sábado, 21 de febrero de 2015

DESTROYING DIVINITY: Hollow Dominion (2014– Lavadome Productions) República Checa.


I. A.

Estos checos han vuelto a la vida después de cuatro años sin editar nada. Con su cuarto álbum “Hollow Dominion” regresan con lo mejor que siempre supieron hacer, esa mezcla única de IMMOLATION/MORBID ANGEL/INCANTATION. Lo mejor de esas bandas en una sola, DESTROYING DIVINITY.

Siguiendo por el camino de anteriores álbumes como Dark Future o Hell Unleashed decantándose por un sonido grueso pero nunca perdiendo la velocidad y el doble bombo, las diabólicas melodías provenientes de sus guitarras sacarán toda la perversidad de tu interior, entrando por tus oídos y haciendo que fluya por todo tu cuerpo.


La voz de su cantante Erik, cual guturalidad proveniente desde la ultratumba, con cada palabra pronunciada maltratara tus oídos con perversidad y blasfemia. Sin ser exageradamente gutural, prefiere desprender oscuridad en exceso y cada frase dicha una por una, se entiende casi a la perfección si sabes el suficiente inglés.

Todo instrumento aquí tiene su papel al lado de la execración musical más absoluta, haciendo su representación majestuosamente a favor de las tinieblas.

cada frase se entiende casi a la perfección

Si tengo que citar algún inconveniente, es algo que le pasa a DESTROYING DIVINITY un poco también en anteriores álbumes, y es que entre sus temas no hay una excesiva diferencia. Muy bien te tienes que escuchar sus discos para diferenciar en ocasiones algún tema de otro. A veces la diferencia reside en pequeños matices, un ritmo más lento que otro en una canción, un guitarreo en cierta parte de la canción que la diferencia del resto, o una pequeña parte acústica al principio que haga ese tema algo único, una voz rasgada que destaque por encima de la gutural, pero a veces se puede tener la sensación que sus álbumes, o mismamente este Hollow Dominion, es parte de una misma canción.


La mayoría de la gente podrá verlo como un problema, yo no del todo. Me gustaría algo más de variedad, siempre dentro de su estilo y de sus influencias por supuesto, pero sonando así también consiguen una neblina permanentemente encima de su música que también los identifica.

Su producción mejora notablemente respecto también al pasado, los escuchamos más limpios, cada instrumento suena y se diferencia mejor. La voz en su línea habitual, como la propia muerte maldiciéndonos para la eternidad, recitando las palabras desde lo más profundo y hediondo de las catacumbas.

Una obra más para su alabanza a los infiernos y sus recovecos, y seguidores de INCANTATION/IMMOLATION/MORBID ANGEL. No dejéis la oportunidad de escuchar a DESTROYING DIVINITY. Desde su comienzo con The Eternity Guadians hasta el tema que cierra este álbum Inner Slavery, es una constante apología a esas tres bandas nombradas.






© Diario de un Metalhead 2015.