Por Larry Runner.
Hacen heavy metal tradicional. Sí, eso tan denostado y que algunos que van de modernos -gente de la que en menos de un lustro no sabremos de ella- bautiza como “caspa” y que en los 90 se decía “costra”. Cosas de los que están de paso y se piensan que esto es una moda. Disfrutan tocando “lo de siempre” y celebro que haya grupos como ellos todavía que no se dejen llevar por las ridículas modas.
Fear Crowd son, como digo yo en la intimidad “mis Iron Maiden de Bilbao”. Y es que a eso y a Dio -del que se han trabajado un cover- te recuerda su música. No lo esconden, no tienen porqué, y si no te gusta, tranquilo, hay más opciones, estilos y etiquetas.
“Revolución” es su segundo disco, un álbum que deja atrás errores del pasado y suena a maduro, a saber bien lo que quieren y a ofrecer lo que a ellos les llena para que llegue a oídos de los que comparten su filosofía de vida.
A estas alturas me imagino que se hayan hecho a la idea de que no van a poder vivir de esto. Pasan los años, sus vidas van cambiando y hasta su vocalista ha sido mamá recientemente, pero todo ello no les impide seguir adelante con lo que más les gusta, lo cual me alegra hasta el infinito y más allá y creo que tiene un enorme mérito. No es fácil compaginar vida familiar, laboral y una banda, pero ellos, como otros muchos grupos de nuestro país, siguen dando caña y haciendo nuestras vidas un poco mejores a cambio de nada.
Orquestaciones y teclados dan forma a la intro. A partir de ahí, se acabaron las milongas. Guitarras, bajo, batería y la voz de mi gritona favorita, la de Leyre.
Sus canciones de trabajados textos son directas, con las guitarras triunfantes, mandando en el sonido, sin artificios y sin ofrecer nada que luego no puedan llevar al directo. Creíbles al 100%, aunque en vivo la batería suena bastante más contundente que en el disco. Sería “el pero” para un disco que gustará a todos aquellos amantes del heavy metal estatal de siempre, con temas en los que los solos a veces se alargan más de lo que pudiera ser normal, pero que en contra de lo que pudieras pensar no sientes que necesitasen ser recortados.
Si lo tuyo es el heavy metal de siempre, dales un pase, probablemente te gusten. Esas guitarras dobladas, ese bajo contundente, esas cabalgadas como en “Ángel Guardián” esos coros sin retocar, esos estribillos como en “Acorralada” esa esencia de lo tradicional nos sigue haciendo falta y nos sigue encantando. Gracias Fear Crowd por ello, por vuestra evolución y por este “Evolución” no apto para pijos que estén de paso.
© Diario de un Metalhead 2017.
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