📝 Larry Runner.
La reciente visita de Grima con Ultar me ha afectado más de lo que debiera. Tengo que reconocer que estoy un poco obsesionado con el metal del mal, el Black Metal me hace disfrutar como hacía tiempo que no lo hacía.
He llegado al punto de que al final me he tomado la molestia de recopilar todo el material y colocarlo en un mismo instante para no perder tiempo en búsquedas. Me llevó una tarde entera y moviendo todo y a buen seguro que alguno se ha quedado entre el resto de los discos y no ha venido a parar al estante más oscuro de casa, pero acabará tarde o temparano por reunirse con sus hermanos sonoros. El caso es que revisando todo, me he encontrado con más de una joya olvidada, muchas de ellas como la que me ocupa ahora, han cumplido de forma reciente un par de décadas.
“Zemsta” fue el segundo álbum del proyecto polaco Hellveto, desaparecido en 2012 tras publicar la friolera de quince lp’s además de una buena colección de recopilatorios, singles, demos, etc. Fue uno de los primeros discos que de verdad gocé del estilo. El enigmático Filip Mrowiński, aka L.O.N. era el responsable de todo lo que sonaba en sus discos, algo que sigue haciendo hoy en día con otros proyectos en los que está envuelto.
“Zemsta” es un disco sumamente oscuro pero al que no le falta la melodía que me hacía imprescindible en aquellos tiempos poder llevármelo a los oídos. He retomado el disco ahora, 20 años después de su edición, y tengo que decir que estoy seguro de que me gusta más que entonces.
La música de este trabajo es Black Metal totalmente sinfónico. El autor no repara en recursos a la hora de colocarnos en la época medieval con las orquestaciones que adornan todos los cortes de este fabuloso trabajo y que están presentes en todo momento junto con las guitarras, aunque tengo que decir que el disco es más orquestal que otra cosa, con la utilización de ampulosos coros. La producción no es ninguna joya, pero tampoco es tan mala como para afear el resultado final. Las voces solistas son eminentemente podridas, totalmente satánicas. Poco importa el mensaje pues está en polaco, idioma que no domino, obviamente, pero las sensaciones se transmiten de igual forma, siempre eso sí, vestidas de un acompañamiento coral sobresaliente.
Seis son los cortes del álbum, aunque no es un disco corto, se va casi a los 40 minutos.
Abre con “Wstêp. Poranek Martwego Soñca”, tema que va creciendo de principio al fin pues a él se le van sumando instrumentos a medida que pasan los minutos hasta hacerlo totalmente grandilocuente, como ocurre con todo el álbum
“Akt I. Od Halgilibrum Po Blakagir” es más rápida en algunas partes, y en otras totalmente calmada, pues tiene varios cambios. Es el tema más largo, se va hasta más allá de los ocho minutos, pero es ameno por la cantidad de cambios que tiene.
“Akt III. Zapomniana Wyrocznia” tiene musicalmente una onda que no puedo evitar me recuerde a In Extremo por el sonido del arpa eléctrica y ese sonido acústico que la inunda en el comienzo. Es más pausada, más tranquila y va un poco por libre en el disco, aunque poco después de la mitad arranca con las guitarras a tope de velocidad. Muy sorprendente y con un grandísimo e inesperado final.
“Akt IV. Dni Okupione ezami” arranca huracanada para luego sufrir cambios de ritmo y volver al reinado de lo sinfónico.
El disco se cierra con “Zakoñczenie. Smak Cierpienia”, un largo, lento y fantástico epílogo.
Sin duda una fantástica obra que doy gracias de haber conservado todo este tiempo para poder gozarla ahora en su plenitud. Dos décadas tiene el disco. Ha envejecido muy bien.
Que pase el siguiente, sigo con mi obsesión del momento. Si quieres escucharlo lo tienes en el bandcamp Neoheresy, el último proyecto conocido del autor.
Wstêp "Poranek Martwego Soñca"
Akt I "Od Halgilibrum Po Blakagir"
Akt II "Plonace Posagi"
Akt III "Zapomniana Wyrocznia”
Akt IV "Dni Okupione ezami"
Zakoñczenie "Smak Cierpienia"
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