dark Matter es un buen tema para comenzar, no te cuento Amaigabeko Iluntasuna, con ese riff espectacular desde el principio. Difícil no darle al rewind y volver a escucharla. Zagadka es un corte instrumental de muy buen gusto con órgano más guitarra que te lleva a Father To Son. Más de ocho minutos con un comienzo a lo Megadeth, en el que luego cambian de palo constantemente con cada variación en el ritmo, con partes rápidas y otras más lentas y ese sonido de órgano que se cuela por detrás en algún momento y que le da un plus. Temazo que roza lo sublime cuando llega al solo, con esa guitarra tan limpia apoyada en la cera que dan de continuo los dos brutos bajista y batería. Joder, me encanta. Sí!
Los textos van en inglés y en euskera y el disco, de siete cortes, se hace corto. Pero prefiero que sea así. Siempre lo digo, mejor cinco o seis temas buenos que diez con cuatro de relleno.
Voyager con acústica y una voz de claustro nos lleva a la final Revelations, que nada tiene que ver con la de Iron Maiden, aunque cuando le eché el guante al disco por primera vez y vi el título tuve media erección pensando en si sería un cover. No importa. El corte final es tan bueno, que mejor que sea algo propio y no una versión. Ekaitz una vez más tira de brutalidad en la voz, que no en la guitarra, él marca el tira y afloja en el sonido de la banda. Con su voz le da el punto bestia, y con la guitarra resta brutalidad cuando él quiere. Ese contraste evita monotonía y hace de The Dark Matter un disco ameno que se hace muy corto.
Uno de los discos del año. Tiene que dar que hablar. Llevo tiempo escuchándolo y en cada pasada le ganas un punto más. Llega a tal nivel que no me quedo contento con este análisis ni mucho menos. Seguro que me he quedado muy corto describiendo todo lo que incluye The Dark Matter, pero es que ya lleva mucho tiempo aquí conmigo y necesitaba publicar de una vez lo que pensaba, aunque en menos de un mes quizás tuviera que reeditar la entrada y sumar detalles.
Altamente recomendado.
© Diario de un Metalhead 2015.
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