Por Larry Runner.
Tras un “Time is Up” que me volvió loco vino un “Unnatural Selection” que nunca me llegó a encandilar. Es por ello que hacía tiempo que no me daba por escuchar a HAVOK, y no será porque no sea una banda especial para mí. Es de esos grupos que en su momento se hicieron con un hueco en mi corazón y que a buen seguro será para siempre.
Pero sí, su último disco, de 2013 ya, no llegó en ningún momento a engancharme. Cambiaron el estilo, dejaron a un lado el sonido de la vieja escuela y no fue lo mismo. Ahora regresan vía Century Media con “Conformicide”, un buen disco que se queda a medio camino de las dos obras anteriores, aunque sí que es verdad que más cerca de “Unnatural Selection”. Thrash Metal cabreado es lo que nos vamos a encontrar en esta nueva obra en la que encuentro muchas referencias de Megadeth, pero que también trae a mi memoria a los Anthrax de “Spreading the disease”, aunque menos. Y es que hay temas como “Dogmaniacal” en los que parece que en cualquier momento va a entrar en juego al voz de Mustaine. Luego aparece David Sánchez y ves que la historia no va muy desencaminada, pues en muchos momentos su tono y su forma de cantar te recordará al pelirrojo más famoso del metal mundial.
Nick Schendzielos (Job for a Cowboy, Cephalic Carnage) es el nuevo bajista de la banda, y me imagino que no tenga queja del sonido de este disco. Y es que el volumen del bajo ha quedado bien alto, incluso gozando de auténticos momentos en primer plano.
Suenan intensos y muy muy cabreados, no en vano la situación política, la corrupción y toda la mierda que apesta de este mundo gobernado por canallas que no buscan más que llenar sus cuentas bancarias son el centro de sus letras. Olvídate de momentos felices. Hay mucho, mucho cabreo y mala hostia. “Conformicide” suena muy crudo. No, no es que se hayan metido a comunistas, es que la dignidad humana no debería ser de izquierdas o de derechas. El responsable de este sonido tan crudo y directo, que suena a patada en la cabeza es Steve Evetts, que ha trabajado entre otros con grupos como Warbringer, Sepultura, The Dillinger Escape Plan, Sepultura y hasta los mismísimos M.O.D. entre otros. Él se ha encargado de producir, grabar y mezclar el disco en su estudio Garden Grove de California. Un productor que ha entendido a la perfección la forma en que debían ser inmortalizadas estas canciones para que no perdieran ni un ápice de lo que tenía que dejarse reflejado en este largo disco de más de una hora y con 12 cortes algunos de los cuales se van más allá de los siete minutos.
Las rítmicas llevan tonos graves y hay algunos buenos solos como el de “Ingsoc”, que sería uno de los temas que yo destacaría. El momento Metallica llega con “Masterplan”, que sin duda te va a sorprender y que en mi caso se ha convertido en una de mis favoritas, por ser muy “Kill’em All”. Brutal y directa. La mejor.
En definitiva, un buen disco, que no llega a tener el espíritu de un “Time is Up” que seguirá siendo para mí la referencia favorita de los americanos. El tiempo dirá si algún día tendremos otro álbum firmado por HAVOK tan bueno como aquel. De momento, esto es lo que hay.
© Diario de un Metalhead 2017.
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