sábado, 10 de agosto de 2019

RHAPSODY OF FIRE: The Eight Mountain (2019, AFM) Italia.


Por Larry Runner.

Tengo que reconocer que hasta que no les vi en vivo en el Z! Live Rock Fest de Zamora no di por buenos a Rhapsody of Fire. Se separaron y di por buena a la otra versión del grupo, a la de Turilli y Lione, ignorando bastante esta en la que capitanea Staropoli.

Fue verles en directo y cambiar todo. Me encanta Giacomo Voli, me parece un cantante excelente y sinceramente, ha sido el responsable de que después de muchos años un disco de Rhapsody, en este caso de Rhapsody of Fire, haya sido llevado a mis oídos una y otra vez. No digo que haya escuchado este “The Eight Mountain” haya sido disfrutado tan intensamente como aquel “Symphony of Enchanted Lands” el anterior “Legendary Tales” o el posterior “Dawn of Victory”, eso es imposible. Pero sí que con “The Eight Mountain” los he escuchado más que nunca en los últimos dieciocho años. Que ya es decir.


La culpa como digo la tiene la voz de Giacomo Voli, pero también lo buenísimos que son los temas de este disco que casi está a la altura de aquellos incunables de los comienzos de la banda italiana cuando eran un todo unido que enganchaba a todo el metaleo ya no solo europeo, si no incluso mundial, pues el grupo llegó a ser conocido incluso en Estados Unidos gracias al altísimo nivel de sus magníficas composiciones.


“The Eight Mountain” lleva aquella línea. Staropoli nunca cambiará. Las canciones, que como digo son muy buenas, crecen y crecen a base de orquestaciones y coros. Nuevamente te trasladan a mundos épicos de fantasía, y si te tomas tu tiempo con este disco, te engancha del todo. A mí me ha ocurrido como para ser uno de esos que necesito tener “original”, no vale copia digital. Ha de estar en la estantería, porque será el disco al que vaya a meter mano cuando sienta la necesidad de meterme una dosis de epicidad powermetalera. 



Vale que no ofrece nada nuevo, nada que no conociéramos de antes, pero sí que ofrecen canciones que enganchan y no te llevan al tedio como pasa con la inmensa mayoría de discos del género. Títulos como “Warrior Heart”, "Master or Peace" o “Rain Of Fury” son pura crema. Películas sonoras. Es eso, han logrado que cuando me calzo los auriculares recupere sensaciones que creía olvidadas. La fusión del heavy metal con los sonidos medievales es de perfección absoluta en un álbum ejemplo de lo que ha de ser la melodía y los sonidos sinfónicos lejos además de las cursilerías que encontramos en muchas de las bandas del estilo. Es tan bueno que hasta perdono la artificialidad de su sobreproducción, aunque es una pena que la batería no tenga un poco más de fuerza por ser tan de bit.

“The Eight Mountain” es un disco impresionante y para mí de largo recorrido, porque incluso tiene giros que te acercan a los primeros discos de Rhapsody, y eso es muy de agradecer. He regresado a las tierras encantadas. Sublime. Perdérmelos en su próximo tour sería traumático.







© Diario de un Metalhead 2019.