Por Nacho Peña.
Mientras os escribo esto, está sonando por tercera vez consecutiva el nuevo Ep de THE HOLE. Y es que tremendo trabajo lo nuevo de estos canarios. Me ha molado mucho el enfoque que la han dado a sus nuevos temas respecto al Lp anterior. Practican una muy buena mezcla entre el Death Metal de vieja escuela americana con toques de Thrash y Groove, no especialmente exagerados, manteniendo en todo momento un aura de maldad y brutalidad no exenta, a veces, de melodía como en “Dawn Of Deception”.
Lo primero que me ha gustado es que han conseguido una producción potente pero natural, nada de sobreproducción, por lo que mantiene un aire auténticamente genuino que mola bastante. Death Metal en mayúsculas.
Lo segundo es esa voz entre Randy Blythe y las voces cafres y oscuras de las grandes bandas belgas de la H-8000 más orientadas al Death Metal. De hecho, me ha recordado tanto a ese sonido, que ya para mi gusto, suben puntos.
En cinco temas, hay poco margen para el error. O te mola y te deja ganas de más, o pasas de largo. No hay mucha oportunidad para equivocarse a la hora de qué temas incluir. No puede haber traspiés con según que canciones. Y aquí, los canarios ofrecen cera de la buena. Incesantes ritmos rápidos y machacones, con algunas concesiones, que tras terminar de escuchar el disco, te dan ganas de más y volver a ponerlo.
Consiguen transmitir la maldad que sólo las bandas de los 90´s sabían transmitir. No puedo dejar de pensar en MORBID ANGEL en “The Shepherd Of Souls”, uno de los temas que más me han gustado, donde se marcan un solo de guitarra bastante chulo sin ser la quinta esencia del tecnicismo ni falta que hace.
Para cerrar el EP, tenemos “Dawn Of Deception”, que es el tema que más claras influencias le he visto de LAMB OF GOD a la propuesta de Death que tienen, con ese riff principal bastante movido.
Y hablando de movido, es una de las cosas buenas de este trabajo. El dinamismo, que se mantiene constante e incesante, cosa de la que adolecen muchas bandas de hoy.
En resumen, un buen trabajo procedente de esa buena cantera metalera que son las Islas Canarias.