martes, 9 de enero de 2018

COLLATERAL X: “At the edge of madness” (2016, On Fire Records)


Por Larry Runner.

COLLATERAL X son una banda de Barcelona que ya lleva unos años dándole a un heavy metal clasicote en una innegable onda Iron Maiden que de momento se queda a medio camino en este “At the edge of madness”.

Y es que este disco, segundo en su haber tras un ep publicado allá por 2014, es un conjunto de buenas ideas al que le falta mucho tiempo en el fuego para que pueda llegar a sorprendernos o gustarnos de verdad.

En la hoja de prensa que desde su sello se nos adjunta, se nos cita el progresivo y el power metal y algo de eso hay, aunque lo de estos chavales es el heavy metal. Se lo hacen en inglés con una clara influencia 80’s, NWOBHM que de llevarse adelante en castellano probablemente tuviese más salida ahora mismo que hay una pequeña legión amante de estos sonidos clásicos hasta la saciedad que quizás le diese una oportunidad. 


El sonido del álbum deja bastante que desear, la producción revela una buena falta de medios, aunque no creo que la banda pretendiese nada más allá de tener una carta de presentación más o menos digna.

Comienza el disco con una intro que no parece tener fin y que yo habría borrado de un plumazo. Tras ella dos temas muy Irons que no están mal. Es en el cuarto corte cuando encuentro la primera canción que me consigue agradar de verdad, “At the edge of madness”, que es la que da título al disco. En ella la voz de Guillem Fernández me recuerda bastante a la de Lizzy Borden y me vale para que el cd siga rodando.

Cuando se ponen a tirar más por una onda técnica se van hacia unos Rush del 2112, salvando las distancias, obviamente, con el sonido de bajo de Quim Solías muy presente en todo el disco, llegando en ocasiones a interpretar el papel protagonista en cortes como “Machin Shin (the black wind)”. Es entonces cuando se meten en temas largos que al final acaban desviando hacia el heavy metal.


“Blue shades of the sea”, en corte acústico es la sorpresa del álbum y una vez más me vuelvo a acordar de Mr. Lizzy Borden. Detrás viene “Coming Back”, 101% sonido Stratford 1978. Cierran con la larguísima “Moon Dew”, que viene a ser casi un resumen de lo que han presentado antes durante todo el disco.

En definitiva un disco de una banda que tendrá que trabajárselo mucho más si quiere hacerse un hueco y ganarse de verdad el respeto de oyentes y medios. Como carta de presentación puede vales pero aún le falta mucho cocinado. Esto lo hacían en los tugurios de Londres mucho mejor hace cuatro décadas y ellos lo saben. Muy flojito.








© Diario de un Metalhead 2018.

Más heavy español aquí.