jueves, 22 de agosto de 2019

TSUNAMI XIXÓN. 2-3.08.2019. Crónica y fotos. Parte 1 de 2.


Por Jorge López Novales y Julia Martínez Lombó.

¿Festival Tsunami? ¿Eso pega en Diario de un Metalhead? No se puede obviar algo tan grande y nunca se ha dejado de reseñar su presencia en Diario. Lo que no voy, a nivel personal, es profundizar en grupo grandes como Offspring, NOFX… otros ya se han encargado de hacerlo y no creo esas bandas se sientan mal porque no lo haya hecho. Había más grupos… Empecemos un viaje al corazón del festival.


La Laboral de Gijón, el emplazamiento que alberga el Tsunami, en su medio siglo de historia ha visto muchas cosas. En un primer momento fue pensado que fuera orfanato minero y antes de ser terminada paso a ser Universidad Laboral dirigida por los jesuitas. El conjunto pasó a ser Instituto en los 80, época por el que la Laboral sufrió un abandono que casi termina en su derribo para construir viviendas. 

Afortunadamente se empieza a rehabilitar el complejo en 2001 y ya en 2007 recupera su viejo brillo. Actualmente es un centro cultural, Laboral Ciudad de la Cultura, donde además una muy amplia oferta cultural hay espacio para algunos grados de la Universidad de Oviedo, el Centro Superior de Arte Dramático, el Conservatorio Profesional de música y danza e incluso la Sede de la TPA (Televisión Autonómica de Asturias)


El primer fin de semana de Agosto es una fecha complicada para moverse en Asturias: mucha oferta festiva donde encontramos, entre otras, las grandes citas de la Fiesta de las Piraguas, Feria de Muestras, ¿Xiringüelu? Aun así el festival ya tiene entidad suficiente como para encontrar su hueco en los medios de comunicación y un público, más que numeroso, que no renuncia a su música.

¿Por qué hablar de la Laboral? Porque no se entendería que el Tsunami funcionara en otro lugar. Aquí se han desarrollado las tres ediciones y con alarma hemos visto el último año cómo surgieron algunas voces queriendo buscar otra ubicación para el festival. La única preocupación de los responsables del Tsunami debería ser cómo gestionar un crecimiento tan rápido. Y hay una limitación clara, el aforo que ofrece el Patio Central donde se desarrollan los conciertos del escenario principal y ofrecer grupos en los dos escenarios que hagan que el público se desplace de uno a otro, o que aproveche las zonas de “descanso” para tomarse un respiro.


En estos tres años se ha repetido algún grupo, incluso cabeza de cartel. Y eso ha sido gracias a la demanda de grupos como Offspring o Berri Txarrak y con ello nos hemos encontrado con un soldout de más 25.000 personas. El escenario principal sólo caben unas 8.000 personas, así que el tema de diversificar estilos ha funcionado.

Sin un cartel atractivo en el Tsunami, con un total de treinta grupos, la gente de fuera no vendría y eso es lo que da vida a este festival. Se ha buscado un nicho, una necesidad, un festival de grupos punkrock y se ha apostado por ello. Intentar abarcar lo máximo posible desde Carolina Durante, o algo tan lejano, en su momento, como The Prodigy, a Toundra o el Altar del Holocausto para atraer a su público. Aún así, el que lo quisiera, tenía por delante algo más de diez horas de música diarias, sin contar con los conciertos del Skatepark de Cimadevilla y la Plaza del Ayuntamiento, sin necesidad de pegarse una pateada.

Primeramente decir que nos fue imposible acudir a los escenarios gratuitos que se ubicaron en Gijón. Tuvimos que dirigirnos a la Laboral directamente, teniendo serías dudas sobre nuestras posibilidades de encontrar aparcamiento, al no poder llegar con margen de tiempo antes de la apertura de puertas. Ya en las inmediaciones había caravanas y multitud de coches, además la propia organización ocupaba un trozo del aparcamiento delantero, sin embargo, pocos minutos antes de la apertura del festival había sitio al lado de la puerta de acceso. El que no pudiera llegar hasta más tarde se encontraría con diversos espacios de aparcamiento, habilitados en las inmediaciones del recinto, y bien señalizados por la organización.


Acompañaba el buen tiempo, con lo que desde primera hora pudimos ver a gran cantidad de público. Quejarse por el calor en Asturias tiene delito, si alguien de fuera tuviera que enfrentarse a la alternativa al calor… no se quejaría tanto, pero es cierto que un poquito de sombra en el escenario B durante los primeros conciertos se agradecería.

Las colas para conseguir las pulseras de acceso parecían ágiles y había un amplio despliegue de personal. Así que sin dilación entramos al recinto.

La responsabilidad de abrir el Tsunami 2019 fue de los suecos Satanic Surfers y su Hardcore Melódico/Punk Rock. Fue un buen arranque. Cuatro años han pasado desde su regreso (disolución 2007) y uno desde que publicaran su buen “Back from hell”. Lo primero que me llamó la atención fue ver a Rodrigo Alfaro a la batería y como cantante, cuando desde el regreso de la banda, atiende exclusivamente a laborales vocales por todo el desgaste que conllevaba combinar las dos cosas. Así pues no estaba el batería Stefan, presentándose el cuarteto en formato trío.

El escenario principal se encuentra a unos dos metros de altura, lo que unido a las dos cámaras que filmaban a los músicos las imágenes que proyectaban en las dos pantallas laterales, permitía que se pudiese ver con detalle lo que acontecía en el escenario incluso desde mitad de la plaza. Un aspecto muy cuidado que, además dejaba sobre las tablas mucho espacio para los músicos. He de decir que esta altura, una ventaja para las filas mas retrasadas, suponía un hándicap para los que estaban en primera fila, que tenían menos visibilidad, sobre todo cuando los músicos se echaban un poco para atrás, para ver al batería cantar (fueron varias las bandas con esta circunstancia) o si los instrumentistas se ponían a hacer filigranas arrodillados o tumbados en el suelo.

Toundra

 Llegó el primer cambio de escenario. En el escenario Jägermusic, un pequeño reducto que llegó a tener mejor sonido que el escenario principal en algunos conciertos, comenzaba casi inmediatamente el concierto de los asturianos Atomic Zeros. Me gustaron bastante, me sentía más cómodo cuando la propuesta de los grupos se acercaba más al rock aunque, en este caso, se definiera como punk/rock/garaje. El vocalista Jano se permitió un buen lingotazo de Jack Daniels en mitad de la actuación que me dio cierta envidia dado el calor que había en ese momento y sobrellevó bien el papel de frontman en un escenario que se les quedaba pequeño. Me fascinó la versatilidad de Sete Atómico a la guitarra, la última vez que le había visto sobre un escenario fue con Sound of Silence.

Ya eran la 17:30 de la tarde cuando llegó el turno de los suecos The Baboom Show en el escenario principal. Reconozco que no había investigado nada del grupo. Para mí fue una de las mejores actuaciones que vi junto con un Toundra o el Altar del Holocausto (estos dos seguramente condicionados por el prejuicio de mis gustos).

The Baboom Show

La vocalista Cecilia Boström dio toda una lección de cómo interaccionar con el público. Incluso tuvo su momento de crowd surfing. Los estribillos pegadizos, más bien hímnicos, se sucedieron y quise ver una base más Rock que Punk. Los solos de guitarra de Håkan Sörle no caen en la simpleza, acompañan el bajo de Frida y la batería de Niclas, una maquinaría bien engrasada que lleva dieciséis años sin parar de girar. Su “Radio Rebelde” (la emisora de radio creada por el Che Guevara durante la Revolución cubana) salió el año pasado. La conexión con el público arrancó los primeros amagos de pogos de la tarde, aún muy tímidos, todo hay que decirlo.

Un nuevo cambio de escenario y llegó el turno a los barceloneses de The Lizards. El próximo 24 de Agosto el trío tocará en el Unirock de Puerto de Vega y sentía curiosidad por su directo impregnado de Punk Rock. Sólo puedo decir que ha sido una buena elección de la organización.

The Lizards

Hasta que el momento lo que íbamos viendo Julia y yo, nos gustaba. Dejamos a otros disfrutar con Carolina Durante. Si hasta el momento el público tenía una edad o encontrábamos a familias con niños y bebes, los madrileños dieron paso a un público más joven, rondando más la adolescencia. Fue el momento en el que la organización había fijado con los medios acceso al balcón del Teatro de la Laboral y, posteriormente, al mirador de la Torre para poder fotografiar y observar el festival y su despliegue desde las alturas. Desde allí vimos que tanto en la explanada del patio como en el resto de espacios de este Tsumani el público ya era más que numeroso, augurando lo que se venía encima. Carolina Durante tenían su público, que igual que apareció en primeras filas para escucharles se retiró al finalizar su actuación. 

Willis Drummond

Willis Drummond ya habían comenzado su actuación cuando llegamos de nuevo al escenario ubicado en las antiguas piscinas de La Laboral, llegaba el momento de la necesaria visita a la sala de prensa a recargar dispositivos y energía. Sin embargo pudimos presenciar casi todo el show, en el que vimos cómo los de Baiona habían atraído a su propio público que saltaba y coreaba sin descanso los temas en euskera que presentaría su set list.

Ya había bastante gente cuando fue el turno de Pulley. Hasta el momento me había olvidado dónde estaba. El público empezó a responder más de forma más entusiasta. La imponente figura de Scott Radinsky desató la locura y ahora sí presenciamos pogos y circle pit que mostraban…. Fue el momento de echarse un poco atrás.

Toundra

Y llegó Toundra. No necesitan presentación, instrumental rock es quedarse muy cortos. El Tsunami me había dado la excusa que necesitaba. Anochecía en un escenario pequeño, no importaba. Empezaron su viaje, nos arrastraron con ellos a terrenos inexplorados. He de decir que grupos instrumentales de grandes solistas de géneros que me atraen más, no me dicen nada. La música de Toundra apeló directamente a mi interior, es como si tocaran directamente para mí. No pude en ningún momento dejar de mirar. Pasajes imprevisibles en crescendo… y de repente, el viaje termina. Un heavy de garito también tiene que saber apreciar la buena música.

Danko Jones

Danko Jones congregaron en el Escenario Mahou a un muy numeroso público, imposible acceder a las primeras filas tras la segunda visita al bacón y el mirador, unos por ser seguidores de los canadienses y otros, por ir tomando posiciones para la llegada de Offspring. Entre estas dos bandas, el sexteto gallego Bastards on Parade descargaron su contundente punk rock con trazas celtas en el escenario B.

Tras Offspring, cerraban esta primera jornada ASG, de nuevo en el escenario Jägermusic, que comenzarían su show cuando aún faltaba media hora del concierto de los cabezas de cartel, en lo que fue la única superposición de horarios de este Tsunami 2019.

Llegaba a su fin una larga jornada de conciertos.

© Diario de un Metalhead 2019.