domingo, 8 de noviembre de 2015

SATAN: Atom By Atom (2015- Listenable Records) UK.


By Diego Rodríguez Liébanas.

La trayectoria de SATAN en sus primeros años de vida desde que nacen en 1979 está plagada de Demos, EPs, múltiples cambios de formación, de nombre y  dos discos editados en ocho años de existencia, es decir, nada diferente a lo sucedido con el 90% de las bandas de la New Wave Of British Heavy Metal. Tampoco es demasiado original en los últimos años la idea de retomar el proyecto para dar algunos conciertos e intentar revivir la magia de antaño con pequeñas giras y actuaciones en diversos festivales. Lo que sí se sale de lo habitual es el hecho de que la actual formación sea la integrada por los cinco miembros que grabaron su grandísimo álbum de 1983 Court in the Act que, a la postre, fue su cumbre en los ochenta y que fue influencia básica en géneros como el Thrash o el Speed Metal. Y lo que nadie se esperaba fue el excelso álbum Life Sentence con el que volvieron en 2013, un disco que está, para mí, entre los mejores ejemplos del género en lo que llevamos de siglo.

Varios miembros de SATAN fueron y son más conocidos en el mundillo metálico por su trabajo en otras bandas. Steve Ramsey y Graeme English son los dos miembros fundadores de Skyclad, pioneros de ese estilo tan de moda en la actualidad como es el Folk Metal. Brian Ross, por su parte, es el líder de Blitzkrieg, otra banda venida de la NWOBHM que aún sigue dando guerra y que es conocida por el tema Blitzkrieg que Metallica versioneó en su disco de versiones Garage Inc. y que los de California han introducido durante décadas en sus repertorios en directo. El éxito que les brindó Life Sentence les lleva a girar por lugares que nunca habían pisado como Estados Unidos, Japón y Sudamérica donde son una banda muy querida en la actualidad. Una vez aprovechados con ahínco estos dos años y después de publicar en 2014 el directo Trial By Fire: Live in Northamerica deciden seguir con este inusitado caballo ganador que es ahora SATAN para brindarnos nuevo material a través de este Atom By Atom.



Todos y cada uno de los temas tienen miga y cada detalle está cuidado al máximo. Las guitarras, protagonistas, juguetean y se divierten acompañándose a modo de twin guitars, abundantes a lo largo del trabajo, retándose a duelo a través de esos solos intrincados marca de la casa que en lugar de aburrir le añaden pólvora al incendio, y gustándose en las partes más tranquilas y melódicas donde se recrean. En todos y cada uno de los recovecos del disco podemos disfrutar la energía que desprenden Ramsey y Tippins. En cada rítmica, en cada fraseo, en cada punteo, en cada solo se nota lo bien que se lo están pasando con este renacimiento de SATAN.

Las guitarras protagonizan pero es Brian Ross quien sublima cada corte. No puedo ocultar mi admiración por este cantante, uno de mis preferidos, que no posee una voz inagotable o una técnica gloriosa pero desborda con ese gusto y ese equilibrio entre elegancia e intensidad tanto en la composición como en la interpretación de sus melodías vocales. Siempre que aparece su voz lo que sea que esté ocurriendo mejora y toma sentido sin necesidad de entradas aparatosas ni aullidos kilométricos. Después de una infravalorada trayectoria con Blitzkrieg a lo largo de los 90 y la década pasada es un gustazo que este hombre pueda disfrutar de un trocito de las mieles del éxito que se le negaron en el pasado porque es uno de los mejores cantantes de la historia del Heavy Metal. El bajo de Graeme English, cuyo sonido fue uno de los puntos fuertes del disco anterior, sigue teniendo una presencia destacada pero no tan continua siendo su sonido menos gordo y más metálico. Sean Taylor es uno de esos ejemplos de baterías que con una sencillez extrema consiguen un sonido personal digno de elogio y disfrute. La intuición y maestría para ejecutar esos cambios de rápido a muy rápido son una de las marcas de la casa. Las guitarras generan todo ese estado de euforia en los temas pero sin la pegada de Mr. Taylor y el sonido de su batería el resultado no sería el mismo.



Todas las canciones ofrecen diversión a raudales pero destaca la inicial Farewell Evolution, puro nervio, desprende actitud e intensidad a cada segundo. También es un punto álgido Ruination con un Brian Ross en plan imperial y un trabajo de guitarras impecable tanto en las partes rápidas como en las más emotivas y tranquilas. My Own God no sólo destaca por su calidad sino porque es un tema diferente que abandona el patrón habitual metiéndose en terreno épico con cambio de ritmo final en plan magistral. Es inevitable hablar de The Fall Of Persephone, un tema más crujiente en el que adquiere mucha presencia la labor de Graeme English a las cuatro cuerdas. A mitad de tema nos envuelve un interludio con misterio en el que Brian Ross nos cuenta a modo de narrador la caída de Perséfone a los infiernos y las consecuencias que tuvo para los humanos. A continuación, el coro,  a través de una interpretación muy conseguida, obtiene la grandilocuencia requerida para ensalzar el mito relatado para volver el tema por caminos más terrenales a esa velocidad a la que le gusta instalarse a SATAN como no podía ser de otra manera para terminar el disco. 

Siguen tocados por la varita mágica en cuanto a composición, interpretación y sonido. No entraba dentro de las mejores expectativas, después de la trayectoria que ha tenido la banda en su historia, que dos años después la formación se haya mantenido y que hayan sido capaces de brindarnos diez nuevas canciones que, si bien no llegan a la brillantez del Life Sentence, conforman un álbum que va más allá de ser un digno sucesor. Supongo que este disco vendrá acompañado de su gira correspondiente y de actuaciones en grandes festivales por lo que allí estaré donde sea necesario y si es cerca mejor.





© Diario de un Metalhead 2015.