martes, 18 de abril de 2017

ABSOLVA: Never a Good Day To Die (2015 - Rocksector) UK.


Por Larry Runner.

ABSOLVA llegaron a mi vida de rebote, sin querer, sin buscarlos y sin que nadie moviera una pestaña por promocionarlos en España ni nada por el estilo. Y me da pena, casi rabia, que su Heavy Metal haya tardado tanto en llegar a mi vida y haya sido así, casi por casualidad.

Estaba trabajando en Alemania, comiendo las uñas de rabia e impotencia mientras en Oviedo se celebraba la Warm Up 6º Aniversario de esta casa cuando recibo una foto por wasap de mi mujer. En la imagen se veía todo lo que BLAZE BAYLEY tenía a la venta en el puestecillo montado en la Sala Franel Rock. Revisé con atención la foto mirando todo el material que se exhibía y comprobé que efectivamente todo ello estaba ya en mi colección. Pero en la esquina superior derecha aparecía un cd que no podía reconocer. La carátula era azulada y al ampliar la foto todo se difuminaba y no podía adivinar de qué disco se trataba . Un par de wasaps más tarde el disco de ABSOLVA, la banda de los músicos de BLAZE BAYLEY, ya era parte de mi colección. Si los chavales tocaban con Bayley no podían ser malos, así que el disco tenía que estar en mi poder.


Una semana más tarde, ya en casa, me dispuse a disfrutar del disco. Y vaya si lo hice. Sí, coño, sí, heavy metal!!! Menos mal! Hasta las narices de guturales. Agotado de brutalidades extremas que me hacen involucionar hacia el hard rock por llegar al hastío con tanto grito y tan poco cantante. Pillas un disco así, de los de antes, y suena a música celestial. A la mierda aquellos que dicen que el heavy metal está muerto. Eso no puede ocurrir, porque siempre habrá grandes bandas dispuestas a llevar la contraria, a pasar de las putas modas y a dar una hostia en la mesa diciendo “aquí estamos nosotros y tenemos los huevos muy gordos”.

Una sección rítmica de la hostia, unas guitarras contundentes, unos coros de manual sin caer en la exageración ni las putas óperas y una voz genial y personal, con ese punto de rotura que engancha, a la altura de los más grandes a pesar de ser Chris Appleton también el guitarra solista.

Y te pones el disco y empieza con un hit como “Disguise” y detrás otro con “Killer Within”. Y no te acabas de recuperar y llega otro temazo como “No One Scapes”. Piensas en dar para atrás con el rewind, pero arriesgas y alucinas con “The Light”. Las cuatro primeras son el arranque de un disco perfecto.


“Never a Good Day to Die” es la quinta y da el título al trabajo, será por algo. Es más contundente que las otras y tiene un muy buen estribillo, con la melodía triunfando sobre una contundencia fantástica en la sección rítmica. Gloria bendita a la que sigue una medio power ballad titulada “How Black is my Heart” que es de las mejores y más personales que he escuchado sin duda alguna en los últimos años, tocada con sensibilidad sin falta de caer en la ñoñería. Baladón de puño en alto. “So long, so far, feeling like a strager, kneeling like a traitor ...” . A mitad de la canción, pillan speed y adiós a la balada. Cabalgada y solo brutales y los más de siete minutos que se hacen cortos, más aún con esa última parte maideniana antes de regresar a volver a ser balada. Alucinante. Temazo.

Llegados a este punto es donde te das cuenta de que ABSOLVA tienen personalidad propia, pues su música evidentemente rememora sonidos del heavy metal clásico de aquella NWOBHM, pero traídos a la modernidad actual sin falta de artificios, sonando naturales, sin copiar, sin trucos y capaces de escribir grandísimas canciones que te levantan de la silla. Imposible no ponerse a hacer air-guitar con canciones como “No Tomorrow”, con una melodías guitarreras fantásticas, un bajo que se muestra potente muy a lo Harris y una batería contundente y de verdad, fantásticos solos y unos estribillos que ta harán cantar puño en alto.

Hacía muchísimo tiempo que no descubría a una banda nueva tan buena. Increíbles. Long Live Heavy Metal Warriors.







© Diario de un Metalhead 2017.

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