📷 Jaime Photolive.
Amanecíamos el domingo, último día de la dura semana del HELLFEST y lo hacía con sol, perfecto para secar toda la ropa de la noche anterior, que estaba hecha una pena.
Por suerte en Clisson, los episodios de agua en estas fechas suelen limitarse a un solo chaparrón intenso cada edición y ya, con lo que el terreno del recinto no se resiente demasiado y eso es de agradecer.
Una vez más, el cansancio nos impide prepararnos para ver algunos conciertos que son demasiado pronto. En esta ocasión nos perdimos los bolos de HIGH ON FIRE Y CALIBAN, con lo que después de comer en el campamento entramos para el concierto de FRANK CARTER. Como íbamos con margen, aprovechamos para un último viaje en la noria, que siempre mola echar un último vistazo desde las alturas al recinto en un día tan bonito y soleado como fue este domingo.
De ahí directos al Main 2, donde estaba a punto de empezar el británico, antiguo cantante de GALLOWS, banda que me gustaba muchísimo más que sus actuales RATTLESNAKES, pero la verdad que en esta ocasión disfrutamos mucho de su concierto. El tío es un fuera de serie, enfundado en un traje, pelo engominado y su energía habitual, Frank consigue poner al público patas arriba, haciendo unos circle pits gigantes, lo cual no debería ser sencillo cuando el estilo de tu banda no pasa de rock alternativo con tintes de post punk. Se baja del escenario, se mete entre la gente y canta mientras miles de personas le rodean constantemente bailando y saltando sin cesar. La verdad que hace un show elegante y a la vez macarra como pocos, y en resumen, tiene bien merecida la fama que ha cosechado estos años. Tuve la oportunidad de saludarlo y hacerme una foto con él en la zona de prensa y tiene pinta de ser un tío simpático. Presentaba su último disco "Dark rainbow", del que sonaron cuatro temas de los once que tocó en total. "Can I take you home", "Self love", "Wild flowers", "Kitty sucker", "Devil inside me", "The drugs", en la que alguien del público le ofrece algo a lo que responde que él no toma drogas, jaja, muy grande. "Brambles", "My town", "Crowbar", "Man of the hour" y para terminar "I hate you" fue la lista completa de temas.
The Black Dahlia Murder |
Pasamos al Altar para despedirnos de este escenario por este año, pues iban a empezar THE BLACK DAHLIA MURDER, la banda de Michigan, que no había tenido el placer de ver, y que por desgracia nunca podré valorar justamente, pues su fama y su gran época fue con su tristemente fallecido cantante Trevor Strnad en 2022. Desde entonces Brian Eschbach, el otro miembro fundador de la banda dejó su puesto en la guitarra rítmica para pasar a las voces, y en mi opinión lo hace muy dignamente. El concierto de la banda de death melódico fue sólido, con una carpa a reventar que tenía muchas ganas de disfrutar del show. El sonido fue mejorando de principio a fin, pero me esperaba más en ese aspecto, pues no fue lo que me habían descrito gente que los había visto antes, cañeros, sí, pero no llegó a sonar con nitidez, ni con la pegada y la definición de las melodías esperables de esta gran banda. El concierto fue un setlist de clásicos, con recuerdos emotivos a su fallecido compañero, y pasando absolutamente de su futuro disco, que saldrá en septiembre de este año. "What a horrible night to have a curse", "Carbonized in cruciform", "Statutory ape", "Every went black" o "Miasma", fueron algunos de los clásicos que sonaron.
Batushka |
Caminamos escasos metros para despedirnos de la otra carpa, el Temple, para escuchar el afamado directo de BATUSHKA. La banda creada por Drabikowski y Krysiuk, que después de pelearse en 2018 comenzaron una batalla por los derechos de la banda, y que de momento ha ganado Drabikowski, hacen un show litúrgico de la iglesia ortodoxa autocéfala de Polonia. Llama la atención la decoración cuidada al detalle y unos uniformes increíbles que ocultan sus identidades. En cuanto al sonido fue sencillamente brutal, uno de esos bolos que merecen la pena en cuanto a sonido, con unas atmósferas impresionantes y sin descuidar absolutamente ningún aspecto de la actuación. Las voces son maravillosas y tal cual parece que estés en una catedral ortodoxa escuchando melodías blackmetaleras. Cierto es que al final se hace muy monótono, pero una vez en la vida es aconsejable ver el show que se montan estos polacos. Con esto terminaba nuestra andadura en las carpas, y es una pena, porque los solapes de las actuaciones nos iban a privar de escuchar en directo a SUFFOCATION (Que espero ver en Agosto), a I AM MORBID Y A DIMMU BORGIR, una pena.
Batushka |
Nos restaban ya solo tres actuaciones, y serían todas ya en los Mainstage, QUEENS OF THE STONE AGE, THE OFFSPRING Y FOO FIGHTERS. Prometía ser un fin de fiesta divertido, lo mejor que puede pasar después de tantos días de festival. Otros años hubo grandes conciertos para terminar, pero de otros estilos, y con el cansancio acumulado te cuesta disfrutarlos. La elección de este año para acabar fue magnífica, así nos lo parecía y así se confirmó. Arrancamos en el Main 1 con los Queens, que venían cosechando grandes críticas de su gira por su show, su sonido y su espectáculo en general. Por desgracia nos tocó la excepción que confirma la regla en la gira del grupo del carismático Josh Homme. La banda estuvo bien, y el setlist cojonudo, pero tuvimos la mala suerte de que un aire racheado deslució el sonido casi por completo. Solo al final pudimos disfrutar en buenas condiciones algunos temas, con lo que costó más meterse en el concierto. Aún con todo lo pasamos en grande cantando los temazos de los norteamericanos, donde su líder Homme lleva todo el peso. Setlist extenso con tres temas de su último disco y otros doce que recorrieron su discografía, donde no faltaron "Regular John", "Little sister", "No one knows", "Go with the flow" dónde todo empezó a sonar mejor por suerte, porque menudo temazo en directo, o "Song of the Dead", con la que terminaron un buen concierto, quizás no tan bueno como esperábamos, pero no fue por culpa de la banda.
I Am Morbid |
Nos quedamos en nuestro sitio, conscientes de que teníamos un sitio perfecto para FOO FIGHTERS, y seguimos desde ahí el bolo de THE OFFSPRING, que tocaban en el MAIN 2, el cual veíamos también perfectamente desde ahí. En este momento mi objetivo y mis ilusiones estaban puestas en Foo fighters, grupo que ardía en deseos de ver, además, las últimas giras de Offspring me habían parecido un poco tostón, con setlists salpicados de parones de ritmo y muy lejos de la chispa de los años 90. Pues nada que ver amigos, pedazo de concierto, salvo "Make it allright" de su último disco y la innecesaria "Hammerhead" el set fue increíble, con un sonido como nos les recuerdo en muchísimos años. En ese momento estábamos ya casi toda expedición junta dispuestos a bailar y a contagiar a todo el mundo alrededor, y vaya si lo conseguimos, hay documentos gráficos que lo atestiguan. De ahí al final de FOO FIGHTERS todo iban a ser bailes, exaltación de la amistad y buen rollo. Ojo a la lista de temas de los californianos: "Come out and play", "All I want", "Want you bad", "Staring at the sun", versión de "Blitzkrieg Bop" de los RAMONES, "Bad habit" (brutal), "Gotta get away", "Why you don’t get a job", "Pretty fly (for a White guy)", "The kids aren’t allright" y para acabar "You’re gonna go far kid" y "Self steem". Una auténtica locura de bailar, sudar y cantar, y quedaba el remate final.
Sin tiempo para componerse intentamos conseguir algo de bebida y comenzaba el culmen de esta gran edición del HELLFEST 24. La banda de Seattle, formada por el tío que se parece al batería de Nirvana, se marcó dos horas de clásicos, llenas de emotividad, buen rollo y rock sin concesiones. No pudimos parar en todo el concierto, se nos hizo cortísimo de todo lo que disfrutamos, ojalá hubiera durado cuatro horas. Solo hubo tiempo para un tema de su último disco "The teacher", en su único fallo, pues poner este tema como penúltima canción causó una relajación en la actuación que nos hizo creer que quedaba todavía mucho show, y no fue así, después de esa llegó "Everlong", para acabar un show que nos dejó la sonrisa puesta permanentemente hasta que nos fuimos a dormir unas horas después. El resto del concierto fue impecable, que pedazo de banda, que maravilla la energía de Dave Grohl y como es capaz de emocionar con esa manera de romper la voz. Por otro lado no sorprende a nadie que la elección de Josh Freese (NIN, A perfect circle, Guns and roses), para suplir al mal logrado Tylor Hawkins era una apuesta segura, que manera de repartir y que clase que tiene. El set de temas fue el siguiente: "All my life" (minuto uno y la gente de vuelta y media, así hasta el final), "No son of mine", "The pretender", "Walk" y "My hero" (imposible no emocionarse en estos dos himnos), "Times like these", "White limo", "Stacked actors", "Breakout", "The sky is a neighbohood", "Learn to fly", "Arlandria", "These days", "Monkey wrench" y "The best of you", que fue una comunión entre la banda y público con un final apoteósico.
Al final se confirma que para acabar un festival de este tipo debería ser obligado acabar con grandes grupos sí, pero que sean una fiesta, no hay mejor manera de salir por la puerta del recinto deseando que llegue ya la siguiente edición, a la que sin duda no faltaremos, si nada raro ocurre, y en la que con treinta entradas, será en la que nuestra familia particular sea la más grande y mejor. Larga vida al HELLFEST!! (y al LE-OFF).
foto portada: The Black Dahlia Murder.
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