By Larry Runner.
Descubrí a CHILDRAIN tarde, quizás muy tarde y además pensé que eran franceses, fíjate tú, aunque tengo que decir que cuando lo hice, por recomendación de gente cercana, tampoco me dijeron nada especial. Simplemente les vi como otro grupo que lo hacía bien, pero sin pretensiones. Ahora las cosas han cambiado.
Matheria me ha gustado, tanto que se coló en mi Top-10 personal del año y no fui el único de la redacción que lo hizo, con lo cual se ha colado en la lista Top-10 final del Staff de Diario de un Metalhead.
No han inventado nada, desde luego. Su rollo es el death melódico, un campo en el que ya está todo dicho y en el que resaltar, sorprender, llamar la atención, es cada vez más complicado pues es un terreno que empieza incluso a parecer cansino. Raro es el disco del estilo que llega y se queda cerca de mi y no va a parar a la estantería si es físico o a la papelera si es descargado. La inmensa mayoría de los discos de death melódico que se destilan hoy en día no son más que más de lo mismo y la copia de la copia de la copia de aquel disco de In Flames. Vamos, que pocos se salvan.
Así que para llegar y quedarse, que yo pueda tenerles en cuenta, sólo hay una opción, y es que los temas sean de verdad buenos, que sean Canciones con mayúscula, que tengan algo de especial como el solo de Blinded by Rage, los estribillos de casi todas y la ejecución perfecta que apoyada en una producción cristalina hace que de verdad me pueda enganchar a un disco como éste.
descubrí a CHILDRAIN tarde
Si las voces no son variadas, olvídate, pues esas guturales invariables que te encuentras por parte de algunas bandas acaban siendo tediosas. Matheria tiene todo lo que tiene que tener hoy en día un disco del estilo para llegar a gustarme, si no, no estaría escribiendo esto. Los estribillos son brillantes y penetran entre las cabalgadas de las canciones de forma natural, con cambios de ritmo sutiles gracias al grandísimo trabajo de la sección rítmica, que es la de Dark Code, Julen al bajo y Mikel a la batería. Las guitarras son tan melódicas que encandilan, aunque la melodía no está exenta de contundencia. Por último la voz se mueve por diferentes tonalidades y pasa de limpia a gutural una y otra vez sin ser cansina, aportando en cada momento lo que la canción necesita. No citaré canciones, pues dependiendo del día me gustan más unas u otras, porque todas son buenas, todas.
Sí Matheria es un poco más de lo mismo, pero bien hecho. Por eso me ha gustado tanto, por eso se merece la puntuación que le doy, que le hemos dado más de la mitad de los redactores de Diario de un Metalhead. Eso sí, está muy bien, pero para el próximo habrá que darle un poco más de personalidad.
