📝 Larry Runner.
Tendría que haberle dado caña a este disco mucho antes, pero llegó en un momento incómodo para mí, envuelto en plena vorágine "croniquera", con mucha labor en la agenda y... lo tuve que dejar aparcado.
Y es que viendo la alineación de esta nueva banda gallega, no podía ponerme a escribir sin más, sin darle unas cuantas vueltas a este “Susurros” que amablemente nos hizo llegar The Fish Factory. Así que me perdonen el retraso, no quería escribir a la ligera sin degustarlo con calma. Hice bien.
Fíjate lo que te voy a contar, quién está metido en esta nueva aventura. Verás que con los nombres que te voy a dar, a la fuerza que lo que te voy a contar ha de ser bueno. Pacho Brea está a la voz; José Rubio y Robert Beade a las guitarras; el bajista es Juanjo Cobacho y en la batería tenemos a Joaquín Arellano, a.k.a. “el Niño”. Casi nada.
Todos ellos están metidos en un millón de proyectos, con lo cual no deja de ser una sorpresa que hayan unido fuerzas bajo un nuevo logo.
Quizás la mayor de las diferencias de este “Susurros” con otros proyectos de nuestros protagonistas es que Brétema nos trae un estilo Hard Rock y no el Heavy Metal que pudiéramos esperar por parte de los protagonistas. Ponte la canción que da título al disco y verás que no te miento.
Los riffs supuran esencia 80’s, aires de Sunset Boulevar, aunque tranquilo, no es que de repente se hayan puesto ciegos echándose laca. Mandan las melodías, pero sin buscar una excesiva comercialidad, algo que despejan sobre todo con los afiladísimos solos que aparecen en las canciones. Bien es verdad que el disco viene cargado de estribillos que sin duda te enganchan con las sucesivas escuchas, y sí, es música edulcorada, pero sin llegar al exceso ni a empalagar. No se pasa de dulce, ni siquiera cuando se ponen en modo balada como en “Alguien para amar” o en "Decirte Adiós".
Pacho Brea está realmente bien a la voz, mostrándose cómodo con las composiciones, que no buscan el exceso y que tampoco le exigen más allá de lo necesario. No hacen falta gritos, aunque en "Niebla" aparecen.
Tampoco es que hayan dado la espalda del todo al Heavy Metal, ahí tienes “Vuela” y el arreón de "Niebla", colocada con mucho acierto al final, pues es de largo la más floja del disco. Hay riffs cañeros, que en general te pueden recordar más al estilo Lynch, Oz Fox o Norum que a Accept. Ahí está la clave, tirando de armonías mágicas.
Canciones como “Tiempo” me entraron de primeras. Otras fue con las sucesivas vueltas, pero acabó gustándome el disco por completo, y creo que no exagero si digo que es de lo mejor que han parido todos ellos, y mira que no les falta trayectoria a los protagonistas.
Me ha encantado. Me ha traído muchos recuerdos de una época mucho mejor. Maldita nostalgia, maldito "Tiempo" que me ha "Perdido en el Ayer".
Sin duda alguna, un discazo de impresión. Ojalá coseche lo que merece.
Oscura Luz
Susurros
Alguien para Amar
Tiempo
Vuela
Perdido en el Ayer
Decirte Adiós
Mi Mundo
Gris
Niebla
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