By José A. Ruiz
Llegaba a nuestras manos el nuevo EP de ADRENALINE MOB, y personalmente lo cogía con bastante miedo. Y es que su anterior trabajo me había dejado muy frío.
Tras otro cambio de formación, el enésimo y la suspensión de su gira, se metían en el estudio para, en sus palabras, no estar parados. Y la verdad, se agradece, ya que siempre es bueno saber del bueno de Rusell Allen. Unas cuantas versiones de clásicos y unos acústicos de sus discos anteriores conforman los 9 temas de este trabajo.
Hablaré primero de la única inédita del álbum. Dearly Departed, fue una de las canciones descartadas de su Men of Honor. Y a mi que me lo expliquen, porque es un tema pegadizo, con un gran Allen y pese a que su riff no me entusiasma, perfectamente podía encajar mejor que algunos de los temas que si que conformaron finalmente su anterior trabajo. En fin, sus razones tendrán, supongo.
Lo de las versiones es algo que ya está siendo habitual en ADRENALINE MOB. Esta vez clavaron la elección. Snortin' Whiskey de PAT TRAVERS es la primera. Reconozco que no la había oido nunca y el toque Mob que le dan, la dejan bastante correcta. Tie Your Mother Down de QUEEN, sin embargo sí que la conocía, y aquí Allen me cautiva del todo. Nunca me había imaginado a Rusell cantar al estilo Mercury, y es que es un todotorreno, lo clava dando su encanto. El solo de Orlando hace lo demás. Gran tema. Sin embargo, el medley de BLACK SABBATH hace el efecto contrario. Ni me engancha, ni me gusta, ni les pega. Será por la animadversión que tengo a los Sabbath? Será porque desde el Metalway 2009 no puedo ver a Iommi? Será, pero no me ha gustado nada. El único "pero" del EP. Y me dejo para el final la mejor sin duda, Devil Went Down to Georgia, original de CHARLIE DANIELS BAND y versionada en numerosas ocasiones, siendo quizás la de PRIMUS la más conocida. Aquí el conjunto suena demoledor, sobresaliendo Orlando a la guitarra y AJ Pero a la batería. Puede que sea donde Rusell está más tapado, pero creo que ha sido la que mejor puede entrar a la primera.
Sobre las acústicas, pues bueno, nunca me han cautivado en demasía, pero All on the Line es tremenda. No hay mucha diferencia con respecto a su versión original, pero es que Allen aquí se sale. Delicado, con fuerza, con feeling, rasgando... Toca un montón de registros en escasos cinco minutos. Eso, unido a la buenísima linea vocal, la hacen para mi imprescindible de escuchar al menos una vez.
Pues sí, al final todo el miedo del principio se convirtió en sorpresa. Gran trabajo, pese a ser sólo un tema original. La montaña rusa de sentimientos que me produce este grupo sigue su curso. A ver si con un poco de suerte, se estabiliza y si es con un concierto de por medio, mejor que mejor.
© Diario de un Metalhead 2015.
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